Donde el desamor me llevó

Capitulo 24

Al día siguiente, Katy y Andreas se estaban preparando para salir a pasear por varios pueblos. Katy estaba en la cocina contándole a su madre lo que pasó la noche anterior con Luis.

—Si sigue molestándome, no me va a quedar más remedio que denunciarlo —le dijo Katy a su madre.

—Sería lo mejor, Katy ,Luis no te va a dejar en paz;tú eres la única que lo has aguantado; las demás no aguantan sus líos de falsa —le contestó su madre.

Katy sabía que su madre tenía razón; no le quedó más opción que llamar a Luis y advertirle que si seguía así lo denunciaría. Luis no se tomó en serio lo que le dijo.

—Venga, Katy, sé que lo dices para asustarme, pero ¿sabes qué? Voy a esperar;sé que vas a volver conmigo —le dijo muy convencido.

—Ni en mis peores pesadillas voy a volver contigo —le dijo antes de colgar el teléfono.

Salió de la casa con Andreas, se montaron en el coche que Andreas alquiló para esos días y visitaron varios pueblos de alrededor. A Andreas, cada sitio que veía más le gustaba. Durante el tiempo que estuvo allí, también fueron a Cádiz y Sevilla.

A Andreas le encantó Sevilla; se enamoró de la ciudad. Visitaron la Giralda y varios sitios más; se enamoró de Cádiz, de su playa, de su gente. Katy aprovechó y metió en un bote la arena de la playa.

—Katy, tu Andalucía es preciosa; los sitios que hemos visto me tienen enamorado —dijo Andreas.

—Me encantaría venir el año que viene y traer a mis niños para que lo conozcan —soltó de pronto Andreas.

—¿Perdona? Acabas de decir tus niños —preguntó incrédula Katy.

Andreas se quedó mirándola un poco asustado; no sabía cómo salir de esa.

—Quise decir mis sobrinos —le dijo Andreas.

—Tiene a sus padres, los pueden traer ellos —le dijo Katy.

Andreas quiso cambiar de conversación, para así no tener más enfado con Katy. Siguieron paseando, decidieron quedarse allí a dormir, fueron a un hotel; el hotel era bonito, tenía en la terraza una piscina. En la noche ellos se bañaron en la piscina y la vista de la catedral era preciosa.

—Katy, de verdad este viaje lo tenemos que repetir —insistió otra vez Andreas.

—Claro, me encantaría volver otra vez aquí —le contestó Katy.

—Qué pena que solo nos vayamos en cinco días, pero tengo que decirte que no me arrepiento de estar aquí contigo —le dijo dándole un beso.

Se salieron de la piscina y se fueron a la habitación, se ducharon y se fueron a la cama; se quedaron enseguida dormidos. Al día siguiente se tenían que levantar para volver a la casa de los padres de Katy.

Los días restantes Katy los pasaba en la playa. Una mañana, Jamie estaba en el jardín haciendo deportes y vio a Niall y a Malcom saludar a una chica. Cuando llegó a la casa, Jamie, en tono burlón, empezó a decirle cosas.

—Oye, Niall, tan pronto y ya quieres ligar con esa chica —le dijo Jamie.

Niall y Malcom pusieron los ojos en blanco.

—Para tu información, solo la estoy saludando, soy educado; segundo, tiene novio —le dijo Niall.

—Es guapa —quiso saber Jamie.

—Si es guapa, te he dicho que tiene novio y otra cosa, ya para que no preguntes más, es la chica del escándalo del restaurante al que fuimos a comer —dijo Malcom

Jamie se quedó mirando a sus amigos, miró hacia afuera y vio cómo la chica se alejaba.

—Porque no me lo habéis dicho antes, me hubiera gustado saber cómo está después de que ese tipo la dejara en ridículo delante de todos los que estaban allí —dijo Jamie.

—Mucho interés tienes tú —dijo Niall a Malcolm antes de irse a la cocina.

Llegó el día de irse al aeropuerto; el padre de Katy los llevó en su coche hasta el aeropuerto. Katy se despidió de su familia; su hermana pequeña lloraba porque no quería que se fuera.

—Katy, no quiero que te vayas —le decía con mucha pena.

—No estés triste, que el verano que viene vengo otra vez —le dijo a su hermana.

Katy se despidió; Andreas también las abrazó antes de irse. Se montaron en el coche rumbo al aeropuerto.

Jamie y sus amigos también estaban arreglándose para irse al aeropuerto; su avión salía en dos horas, pero querían estar antes para las maletas.

—Qué pena que nos tengamos que ir tan pronto; este sitio es muy bonito —dijo Jamie.

—Te doy toda la razón y lo bueno es que has cumplido con la promesa de no meter en tu cama a ninguna chica —dijo Niall.

—Bueno, no cantes victoria, que seguro que cuando lleguemos a Escocia lo hará —dijo Aiden.

Jamie miró a sus amigos y puso los ojos en blanco; siguió ayudando a las chicas a meter las maletas en el coche.

Llegaron al aeropuerto, facturaron sus maletas y estuvieron esperando al avión; en eso Jamie vio a Katy. Ella estaba de espalda facturando su maleta;él se quedó mirándola con la esperanza de verla de enfrente.

—¿A quién está mirando tan atento? —quiso saber Henry.

—Estoy mirando a esa chica, creo que es la del restaurante —dijo Jamie.

—¿Por qué estás tan seguro de que es ella? —le dijo Aiden.

Estás seguro que es ella? —le dijo Niall.

—Claro, lo sé por el chico que está con ella —dijo Jamie señalando a Andreas.

Katy y Andreas se fueron para su puerta de embarque; su avión salía en una hora. Jamie se quedó con las ganas de verla, le dio un poco de coraje porque sabía que ya no los iba a ver más y se quedó con esas ganas.

—Al final te quedaste con las ganas de verla —dijo Niall.

—Pues sí, parece raro que las veces que la he visto nunca he visto su cara —dijo Jamie

—Bueno, tal vez no estaba destinado a conocerla —le dijo Niall.

Jamie se quedó mirando la puerta por donde

ella entró, sin saber que el destino hará que se vuelvan a encontrar.




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