Al día siguiente Katy llegó a su trabajo; allí estaba ya Jamie, que cuando la vio se le iluminó la cara, pero enseguida disimuló su expresión. Habían acordado que por ahora nadie se tenía que enterar de lo que pasó.
Niall y Malcom llegaron al rato, saludando a los dos. Al rato, Sam llamó a Katy y a Jamie a su oficina; ellos fueron y se sentaron en los asientos que Sam les indicó.
—Os he llamado para deciros que el proyecto ha sido un éxito; sabéis trabajar en equipo a pesar de vuestra diferencia —le dijo Sam.
Tanto Jamie como Katy estaban contentos porque el proyecto había salido bien. Salieron de la oficina felices por el proyecto y porque se habían ganado una gratificación. Antes de ir a sus asientos, Jamie quiso hablar con ella, pero ella en ese instante recibió una llamada, fue a la sala de descanso y atendió el teléfono.
—Katy, tengo que hablar contigo —dijo Ana desde la otra línea.
—Vaya, qué poco le ha durado el romance; solo espero que no me vuelva a mandar mensajes —le dijo Katy.
—Esperemos que sea así; de todas formas, yo avisaré a la empresa por si llama otra vez —dijo Ana antes de colgar.
Katy se quedó mirando la pantalla, no quería preocuparse, pero Luis llevaba un año agobiándola y lo que pasó en el restaurante fue ya la gota que colmó el vaso. No se dio cuenta de que Jamie estaba detrás y cuando él la quiso abrazar, ella pegó un grito que asustó hasta a Jamie.
—Katy, perdona si te he asustado, no era mi intención —le dijo Jamie, todo preocupado.
—Katy, estás temblando. ¿Ha pasado algo? —volvió a decir.
Ella negó con la cabeza. En ese momento entró Malcom y vio la situación; había ido a ver qué pasaba cuando escuchó el grito de Katy. Ella dijo que no pasaba nada, que no se esperaba a Jamie.
Jamie miró a Katy preocupado, pero ella le hizo un gesto de que estaba bien.Él se fue a su asiento dejando a Katy con Malcom; no quería irse, pero no podía dar señales de que había pasado algo entre ellos.
—Katy, podemos hablar —le dijo Malcom.
—¿Qué quieres que hablemos, Malcom? —le contestó.
—Iria me contó lo de tu ex, hay algo que no sabes: el año pasado cuando te peleaste con tu exnovio en el restaurante, nosotros estábamos allí, lo vimos todo. Chocaste con Jamie y él quiso ir a defenderte, pero otro chico se adelantó —le contó Malcom.
Ella se quedó con la boca abierta. Ellos fueron testigos de lo que pasó en el restaurante, de que Luis la quiso humillar. El chico con el que chocó era Jamie; se quedó mirando a Malcom y en ese momento se acordó.
—¿Eras Niall y tú a los chicos que saludé? ¿También erais el grupo que salió corriendo al autobús del aeropuerto? —le preguntó Katy.
—¿Tú estabas en el autobús? —preguntó sorprendido Malcom.
Katy asintió con la cabeza, le contó a Malcom que ella fue de vacaciones con un amigo, el que la defendió, pero que ya no eran parejas; que la razón por la que estaba en Escocia era para olvidar la ruptura de ese chico. También le dijo que no dijera nada de los mensajes de Luis.
—Katy, no te preocupes, no diré nada, pero si en un momento dado te vuelve a molestar tanto Niall como Jamie, lo tiene que saber; no tienes por qué estar sola en esto —le dijo.
Katy, al escuchar eso, se le humedecieron los ojos; se sentía sola cuando llegó, pero poco a poco fue ganando nuevos amigos.
El tiempo fue pasando. Katy no había recibido ningún mensaje de Luis; eso la tranquilizaba. Cada día se iba integrando más al grupo; sus encuentros con Jamie se hacían más frecuentes.Él pasaba casi todas las noches en casa de Katy o viceversa; cada rincón de cada casa era testigo de sus noches de pasión.
A principios de junio, cuando estaban en el pub después de una jornada de trabajo, estaban todos reunidos haciendo planes; Niall miró a Jamie.
—Oye, ¿ya le has dicho a tu hermana que Katy también va a su boda? —le preguntó Niall.
—Si ya está al tanto, ya sabe que Katy es una más del grupo —dijo Jamie bebiendo un trago de su cerveza.
—¿Cuándo pensaba decírmelo? —preguntó ella.
—Ahora te lo estamos diciendo —dijo Jamie, sabiendo que había metido la pata.
Katy se disculpó y se levantó diciendo que se tenía que ir, que no se acordaba que tenía una videollamada con sus amigas. Jamie estaba por levantarse, pero ella le indicó con la mano que se quedara.
—¿De verdad que no le dijiste a Katy lo de la boda? —Jamie es la semana que viene. ¿Cuándo se lo ibas a decir? —preguntó Niall un poco enojado.
Jamie se levantó sin contestar a la pregunta de Niall. Había metido la pata al no decirle a Katy lo de la boda;salió del pub y fue directo a casa de Katy. Cuando llegó a la casa, abrió la puerta, encontrándose a Katy sentada en el sofá.
—Katy, déjame que te explique —dijo cerrando la puerta.
—Venga, cuéntame, ¿cuándo pensabas contármelo, el día de la boda? —le preguntó Katy.
Él se sentó al lado de Katy y le contó todo. Ella lo miraba; no estaba enfadada, pero sí un poco molesta. Ella no quería ir a la boda, no conocía a la hermana de Jamie, pero lo peor es que Jamie le dijo a la hermana lo que había entre ellos.
—Katy, ¿qué tiene de malo que le diga a mi hermana que somos novios? Porque lo somos, verdad? —preguntó un poco asustado.
—¿Lo somos? Ahora me entero que somos novios. Somos los típicos novios que antes de las citas pasamos a la acción —dijo ella sonriendo.
—Bueno, nosotros lo hicimos todo al revés. ¿Vas a venir a la boda? Mi hermana no va a decir nada —le dijo acariciándole la cara.
Katy lo miró, de pronto se sentó encima de él, asintió con la cabeza; eso hizo sonreír a Jamie.Él le acarició la cara y ella lo besó. Jamie metió su mano por debajo de la camiseta de Katy acariciándole los pechos, le quitó la camiseta y el sujetador;él empezó a besarle los pezones, le mordisqueaba haciendo gemir a Katy.Él se levantó con ella encima y la llevó a la habitación.
Katy estaba en la cama; el brazo de Jamie estaba abrazado a su cintura. Katy lo miraba.
—Hasta durmiendo es guapo —se dijo mientras lo acariciaba.
Al rato escuchó el móvil; había recibido un mensaje. De pronto sintió pánicoal pensar que era Luis.
—Luis está en Alemania, ha venido a ver si estás aquí —le escribió Ana.