Donde el desamor me llevó

Capitulo 59

La víspera de Navidad llegaron Niall y Marta; se fueron a Falkland, a casa de los padres de Niall. Malcom e Iria las pasarían en casa con su familia. Aiden había decidido irse a Alemania con Sonia; James y Katy lo pasarían en Dornie; George y Henry se irían a Edimburgo con sus novias.

Katy estaba preparando la maleta cuando llegó Jamie. La vio muy apurada y preocupada porque había llamado a su madre y no le cogía el teléfono; Jamie la tranquilizó justificando que estarían de compras navideñas.

Llegaron a Dornie; Aileen recibió a Katy con un gran abrazo. Ada ya estaba allí; Alex y el marido de Ada estaban poniendo el árbol de Navidad.

—Jamie, ayuda a tu padre a terminar con los adornos, porque a este paso no van a terminar nunca —dijo Aileen poniendo los ojos en blanco.

Entraron en la casa corriendo ya que estaba nevando y hacía mucho frío; al rato salió Jamie con la excusa de que se le había olvidado algo.

—Katy, cariño, te noto muy triste. ¿Qué te pasa? —preguntó Aileen muy preocupada.

—He llamado a mi madre y no me lo coge y la echo de menos. El año pasado pasé las Navidades sin ella y fue muy triste; serían tres años con este sin pasar las Navidades en familia —dijo triste.

—Katy, nosotros ahora también somos tu familia; es más, me gustaría que me llamaras mamá. Tu madre estaría muy feliz sabiendo que por fin tienes una familia política que te quiere —dijo abrazándola.

Katy la abrazó emocionada por sus palabras. Después de dejar las maletas en su habitación, ayudó en la cocina, miraba de vez en cuando el reloj, pues Jamie hacía dos horas que se había ido. Ada y Aileen se miraban y le quitaban importancia al tiempo que tardaba Jamie. Al cabo de las horas llegó ya Jamie. Katy salió para preguntar por qué había tardado tanto, cuando escuchó una voz familiar, fue corriendo a recibir esa visita inesperada.

—¿Mi familia está aquí? Esa voz es de mi hermana. Ustedes sabían todo y no me lo contaron —quiso saber Katy con lágrimas en los ojos.

—Si te lo hubiéramos dicho, no sería una sorpresa; anda, corre, ve a saludar a tu familia —dijo Ada llevándola hasta la entrada de la casa.

Katy salió corriendo; al ver a su madre, la abrazó, lloró y la abrazó tan fuerte que no la quería soltar. Ese abrazo es lo que ella más necesitaba. Luego abrazó a su padre y a su hermana; su hermano estaba allí callado, avergonzado y con sentimientos de culpa.

—Katy, perdóname; si no le hubiera dado tu número de teléfono a Luis, todo esto no hubiera pasado. Me siento culpable por lo que te ha pasado —dijo sin poder mirarle a los ojos.

—Daniel, tú no tienes la culpa, creíste en su mentira, pero tú tampoco sabías lo que iba a hacer —dijo, tranquilizándolo.

Daniel se sintió más aliviado al escuchar a su hermana; la abrazó . Luego Katy le preguntó a Jamie cómo consiguió hablar con sus padres.Él le explicó que fue Marta quien le ayudó. Katy presentó a su familia a su cuñada y a su futura suegra. Aileen los llevó a sus habitaciones. Después de un viaje agotador, se sentaron a comer. Estuvieron hablando de la boda; todos estuvieron de acuerdo en que se casaran en Dornie.

—Ligia va a ser una de mis damas de honor; en estos días tenemos que ir a probarte el vestido —dijo Katy mirando a su hermana pequeña que ya estaba dando brinco de alegría.

—Katy, ¿por qué os casáis tan pronto? No lleváis aún ni un año —preguntó su madre.

—Clara, Katy es la mujer de mi vida, no quiero esperar mucho tiempo para sellar nuestro amor; además tengo 35 años, yo creo que ya va siendo hora de que forme una familia —le explicó Jamie mirando a Katy.

—Por fin me vas a dar un nieto, apúrate antes de que se te pase el arroz —dijo riendo, provocando las risas de todo.

—¡Mamá! Déjate de bromas, los hijos ya llegarán. —Katy se puso roja como un tomate.

—Mi querida suegra, sobre los hijos, no te preocupes, que nos pondremos a ellos cuando nos casemos —dijo, haciendo que Katy se ponga más roja y que Aileen y Clara aplaudan de alegría.

Terminaron de comer y recogiendo la mesa, luego Katy y su madre estaban en el jardín esperando a Aileen y a Ada. Ella estaba abrazada a su madre; no quería soltarla.

—Ahora entiendo por qué te gustaba tanto este castillo, es muy bonito. Me alegro de estar aquí contigo y de que hayas encontrado una familia que te quiere y Aileen te trata como una hija más y eso se agradece —dijo Clara, abrazada aún a Katy.

—Ya lo sé, pero, mamá, a veces necesito un abrazo tuyo; ojalá pudiera teneros más cerca —le dijo Katy.

—Katy, mi amor, tu padre en un par de meses se jubila, eso significa que podremos viajar más veces, vendremos aquí y ya no habrá problema para quedarnos todo el tiempo que queramos; además, tengo que mimar a mi futuro nieto —dijo haciendo reír a Katy.

Los siguientes días fueron muy felices para Katy; su hermana eligió su vestido de dama de honor y Katy, después de dos años, pudo celebrar la Navidad con sus dos familias. El día de la partida para Katy fue muy duro; no quería despedirse de su familia, su hermana lloraba abrazada a Katy.

—Ligia, el mes que viene nos vemos; tengo que ir a Málaga —le prometió, haciendo feliz a su hermana.

Clara le prometió que ese día estaría con ella, para que no pasara el mal trago sola. Jamie le prometió que él también iba a estar allí.Clara, al escuchar eso, se tranquilizó. Se subieron al avión. Katy salió del aeropuerto con lágrimas en los ojos. Ya en el coche, Jamie la estuvo consolando un rato. Ya cuando se calmó, se fueron para Falkland . Había quedado con Niall y Katy aún no conocía el pueblo. Cuando llegaron, ya estaba Niall y Marta esperándolo. Katy se enamoró del pueblo. Se fueron a comer a un restaurante. Estaban charlando animadamente cuando recibió un mensaje. Katy y Marta se miraron, pues Marta sin querer miró quién era la persona del mensaje.

—¿Estás contenta? Por tu culpa tengo un juicio y mi reputación está dañada.




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