UN HOMBRE COMPLETAMENTE ARREPENTIDO

Después que el pastor estuvo más de veinte minutos con Milenna y la otra paciente, sale de la habitación diciéndole a Enrique y a Gloria:

— Milenna es una mujer fuerte y luchadora. Ella tiene la fe muy en alto y va a salir de esta repentina enfermedad, pero ustedes dos no pueden en ningún momento dejarla sola.

Gloria un poco más tranquila y serena, le dice a José:

— Yo voy a estar con ella todo el tiempo.

De inmediato, Enrique le dice a Gloria:

— Esta noche voy a quedarme en su cuidado, hay que llamar a las muchachas para que ayuden con algo.

— Bueno, hoy serás tú y yo mañana estaré toda la noche con ella. Para que tú también puedas descansar.

En ese instante, El pastor José se despide de los dos. Insistiéndoles que no desmallen en la oración.

Después de pasar todo el día en el hospital, Enrique manda a Gloria a descansar a la casa, mientras Niji y Cristian acompañan a Enrique en el hospital y Lorena se queda en el cuidado de Johan y Melissa.

10:05 pm, Enrique le da un beso en la frente a Milenna y le dice a Dios desde su corazón:

— Señor, yo sé que he pecado, pero que sea yo y no ella señor, yo sé que tú me la has puesto en mi camino. Y también hiciste que fuera mi guía y mi confidente. Logrando al final, que con el tiempo se convertirse en lo que tanto necesitaba. Una buena esposa. Perdóname Dios, no quiero perder a esta buena mujer por mis errores.

Enrique sigue acariciando la frente de Milenna. Cuando comienza a llorar.

5:54 am, Enrique todavía duerme cerca de su esposa. Cuando es acariciado por Milenna que le dice:

— Amor, despierta... amor, amor.

En ese momento, Enrique se despierta y del asombro le dice a su esposa:

— ¿Acaso estoy soñando?

— No lo estas, ya me siento mejor.

Enrique se levanta de la silla y le da un beso a Milenna. Y le da las gracias a Dios por a verlo escuchado.

Enrique carga a Milenna hasta la cama, y le dice:

— Espera voy a llamar a los demás que están afuera, para darles las buenas noticias.

— Aquí te espero.

En ese momento, Enrique llega a la sala de espera. Donde Cristian y Niji se encontraban dormidos, y les dice:

— Despierten, Milenna está bien.

Cristian y Niji se alegran y de inmediato van a la habitación de ella, pero el medico no los dejo entrar hasta que el viera a la paciente.

El médico no encuentra explicación alguna al caso de Milenna, al ver que el día de ayer, se encontraba muy mal sin habla y con una tos terrible.

El médico examina a Milenna y luego de hacerlo, le dice:

— ¿Cómo te sientes?

— Sin exagerar, yo me siento mejor que nunca. Y si usted me da de alta ahora mismo, se lo agradecería.

El médico no tiene nada más que hacer, y le dice:

— Voy a dar la orden para su salida.

— Gracias.

Después de veinte minutos, Enrique, Cristian y Niji se llevan a Milenna a su casa...