Jamie estaba en el pub con sus amigos tomando una cerveza y no se le quitaba de la cabeza lo que Katy le había dicho.
—Jamie, ¿estás aquí? Te veo muy pensativo —le dijo Niall.
—No es nada, solo estoy pensando en el proyecto que por fin se va a terminar —le contestó Jamie.
—Eso significa que ya no vas a estar más tiempo con Katy —le dijo Malcom.
—Sí, y por lo que se ve, es algo que ella está deseando —dijo Jamie, todo molesto.
Sus amigos se le quedaron mirando. Después de lo que pasó en Culloden, la relación entre ellos dos no había mejorado. Niall estaba preocupado; había visto a su amigo decaído después del enfado con Katy.Él conocía bien a su amigo y sabía perfectamente que él sentía algo por Katy, pero no quería admitirlo. Después de un tiempo, Jamie se levantó.
—Chicos, me voy; la fiesta ya terminó para mí —dijo levantándose de su asiento.
Se marchó dejando allí a sus amigos y confirmando sus sospechas.
—Al final la mujer que le leyó las manos va a tener razón —dijo Aiden.
—Desde que llegó Katy, Jamie está muy raro —dijo Henry.
George, Niall y Malcom le dieron la razón; su amigo estaba muy cambiado. Desde que Katy vino, ya él no había quedado con ninguna chica. Todos dedujeron que su amigo le gustaba Katy.
Al día siguiente, Jamie llegó más temprano al trabajo;allí ya estaba Katy.Al verla, la notó muy rara y se acercó a preguntarle.
—Katy, ¿estás bien? Estás un poco pálida —le dijo preocupado.
—Me he levantado con dolor de cabeza, solo es eso —le dijo y luego se puso a arreglar papeles.
Pero al cabo de un rato, le empezó a doler todo el cuerpo y fue a la oficina de Sam. Al entrar, le comentó que no se sentía bien.Él le dio permiso para irse a su casa. Katy, al salir de la oficina, fue directamente al médico. Ya no era dolor de cabeza; ya estaba empezando a sentir que le estaba subiendo la fiebre.
Después de salir del médico, compró algo de comida y, al llegar a su casa, llamó a Sam y le dijo que no podía ir a la oficina en un par de semanas.
A la mañana siguiente en la oficina, Jamie no vio a Katy y eso le preocupó. Al rato vio llegar a su jefe a la mesa de Niall; le dio un papel, vio como Malcolm hacía una foto al papel y Niall levantándose y recogiendo su chaqueta.
—¿Niall, se puede saber qué pasa? —le preguntó Jamie.
—Katy ayer fue al médico, está con mucha fiebre; voy a su casa a recoger el parte médico —le dijo Niall.
Jamie se levantó y se ofreció a ir él, pero Niall le dijo que Katy había dicho que fuera él. Malcom lo miró con pena, mientras hablaba con su novia para contarle lo de Katy y que ella fuera para ayudarle. A la media hora llegó Niall y le entregó el papel a Sam.
—¿Cómo está Katy? —quiso saber Jamie.
—Esta falta tiene mucha fiebre —le dijo Niall.
Al sentarse, le contó a Malcom todo, del motivo de que Katy puede estar mala. Jamie, al escucharlo, se sintió mal.Él dejó que Katy se fuera a su casa con la lluvia, no se ofreció a llevarla; en cambio, llevó a otra chica a su casa. Empezó a sentirse culpable. En toda la tarde, estuvo pensando en eso. Al salir, llamó a Iria; quería saber cómo estaba Katy.
—Iria, por favor, dime en qué planta vive Katy, quiero ir a verla —le dijo Jamie.
Iria dudó al principio, pero viendo la insistencia de Jamie, al final se lo dio. Jamie, al tener ya el número del piso de Katy, se fue directamente a su casa. Al llegar a la casa de Katy, tuvo que esperar un rato hasta que Katy le abriera la puerta. La imagen que vio le hizo sentirse más culpable:allí estaba Katy, con mala cara y con una manta por encima.
—¿Qué haces aquí? ¿Quién te ha dado mi dirección? —le preguntó Katy.
—Ahora no importa quién me ha dado tu dirección, ¿puedo pasar? —le preguntó.
Katy le dejó entrar, él cerró la puerta al entrar, Katy se acostó en el sofá; estaba empezando a marearse.
—Di que quiere y te puedes ir; no me encuentro bien y no tengo ganas de discutir —le dijo Katy.
—He venido para saber cómo estás. ¿Has comido algo? —le preguntó Jamie.
Katy negó con la cabeza.Él le preguntó dónde estaba la cocina y ella se lo indicó. Cuando entró en la cocina, vio la sopa que Iria le trajo, la calentó y la puso en la mesa, y levantó a Katy.
—Venga, Katy, come esta sopa que te ha traído Iría —le dijo Jamie sentándose al lado de ella.
—No tengo hambre, me duele todo hasta para aguantar la cuchara —contestó Katy.
Jamie agarro la cuchara y empezó a darle de comer a Katy, ella al principio se negó, pero estaba tan adolorida que al final tuvo que dejar que Jamie le diera de comer, cuando terminó Jamie llevo el plato a la cocina,al entrar al salón vio a Katy dormida,le quito un mechón de pelo que tenía en la cara y se asustó Katy estaba ardiendo en fiebre, llamo a Iria para saber a la hora que se tenía que tomar el medicamento,al colgar el teléfono, cogió a Katy en brazos y la acostó en su cama, después de taparla salio de la habitación rumbo a la puerta, después de estar un rato con la mano en el picaporte de la puerta, agarró las llaves de Katy y se fue de allí,se montó en su coche y se fue a su casa,al llegar a su ap,cogio una bolsa y puso ropas suyas y un par de cosas más,de camino se llegó a comprar un par de cosas en el supermercado,al cabo de una hora,estaba abriendo la puerta de la casa de Katy, había decidido quedarse esa noche alli, por si Katy se ponia peor, puso sus cosas en el dormitorio que Katy tenía libre,se ducho en un momento y se puso su pijama,al entrar en la habitación de Katy vio que estaba dormida,el se fue a la otra habitación y se acostó,a las tres de la madrugada escuchó a Katy quejarse y fue a la habitación,se asustó cuando la tocó y vio que estaba ardiendo, corriendo fue por un paño húmedo y lo fue poniendo en la frente, luego miro la hora para saber si ya podía darle el medicamento,la levantó como pudo y le obligó a tomarse el jarabe ya que Katy se resistía, ella al abrir los ojos se sorprendió de verlo alli