Donde el desamor me llevó

Capitulo 17

Cuando llegaron a la casa, guardaron todo lo que habían comprado y decidieron descansar un rato, ya que tenían pensado estar casi toda la noche en la calle. Decidieron ir a una discoteca a bailar salsa.

—¿Algunas de ustedes saben bailar salsa? —preguntó Ana.

—No, pero la cuestión es divertirse y no quedarnos aquí aburridas —dijo Marta.

Descansaron un rato, luego se ducharon y se arreglaron para salir a un pub. Ana se había ido con Klaus; tampoco sabían a la hora que iba a volver.

Ya en el coche, las chicas miraron el pub donde iban a ir, pero antes de eso fueron a comer algo. A la hora que entraron en el pub no había mucha gente; luego, en la noche, se fue llenando hasta el punto en que las chicas se estaban agobiando un poco. De pronto, Marta miró a un chico y le hizo señal a Sonia sin que Katy se diera cuenta.

—Sonia, mira ese chico que está de espalda con la morena esa. ¿No es Andreas? —le preguntó Marta señalando al chico.

—No creo; si quieres, nos acercamos un poco y con disimulo miramos —le dijo Sonia para salir de duda.

—No, que Katy se va a dar cuenta y cualquiera la escucha —dijo Marta.

Sonia le dijo de pasar, pero Marta no estaba tranquila; estaba segura de que ese chico era Andreas, pero la cuestión era qué hacía con esa chica y por qué había mentido a Katy. El ambiente en el pub se fue agobiando; las chicas decidieron irse porque ya había un par de críos que querían rollo con ellas.

—Vámonos, no tengo por qué aguantar a niños de biberón —dijo Katy un poco molesta.

Salieron del pub, pero tampoco tenían ganas de irse a su casa. Decidieron irse a una terraza a tomar algo; la noche, aunque estaba fresquita, apetecía estar afuera en la terraza.Allí estuvieron hablando un rato sobre las vacaciones del verano, ya que las de Semana Santa no se las podían dar.

—¿Dónde vas a ir si te dan las vacaciones? preguntó Katy a Sonia.

—Tal vez vaya a España, hace tiempo que no veo a mi familia. ¿Y tú? —le preguntó a Katy.

—También quiero a España, tengo que arreglar unos asuntos —le dijo a su amiga.

¿Y por qué no te vas a Escocia? —le dijo Marta.

—Siempre ha sido tu sueño ir allí —le volvió a decir.

—Ese viaje está pendiente, pero primero es más importante arreglar los asuntos pendientes que tengo en España —le dijo a su amiga.

—Qué pena, podrías ir y conocer a un guapo escocés —le dijo Sonia.

Katy puso los ojos en blanco y las tres empezaron a reírse. Ya cerca de la madrugada se fueron para su casa, entraron con cuidado de no despertar a Ana, ya que tenía muy mal humor si la despertaban.

Al día siguiente Katy se levantó tarde. Al ver el móvil, tenía mensaje de Andreas preguntando cómo había pasado el domingo y que para el próximo fin de semana quedarían.

Katy bajó las escaleras y sus amigas estaban en la cocina. Cuando la vieron corriendo, se callaron; no querían que se enterara de la conversación.

—¿De qué estabais hablando? —quiso saber.

—De lo bien que lo pasamos ayer —dijo Sonia.

No quería que se enterara de que Marta creyó ver a Andreas en el mismo pub donde estaban ellas.

Katy estaba tan cansada que no quiso saber por qué se callaron de pronto. Después de desayunar, hablaron de qué hacer el día; decidieron no salir. Habían planeado que el domingo sería un día de cine.

Lo que quedaba de marzo pasó enseguida; a mediados de abril, el jefe de las chicas las llamó a su oficinapara hablar del tema de las vacaciones.

—Katy, ¿qué día quiere tus vacaciones? —quiso saber su jefe.

—Me vendría bien la primera quincena de julio —le dijo a su jefe.

—Perfecto, sin problema apuntamos la primera quincena de julio para tus vacaciones —le dijo su jefe.

Las amigas de Katy eligieron también sus días de vacaciones: Ana en agosto y a Marta la última semana de agosto.

Ya en sus mesas de trabajo, una compañera de Katy se quedó mirándola; Katy estaba mirando una foto antigua.

—¿Qué estás mirando, Katy? —quiso saber.

—Estoy mirando que el sábado es el aniversario de lo ocurrido en Culloden y es una pena que no pueda ir —le dijo.

Katy le contó que ella había estudiado la historia de Culloden y que desde que lo estudió tenía curiosidad por ir, pero por motivos de trabajo y su relación con su novio nunca pudo ir.

—Su exnovio nunca quiso llevarla —le interrumpió Ana.

—Solo le importaba hacer cosas que a el le gustaban —esta vez fue Marta la que interrumpió.

—Menos mal que lo dejaste, porque por lo que me cuentan tus amigas, era un mujeriego —le dijo su compañera de trabajo.

—Sí que lo era, espero que ese ya no dé más señales de vida —dijo Ana.

Katy se quedó en silencio, no quería decir que llevaba tiempo que Luis le mandaba mensajes, no quería pelearse con Ana ni que malinterpretara los mensajes.

Al salir del trabajo, Katy se fue a comer;había quedado ese día con Andreas, cosa rara para sus amigas, ya que solo se veían los fines de semana. Cuando se vieron, Katy le dijo lo de las vacaciones; Andreas dudó un poco.

—Está bien, pediré vacaciones esos días e iré contigo a España; es más, nunca he estado en Málaga y me gustaría conocerlo —le dijo Andreas.

Katy se alegró; no quería ir sola por si se encontraba con Luis. Luego de cenar, Andreas la llevó a su casa. Ya al irse, se despidió con un beso y quedaron para salir el sábado.




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