Solo intentalo.

CAPITULO IV.

2008

Hoy sería lo que para muchos el día mas especial de sus vidas para mi otro día común y corriente, porque a pesar de tener amigos este día va a ser igual de gris que los anteriores.

Todos hacen grandes fiestas porque cumplen un año más de vida pero yo solo lo veo como un año más de sufrimiento, encerrada en mi habitación comiendo sola pastel de chocolate hasta no poder mas solo para aunque sea llenar ese hueco profundo y negro que está alojado en mi pecho.

De que me sirven todos los regalos de mis padres si no puedo pasar con ellos aunque sea un momento de felicidad en donde solo seamos ellos y yo, en donde no haya gritos ni regaños y mucho menos maltrato, pero lo dejo estar de nada me sirve esforzarme o añorar por algo que simplemente se va a cumplir cuando ellos vuelvan a nacer algo relativamente imposible.

Igor y las chicas llevan planeando cosas desde que se enteraron el año pasado una semana después que el trece de Enero es mi cumpleaños, de seguro y me llevan a comer helado igual no me causa gran interés todo ese alboroto.

Voy camino a la universidad y Jacob no deja de mirarme con una gran sonrisa en su rostro, además de mi nana el siempre ha sido para mí como un hermano mayor y sabe perfectamente que desde aquel día no me gusta celebrar mi cumpleaños.

Iba a empezar a hablar pero como se por donde puede ir a parar esta conversación lo interrumpí.

—Ni se te ocurra Jacob Milésimo Augusto— le reprendí señalándolo con mi dedo.

— ¿Qué? si yo no voy a hacer nada Hazel Joaquina Carmencita—dijo riéndose y sacando un pequeño obsequio.

Fruncí el ceño— ¿Porque siempre haces lo mismo?

—Feliz cumpleaños Hazel— ¡rayos! por qué tiene que ser tan insoportable--dale ábrelo.

—No, todavía no—hice un puchero—sabes que esto jamás me ha gustado, eres un viejo cansón y amargado— le saque la lengua lo mas infantil posible.

—El hecho de que tenga veinticinco no me hace un viejo— sonrió—si no, un hombre con más experiencia.

Se estaciono y solo para darle más larga a el asunto de mi cumpleaños bajo el seguro de la puerta para retenerme en la camioneta.

—Jacob basta, solo detente, siempre haces lo mismo todos los años— fruncí ferozmente el ceño, me desconcertaba el que se empeñara tanto en festejar ese día que para mí ya estaba más que muerto, enterrado.

—La cosa mi querida Hazel es que te lamentas por algo que puedes cambiar y no lo haces.

¿Sera que tiene razón? ¿Sera que yo misma puedo cambiar todo esto?

—Solo inténtalo— dijo mirándome fijamente a los ojos, se que quiere ayudarme pero por alguna razón nunca quise aceptarlo hasta ahora, pero ¿de qué me serviría intentarlo? ¿Sería más feliz si lo hago? —Te quiero peque, que pases lindo día.

Salí del auto y entre a la universidad, es extraño no haber visto a Igor afuera ya que normalmente me espera ahí, sentí una pinchada e el pecho al sentir su ausencia a mi lado en el pasillo.

Fui a la primera clase y no está en su asiento detrás del mío, otra pinchada más fuerte en el pecho, pase a la segunda clase y tampoco.

Voy entrando a la clase de ciencias, que es la tercera, con la esperanza de verlo sentado esperándome en el mesón que compartimos y no tampoco está en esa, creo que alguien más se ha cansado de mi, el profesor como ve que Igor no llego me puso con el insoportable de James Martins, a él no hay quien lo tolere es egocéntrico, mujeriego, grosero, prepotente, tiene todas las definiciones horribles que se le dan a tipos como él, se cree el dueño del instituto porque sus padres tienen dinero y hace lo que le plazca.

—Hola hermosa—rodee los ojos y me aleje unos tres centímetros de el—¿Sabes? hoy voy a estar solo en casa—se mordió el labio tratando de ser sensual lo que causo que mi estomago se revolviera del asco—y necesito a una compañera como tu—lo ignore olímpicamente y al ver que lo hice me tomo con fuerza del brazo y me hizo mirarle, su mirada está plagada de una furia atemorizan te pero no deje que me intimidara lo encare para que se dé cuenta que no soy una cualquiera, me acerco a él e intento besarme pero lo golpee en su cosa y lo tire al suelo, gracias al cielo la clase ya ha terminado y agarre mis cosas y salí de ahí casi corriendo, no quise entrar a la cafetería y pase directo al patio de atrás.

Me dirigí a mi refugio para pensar un poco, ese maravilloso lugar me lo enseño mi mejor amigo Igor, es hermoso estar en esa torre que por años estuvo abandonada pero que ahora puede mostrar lo valiosa que es, la adorne con diferentes tipos de flores, banquillos blancos de esos que están en los parques e Igor me construyo un columpio con una tabla y unas sogas las cuales pinto y decoro con mis flores favoritas.

Estoy sentada en el columpio y sentí que alguien se posiciono detrás de mi, en un intento de pararme me agarro fuerte y me arrastro hasta la parte de la entrada, que por lo general es la más oscura, y me pego duro contra la pared haciendo que el golpe se escuchara, entonces vi quien era, es que como no lo pensé antes.

Sabía que no se iba a quedar tranquilo, tiene su mano en mi boca y se la mordí, haciendo que gritara y soltara mil insultos.

Volvió a posicionarse delante de mí y su mirada llena de oscura maldad hizo que cada vello de mi piel se  erizara, coloco sus manos a cada extremo de mi rosto y comenzó a besarme los labios como un depredador hambriento para luego bajar hasta mi cuello y bajando sus manos a mis muslos.

Y si, mal día para ponerme vestido pero...como vas a pensar que el chico con menos cerebro en el instituto va a querer abusar de ti el día de tu maravilloso cumpleaños.

Mientras lo hacía con más fuerza, mis lágrimas salían descontroladas de mis ojos. Rasgó la parte alta de mi vestido dejando a la luz mi brasier azul, su mirada llena de lujuria me asusto mucho mas sabiendo que, si no hacia algo esta vez sí pasaría, comencé a gritar con la esperanza de que alguien me escuchara, todos los recuerdos de aquel horrible suceso vagaron por mi mente sin contemplación alguna, y de alguna forma me estoy dejando vencer, no podía luchar ya no.