Divisum: Evangelion

Capítulo 3

Capítulo 3

 

—A ver si entendí bien—Michael me toma el brazo para detenerme, provocando un parte aguas a mitad del pasillo— ¿estás diciéndome que me abandonaras a mi suerte con todos estos retrasados?

Sonrío levemente.

—básicamente.

Había aceptado escaparme con Kaden, y aunque la idea parecía un poco loca, a Kaden le había costado convencerme, argumentando que rara vez hacíamos algo emocionante y unos cuantos besos más tarde logró convencerme.

—Llévenme con ustedes—hago una mueca y ademan de continuar caminando. Michael toma mi brazo y nos detenemos a medio pasillo—en serio, si a ti no te importa tu buen historial académico ¿Por qué habría de importarme el mío?

—Porque tu madre te mataría, por ejemplo—me suelto de su agarre, pero me toma la muñeca—Michael…

La gente se detiene detrás de Michael y con tanta gente abarrotando el pasillo comienzo a tener una sensación de ahogamiento, la gente nos mira.

—es injusto que hagas esto—protesto—está bien, pero vámonos ahora.

Una profesora comienza a gritar por medio de un megáfono en algún lugar detrás de la multitud, al tiempo que Michael me lanza una sonrisa triunfante. Los estudiantes, porristas y deportistas caminan a nuestro alrededor con dirección al gimnasio. Una chica de otro colegio choca con Lyss, quien se sienta en mi hombro y toma mi oreja como protección. Caminamos, llevados en la corriente del mar de adolescentes. Extrañamente me siento como si nos llevaran al matadero.

—Esto es malo—le digo a Michael mientras saco mi teléfono del bolsillo.

— ¿Qué pasa?

Desbloqueo la pantalla y le mando un mensaje a Kaden preguntándole donde está, pero cuando lo envío no me indica que lo haya recibido siquiera.

Hago una mueca y guardo de nuevo el celular.

—Se supone que Kaden buscaría una salida y vendría a buscarme aquí—respondo.

Se encoge de hombros.

—Te llamará, de cualquier manera puede ir a buscarte al gimnasio—suelta un quejido al tiempo que acribilla con la mirada a un deportista que ni siquiera le pone atención—… aunque no creo que sea fácil encontrarte con tanto intruso aquí dentro.

Atravesamos la puerta  del gimnasio y somos recibidos con los gritos y vítores de cientos de personas. La explanada ha sido dividida en secciones, cada una asignada en un deporte en especial, la gente va aquí y allá apoyando a los equipos de sus escuelas. Solo se ve a algunos alumnos de mi escuela esparcidos por todo el gimnasio y ni rastro de Kaden.

La masa de gente del pasillo se esparce nada más llegar, pero esto es solo para integrarse a más masas individuales. Me siento abrumada.

—iré a buscar a tu idiota novio—Michael comienza a caminar por detrás de las gradas de la sección a nuestra derecha.

— ¡no! ¡Espera! No me dejes—lo tomo del brazo.

—será más fácil encontrarte entre los dos—asegura—además, si no recibió tu mensaje seguro no tiene crédito, lo llamaré y volveremos por ti.

Quiero pedirle que se quede, pero para cuando termina de hablar ya está a unos metros de distancia, solo queda esperar a que Michael me llame… o puedo llamar yo a Kaden.

Debería golpearme por estúpida.

Tomo mi teléfono para hacer la llamada pero este comienza a vibrar en mi mano con el contacto de mi Patrick en la pantalla. Presiono contestar y escucho el bullicio del otro lado, casi igual que bullicio a mí alrededor, y vagamente la voz de mi hermano. Camino entre la gente, mientras Lyss revolotea inquieto a mi alrededor, buscando un lugar menos ruidoso, termino debajo de unas gradas y aun así debo taparme un oído para escucharlo bien.

— ¿Qué dijiste? —le pregunto.

— ¿has traído mis tenis?

—Si, los tengo ¿en donde estas?

— ¿donde estas tu?

—eh…—miro los chicles pegados bajo las bancas—bajo unas gradas

De fondo escucho una voz sobresaliendo, hablando con mi hermano, y este le responde que viene a buscarme.

— ¿Qué zona es?

Echo un vistazo por debajo de las gradas, entre las piernas y las bebidas en los asientos distingo a varias personas vestidas de blanco.

—No lo sé, hay gente de blanco, creo que es esgrima…

Alguien patea un vaso, derramando sobre mi algo que parece jugo, retrocedo inmediatamente separando la sudadera de mi piel; estoy a punto de decirle a Patrick que voy a los vestidores, sin embargo, para entonces, ya estoy hablando sola, y no sé si es porque estoy enferma o por el deja vu que estoy experimentando, pero tengo un presentimiento, como si algo fuera a pasar. Mi cabeza palpita.

Salgo de debajo de las gradas, para que Patrick me encuentre de manera fácil. Encontrándome sin hacer nada me descubro viendo a los esgrimistas, sus movimientos precisos, la elegancia con la que combaten… hay algo en ellos que me hipnotiza; mi corazón se acelera y de repente Lyss se aleja de mi flotando tan rápido como puede. A lo lejos, veo algo rosado y pequeño flotando, sin embargo, al ver a  Lyss acercarse se va, huyendo de él; los veo acercarse al lugar del duelo y al ver el peligro que corren de ser heridos me empujo a mi misma entre la multitud hasta que logro llegar a la explanada.



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En el texto hay: misterio, juvenil, romance

Editado: 07.07.2022

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