Corrí como alma que lleva el diablo, pero en algún punto comencé a ver doble y empecé a caminar más lento… mi cabeza daba vueltas e intenté seguir corriendo, cuando vi al chico correr delante de mi con su horrible gato, entonces hice algo que no debí hacer voltee a ver hacia atrás y los vi demasiado cerca así que me asuste afloje aun más el paso y de repente escuche un grito:
—Corre Lilian, que ahí vienen —
—No puedo res…pirar —. Dije como un pollo blanco con voz asfixiada, mi físico era horrible
Los gansos graznaban frenéticamente, tal vez esto no había sido buena idea, mierda, uno de esos feroces gansos me perseguía y yo me desmayaría, corrí y corrí cuando vi la casa de mi tío creí que había conseguido la SALVACIÓN, cuando de pronto tropecé y ví como mi oportunidad de no morir se desvanecía, caí lentamente lo juro, el ganso mayor se acercaba más y más y mi rodilla se negaba a seguir, ¿Dónde hay una jeringa con anestesia cuando la necesitas? Este debería ser el momento en que me convierto en héroe o algo así, mis poderes surgen y yo vuelo a través del viento, la marea, podría imaginarlo sino fuera porque ese ganso infernal viene tras de mi
—¡Joder Lili! Corre —gritó él, como si yo fuera flash y mi rodilla no se estuviera desangrando y como si ese fuese mi nombre, quería decir es ¡Lilian! Pero no tenía fuerzas y los gansos ya iban a comerme
Cuando de repente sentí que alguien me tomaba del brazo y me instaba a avanzar, era el desconocido, pero yo no podía avanzar más y no es como fuese muy liviana así que solo me rendí moriría ahí desangrada y comida por gansos, sin un talento encontrado, un fracaso total como había dicho ese profesor que yo sería
—Corre tú chico, mi camino de la vida termina aquí
—¿Qué? ¿camino de…? ¿siempre eres tan dramática? ¡levántate! ¡te ayudaré! Que no quiero deberle nada a nadie —se refería a cuando despiste a los gansos
Así que cuando los gansos ya casi nos alcanzaban logré levantarme con la ayuda del extraño y corrí de nuevo, mi esperanza volvió, iría a la casa de mi tío y sería salvada
Pero para mí mala suerte no estaba ahí, todo estaba cerrado, grité, pero nadie salió
—¡vamos! Mi abuelo vive cerca
Corrí, cuando visualicé la casa del señor Manuel ¿era nieto de ese señor tan amable? No sabía que tuviera hijos
—¿eres nieto del señ…or M…a…nuel —dije con voz entrecortada
No contesto, habíamos perdido de vista los gansos, pero aun se podía escuchar sus graznidos a lo lejos.
—¡Abuelo! Abre la puerta —grito el chico
La puerta se abrió y el señor Manuel nos recibió con una cálida sonrisa que se desvaneció al vernos colorados y con ojos asustados
—¡pero Lilian ¿Qué ha pasado?! —si, asumió que era mi culpa
Yo que casi no podía formular oración porque me faltaba el aire dije:
—gan…sos ase…sinos, bru…ja digo, Martha —el chico suspiro como fastidiado y entro a la casa, los gansos ya no se oían
—Gael ¿Qué paso? —preguntó el anciano mientras me invitaba con un gesto a pasar y sentarme
—fui donde esa tal bruja
—¿No dijiste que no crees en brujas? —le preguntó su abuelo, el chico rodo los ojos
—el caso es que, no había nadie solo esos horribles gansos que nos persiguieron… —mientras él explicaba a su abuelo yo trataba de arreglar mi respiración para volver a la vida, estaba mareada y creía que iba vomitar.
—y luego me encontré a la Lilith de la Biblia…—iba protestar, cuando vi mi rodilla y entonces… vomité
Estaba llena de sangre y arena, pero lo que más me aterraba era la sangre, ¡mierda! vomite encima del gato que automáticamente se erizo e hizo ese sonido que me aterraba, creo que iba lanzarse encima mío cuando el anciano dijo
—¡Gael! Controla ese animal
—¡Bernardo! —reprendió el chico a su gato, aunque protesto diciendo —pero es culpa de ella, porque tenía que vomitarle encima
Yo quería matarlo, pero no tenía fuerzas, así que me limite a verlo mal.
—Chico mal educado, no ves que esta enferma, ve a tráele agua
—Pero…
—¡Rapido! —dijo mientras volvía su vista a mi
—no te preocupes Lilian, estarás bien ahora ve a lavarte para poder curarte
Así que eso hice, el señor Manuel había sido medico naturista en su juventud confiaba en su criterio, cuando terminé de lavarme y tratando evitar ver la sangre fui donde el señor Manuel de nuevo.
Estábamos en la sala, el Señor Manuel dijo:
—iré por un poco de alcohol —mientras yo caminé sosteniéndome en una sola pierna al sillón
En ese lapso, el chico llego con el agua
—¿seguro que no le pusiste veneno?
—Que graciosa
—Más te vale ser amable Gael —dijo el anciano mientras se acercaba y comenzaba con la curación, el Señor Manuel siempre había sido amable, siempre permitía que tomara algunas manzanas de su jardín y cuando venía generalmente me regalaba un trozo de pastel, vivía solo y a casi nadie le gustaba pasar tiempo con él porque siempre hablaba de plantas y cosas que empezaban con la frase cuando yo era joven… pero lo cierto era que yo amaba las manzanas y las historias no me molestaban del todo, sin embargo desconocía totalmente que tuviera hijos, todos en el sector creíamos que no tenía a nadie por eso mi madre siempre se compadecía de él y lo invitaba para las cenas de navidad, además a veces veníamos a ayudarle a organizar su casa, la cual era demasiado grande para una sola persona —Lilian y su madre son quienes hacen que esta casa no se caiga del polvo.
—Si abuelo —declaro el susodicho con cierta resignación —y gracias Lilith por ayudarlo
—Me llamo Lilian, por cierto —dije tratando de sonar cordial por el Señor Manuel, lo cierto era que estaba segura que sabía que me llamaba Lilian, pero le daba igual
—Lilith te queda mejor —dijo mientras su abuelo terminaba de poner una venda en mi rodilla
Yo fingí una sonrisa y rodé los ojos ya más tranquila, lo mejor era irme a casa, hasta que de repente caí en cuenta de algo ATERRADOR, yo había ido donde la bru… Martha en bicicleta, ¡Mierda! entonces todos los hechos anteriores deambularon frente a mis ojos
Editado: 29.08.2021