Donde nos conocimos

Capítulo 1

Estaba sola, llorando en mi cuarto, el hijo de puta de Luciano, me hacía rabiar de solo pensar en lo que me había hecho, derrepente me llegó un mensaje, era el, que quería ahora??!!

Le respondí, (cosa que lamento).

-Que quieres?-le dije intentando ser lo más fría posible-

-Disculparme, quiero que vuelvas a ser mía, porfavor         -mientras leía su mensaje me enojaba aún más-

-Que te pasa? No soy un objeto para "ser tuya" ¿quien te crees que eres?-le dije empezando a querer matarlo, se estaba pasando de la raya-

-Perdón, te amo y quiero que estemos juntos, nos lo merecemos-

-No, yo no me meresco una escoria como tú.-

En ese instante después de mandar el mensaje, lo bloqueé, lo bloqueé de todo, de mi mente, de mi corazón, y de mis redes sociales, todas, el ya no existía para mí, no después de todo lo que paso.

Le pedí a mi amiga, Amber, que viniera a mi casa, necesitaba que ella estuviera ahí para apoyarme.

Después de un rato escuche el timbre, mire por la mirilla y estaba ahí, ya habían llegado mis refuerzos.

Cuando abrí la puerta me abrazo con mucha fuerza, caí rendida al llanto, y me consolo, como siempre, con un kilo de mousse de chocolate, ella trabaja vendiendo mousse así que le es fácil traerme un poco de vez en cuando.

-Hola, estás bien? Que paso?-me dijo ella con su voz suave y tranquilizadora que me hace relajarme y sentirme segura-

-Hola, si, estoy bien, gracias...-hubo un silencio hasta que le conté todo-

-Lo que pasa es que el puto Luciano me engañó con una puta cualquiera que se encontró en el café cerca de su trabajo, el me lo dijo-le conté mientras me tragaba medio kilo de mousse-

-Oh-me dijo sorprendida- que imbesil, como se atreve a hacerte eso, da igual tu eres demasiado para el y el es basura para ti-me dijo con tono serio-

-No lo sé, aún no puedo creerlo, no logro procesarlo.-dije con tono triste-

-Esta bien  tomate tu tiempo y busca a alguien más, cuando estés lista te ayudaré con eso.

-espera-le dije- hagámoslo, busquemos a alguien para mí.

-esa es la Luna que conozco-dijo riendose- ok-dijo poniéndosee seria- veamos, ya se, pásame tu celular, te registraré en TODOS los citios de citas pero partamos por uno, y si no te interesa nadie vamos a otro hasta que tengas todos, ok?

-me queda otra opción?

-no.

Después de un rato de ir buscando de aplicación en aplicación me empecé a aburrir, ya habíamos pasado por toda aplicación existente a excepción de una, tinder, al ser de las más conocidas nos sorprendió que fuera la última, así que la instalamos, creamos la cuenta y empezamos.

Había un tipo que vivía con un kiwi y no, no la fruta, lo eliminamos, había otro que era normal pero era muy feo, así que lo eliminamos, y así la lista siguió creciendo hasta que dijimos.

-ok, un último y paramos.

-de acuerdo -dije yo ansiosa-

Cuando ella entró al siguiente había un tipo guapo, que parecía inteligente, había estudiado derecho pero luego se cambió a estudiar medicina.

En ese momento, en ese justo momento donde le mandé una solicitud sentí, que todo empezaba ahí.

.

 

 



#37873 en Novela romántica

En el texto hay: celos, romance, libros cortos

Editado: 28.05.2019

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.