#Beth
—Beth — susurra mi esposo, cuando regreso a la fila después de mi presentación. Todavía puedo sentir la mirada del rey pero no presto atención. No cuando su esposa nos está observando con mucho odio en la mirada. —¿Que pasa, cielo? Te pusiste pálida
Niego.
—No me pasa nada, es que todo esto me confunde pero espero que nos podamos acostumbrar muy pronto. Deben ser las consecuencias que hablaron los guardias que podríamos experimentar.
—En ese caso, sí.— Afirma.— Yo también me siento preocupado por todo lo que hemos dejado atrás, así nos digan que no importa. ¿Que sala te asignaron, por cierto?
—Estaré en al área de la cocina — Le contesto.— Creo que eso se me da bien, amabas mis comidas.— Sonrío.— Aquí me dijeron que nadie tiene hambre, simplemente cocinamos porque es una forma de crear hábitos y ser felices hasta que regresemos hacía otra vida.
—A mi me enviaron al área del jardín. Estoy feliz con eso.
Escuchamos la voz del rey que levanta su copa y hace el brindis, feliz por nosotros ya que fuimos almas buenas en la tierra.
Tengo miles de interrogantes en la cabeza, Tengo tantas cosas sin respuestas. Espero que todo al final pueda ser explicado porque desde que estoy aquí me he sentido diferente.
***
Después de varias semanas, he aprendido todo sobre hacer pasteles de mano de la mejor del universo. Es algo realmente bonito de aprender. Hoy me toca levantarme temprano para terminar de hacer mi presentación, entonces camino durante y largo para poder recoger unos materiales.
Cuando una sombra se para delante mio.
Es el rey.
¿Que hace aquí?
Pero solo él me observa sin decir ninguna palabra.