¡dime que sí!

Capítulo 41. Barmuto se ha enamorado

Capítulo 41. Barmuto se ha enamorado

Cuando llamé, la puerta de la habitación de Barmuto se abrió bruscamente y de inmediato, como si él hubiera estado parado detrás de ella esperando que alguien llegara. Y aunque llevaba puesta la máscara, noté cómo pasó por sus ojos una chispa de decepción: no me estaba esperando a mí.

– Ah, Marta, eres tú, hola –dijo él–. Pasa. –Su voz sonaba cansada y algo diferente a la de siempre.

– Arsén, ¿qué pasa? –pregunté yo desde el umbral–. ¿Estás enfermo?

– Sanadora Mara, te has metido tanto en tu papel que ¿ahora quieres curarme también a mí? –Eso sonó brusco.

No reconocía al siempre equilibrado y cortés Barmuto.

– ¿Estás bien? –pregunté sin hacer caso a su tono irónico–. ¿Puedo ayudarte?

– Nadie podrá ayudarme –dijo el chico con voz resignada.

– Bueno, cuéntamelo todo desde el principio. ¡Rápido! Y te lo digo ya: no me iré de aquí hasta que me digas qué ha pasado. –Entré en la habitación y me senté demostrativamente en un sillón.

Barmuto se acercó al espejo y empezó a mirarse fijamente en su máscara.

– El mago Patígar me dijo ayer el precio de sus servicios.

– ¿Cómo? ¿Te encontraste con el mago Patígar? ¿Cuándo fue eso y cómo?

– La princesa Rozía tuvo la amabilidad de presentármelo. Estábamos paseando por el parque, la Sombra Dianea se alejó un momento, y Rozía y yo nos sentamos en un templete junto a un pequeño lago. El mago Patígar también estaba paseando cerca de ese lago con alguna dama. Y hablé con él… Ojalá no lo hubiera hecho…

El bufón guardó silencio, recordando.

– Rozí y yo hablábamos de muchas cosas. Resulta que le encanta leer. ¿Y qué otra cosa iba a hacer una chica a la que mantuvieron encerrada en su habitación durante tanto tiempo?

Barmuto contaba, y su voz iba cambiando, cobrando fuerza y ternura cada vez que hablaba de la princesa. Se entusiasmó tanto que se le olvidaba llamarla princesa y decía Rozía, Rozí, como seguramente la llamaba en sus pensamientos.

– ¡Rozía es una chica increíble! ¡Dulce, hermosa, bondadosa, y muy talentosa! ¡Capta todo al vuelo! Y canta de una forma maravillosa. ¡Rozí tiene voz de ángel! Tienes que escucharla, Marta. Conoce muchísimos poemas de poetas locales. ¡Son autores extraordinariamente talentosos! Yo mismo me he entusiasmado con la idea de aprender sus obras y usarlas luego en mis futuros espectáculos.

Barmuto se quedó en silencio, como si se hubiera tropezado con algo.

— ¡Futuros espectáculos! ¡Todavía sueño con algo! —rió amargamente, sin apartar la vista del espejo—. Marta, él me dijo que arreglaría mi rostro si renuncio a la persona más importante para mí. Esa es la condición para que la magia funcione.

— ¡Eso es horrible, Barmuto! —grité yo.

— En el parque, todavía no comprendía cuán terrible era. Rozía, Rozí… Cuando está cerca, me olvido de todo, solo veo su dulce rostro, sus ojos azules, su sonrisa sincera… Marta, yo… yo…

— Estás enamorado, Arsén —dije yo en voz baja y con compasión—. Y la persona más importante para ti es Rozía...



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En el texto hay: verdadero amor, magia, aventuras

Editado: 11.08.2025

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