Donde el desamor me llevó

Capitulo 58

Los días siguientes fueron todo un caos: Katy tenía que preparar una boda, Jamie quería casarse en verano, Marta se mudó con ella al apartamento, Sam la recibió muy bien en su nuevo trabajo y Niall estaba feliz de que Marta decidiera venirse antes de Navidad.

Katy recibió la noticia de que Luis se fue a España pendiente de un juicio por maltrato. Katy lo denunció y era algo de lo que no se arrepentía. Ana y Sonia volvieron a Alemania; querían arreglar algunos papeles y Ana tenía que preparar su boda. Quería casarse en Alemania, sobre todo por la familia de Klaus.

Un sábado por la mañana, Iria, Marta y Katy fueron a comprar. Katy fue a buscar los vestidos de novia y se probó unos cuantos.

—Me gusta este vestido, es más, he pensado ponerme en la cintura un cinturón con el color del clan de Jamie, como tú hiciste en tu boda, Iria —decía Katy mientras se miraba en el espejo.

—Cuando te vea, Jamie va a llorar y para él será un honor que lleves el color de su clan —le contestó Iria—. Tú creo que vas a ser la siguiente —le dijo a Marta.

—Bueno, todavía es pronto, nos estamos conociendo —contestó roja como un tomate.

Terminaron de probarse el vestido, de allí fueron a comer. Estando en el restaurante, recibió un mensaje de su madre, diciendo que después de Navidad era el juicio que tenía con Luis. Marta la miró y quiso saber qué pasaba.

—Es mi madre; el juicio que tengo con Luis es en enero —dijo antes de que Marta le preguntara.

—Esta vez se lo dirás a Jamie, no te vas a quedar callada —le replicó Iria en tono muy serio.

Katy le prometió que esta vez no se callaría; aunque se lo dijera, quería ir sola al juicio. Conocía bien a la familia de Luis y podían armar un escándalo a Jamie e incluso ponerle una denuncia por agresión a su querido hijo.

Terminaron todo y se fueron a sus respectivas casas. Cuando llegaron, sentados en el sofá estaban Jamie y Niall. Marta le dio un beso antes de soltar las cosas. Jamie la sentó en el sofá; venía a darle una buena noticia.

—Cariño, he estado haciendo todo lo posible para hacerte feliz y lo he conseguido; ya tenemos el día y la hora para nuestra boda y será en el castillo de Eilean Donan —le dijo muy emocionado.

—¿Nos vamos a casar en Eilean Donan? —preguntó, feliz por la noticia.

Jamie asintió con la cabeza; Katy lo abrazó. Sentía que todo lo bueno le estaba llegando: tenía un trabajo que le gustaba en el país en el que ella soñaba con vivir, se iba a casar con el hombre que amaba y en el castillo de sus sueños.

—Claro que nos vamos a casar en el castillo, mi pija engreída —dijo riéndose.

—¿Pija engreída? Alguien me puede explicar por qué Jamie te ha llamado así —preguntó Marta, haciendo que los tres se rían.

Jamie le explicó todo, de por qué vienen esos motes; también le explicó su fama de mujeriego y la de veces que Katy se lo escupía en la cara. Marta miraba a Katy; no le extrañaba esa actitud de su amiga, era su forma de actuar cuando un chico le gustaba, cosa que se lo dijo a Jamie y él miró a Katy haciéndose el sorprendido.

—Así que te guste desde el primer día que me viste, yo pensaba que era el único —dijo riendo.

—No sueñes, mujeriego, me empezaste a gustar con el tiempo —dijo Marta, mirando a Marta con ganas de matarla y haciendo reír a Jamie.

En la cena, Katy le contó a Jamie sobre el juicio. Él le prometió que estaría a su lado ese día, no la pensaba dejar sola, no quería meterla sola en la cueva de los lobos. Katy le enseñó los mensajes de la madre de Luis; Jamie se tensó.

—Katy, puedes denunciarla, esto son amenazas esta familia no es feliz? ¿No te van a dejar en paz? —preguntó indignado.

—Están aburridos y hacerse la víctima les va muy bien; sabes, nunca me han podido ver, porque nunca me dejé dominar por mi ex suegra, aunque por culpa de Luis mi autoestima bajó —dijo pensando en esas palabras que le dijo Luis.

—Katy, olvídate de lo que te dijo; ya hablamos de lo que vales, todos te queremos y eso es lo más importante para ti —le dijo, abrazándola.

—Bueno, vamos a quitarnos estos malos rollos. ¿Salimos a dar una vuelta? ¿Vamos a los puestos navideños? —sugirió Niall.

Jamie aceptó encantado. Fueron a los puestos. Marta y Katy estaban entusiasmadas viendo todo. Por un momento las dos pensaron en la primera Navidad en Alemania; en el fondo extrañaban eso, pero no se arrepentían de estar en Escocia.

Jamie miraba a Katy; estaba feliz. Iba a ser la primera Navidad que iba a pasar con ella y las que seguirían.

—El año pasado la pasamos solo, aunque tú en la cama de una rubia, y ahora mira este año con el amor de tu vida —le dijo Niall mirando a las dos chicas.

—Tú tampoco lo vas a pasar solo. ¿Ya sabe Marta que va a conocer a sus futuros suegros? —le preguntó Jamie.

Niall asintió con la cabeza. Jamie lo miró, vio que a su amigo realmente le gusta la amiga de Katy. Él solo le había presentado a sus padres una novia; él tenía planes con ella, pero descubrió que lo engañaba. Por eso que Niall presentara a Marta a sus padres es porque él tenía intención de casarse con ella.

Pasearon un buen rato, Marta y Katy haciendo fotos, Niall y Jamie comprándole todo lo que le gustaba a las chicas a pesar de las protestas de ellas.

Ya en la casa, Marta y Katy estaban en el sofá con una taza de chocolate caliente; estaban viendo películas antiguas navideñas, las preferidas de Katy.

—Katy, nos fuimos a Alemania a vivir una aventura y fíjate, la aventura la terminamos en Escocia y juntos a dos hombres que nos quieren —dijo a Katy mientras bebía su chocolate.

—Recuerdo cuando planeamos irnos a Alemania. Tienes razón, nos fuimos a la aventura a vivir nuevas experiencias y esa nueva experiencia la vamos a vivir aquí; ahora solo falta que esta aventura la vivamos las cuatro juntas, como en Alemania —dijo Katy mirándola.




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