Nací en una familia donde nadie esperaba mi llegada.
Mi existencia fue una sorpresa para todos, incluso para quienes debieron haberme estado esperando. Pero no fue así.
Mi madre, con un silencio lleno de temores, ocultó su embarazo por meses. Quizás por miedo, quizás por sentirse sola, juzgada o sin fuerzas para enfrentar lo que venía. Pero en medio de toda esa incertidumbre, ella tomó una decisión que marcó mi vida: quedarse conmigo.
No sé cuántas veces pensó en rendirse, en desaparecer o en negarlo todo. Pero al final, me eligió. Me protegió, aunque en silencio. Me llevó dentro de sí, aunque nadie más lo sabía.
Y yo, sin entender nada, ya empezaba a escribir mi historia desde el vientre… una historia marcada por lo inesperado, lo difícil, pero también por un propósito divino.
Porque hoy entiendo algo:
No fue un error.
No fui un accidente.
No llegué por casualidad.
Dios ya me había pensado. Él ya me había llamado. Incluso cuando el mundo no me estaba esperando, Él sí lo estaba.
Este primer capítulo de mi vida fue escrito con lágrimas, sí… pero también con una promesa escondida entre líneas:
“Antes que nacieras, ya te conocía. Antes que salieras del vientre, te consagré.” – Jeremías 1:5
#1093 en Otros
#9 en No ficción
amor a dios, este libro contiene sentimientos, este libro es sobre amor
Editado: 09.08.2025