UNA MENTE PERVERSA

Enrique totalmente desconcertado por el comportamiento de Laura, sale de la casa de su padre en busca nuevamente de su tía Julia.

En ese instante, recibe una llamada de Milenna, diciéndole:

— Hola amor, ¿cómo te ha ido a ya en Medellín?

Enrique para no preocupar a Milenna le dice:

— Bien amor, lo normal, dentro de unos días estaré en Cali, así que vayan preparándose para que comencemos a organizar lo que va hacer nuestra futura empresa.

Milenna le dice:

— Junto con mi madre ya organizamos el garaje, para que trabajemos en ese lugar, pero lo más importante ahora es que te reúnas con tu hijo.

En ese momento, Enrique se despide de Milenna y se va a intentar solucionar su problema donde su tía. 

Treinta minutos más tarde, Armando llega a su casa y encuentra en toda la sala, sus preciadas porcelanas quebradas en el suelo.

En ese instante, Laura con la cara rayada y ensangrentada, sale de la habitación que le había dado Armando para que se hospedara ella y su nieto. Y le dice:

— Tu hijo hizo esto, tu hijo es un animal, mira lo que me hizo, casi me mata.

Armando se pone las manos en la cabeza, y le dice:

— ¿En dónde está Enrique?, yo no puedo creer esto que estoy viendo, mi hijo no es así.

Laura se ensaña con Enrique, y le dice a su padre:

— No sé dónde está, él me estaba ahorcando cuando Johan salió llorando de la habitación e intento separarnos. La verdad que fue muy traumático lo que sucedió, Enrique está enfermo y necesita ayuda lo más pronto posible.

En casa de Julia, Enrique le dice a tu tía:

— Todo salió mal, no pensé que Laura estaba así de esa manera.

— Pero explícate bien sobrino, realmente que es lo que viste.

Enrique se acomoda en una silla, toma agua, y le expresa a su tía:

— Laura cayó en las drogas y esta como loca, me lanzo muchos objetos y por poco no la cuento.

En ese instante, Armando sin saber que Enrique estaba en casa de su tía, llama a Julia por teléfono y le cuenta todo lo sucedido.

Julia le hace caras a Enrique indicándole que está hablando con su padre. Luego de escuchar las mentiras que le había dicho Laura al padre de Enrique.

Julia le responde, diciéndole:

— Parece que nunca creíste en tu hijo no, por si no lo has notado Armando. Laura está en las drogas y con esos problemas no puede estar con Johan.

Armando le dice:

— ¿Mi hijo está en tu casa?

— Si, él está conmigo tratando de buscar la manera de que su hijo pase más tiempo con él.

— Dile que me espere, quiero hablar con él.

En ese instante, Julia cuelga el teléfono, y le dice a Enrique:

— Tu padre viene en camino...