Dos Mundos Diferentes

SU MIRADA

Quien diría que la persona que tocara aquella hermosa melodía seria la chica más hermosa que haya visto, el sonido de que salía aquellas teclas de piano era tan bonito, como la chica; nunca imagine que me enamoraría de esta forma y vaya que era raro, pero a la vez bonito, el sonido que se escuchaba en la ópera era tan cautivador que te llenada de nostalgia y a la vez de una paz de la cual no quisiera salir nunca.

Al mirar más de cerca recordé que esa chica era la misma chica del tren la misma que me defendió de unos policías, nunca pensé encontrarla de nuevo, pero aun así no perdió la esperanza de encontrarla de nuevo y eme aquí escucharla tocar el piano en la misma opera que vivo y trabajo. Tantas eran mis ganas de poder hablar con ella que quise interrumpir la hermosa melodía que tocaba, pero no me atreví, pues ella estaba tan concentrada tan en su mundo que preferí verla tocar.

Así como ella tocaba el piano yo me propuse poder tocar el violín y poder algún día tocar a su lado y así ser de su clase, de su mundo como muchos decía, ese mismo día, con mis ahorros compré unas hojas y una tinta para escribirle cartas.

19/05/1889

Hola, esta es la primera vez que escribo una carta, cuando te vi en el tren, me cautivé, la verdad no sé qué decir, muchas gracias por defenderme de aquel policía, tal vez te metí en problemas, no lo sé,

Aun así, te pido disculpas, esta no será la primera carta de muchas, pienso cortejarte, pero primero necesitó estar a tu atura y lo voy a logras, eso te lo aseguro.

ATT: el del vagón 12.

Al ya tener la carta lista, traté de escabullirme por debajo del telón, pero para mí mala suerte ella ya se había ido, conté las horas para poder verte al día siguiente, pero la noche no llegaba, con mi desesperó fui a buscarte, te busque con la mirada, no te encontraba por ningún lado hasta que escuche una risa encantadora y ahí estabas riendo. Al voltear para ver de dónde provenía aquella encantadora risa te miré ahí parada junto aquel caballero, tu parecías tan feliz tan bonita, el caballero a tu lado era de tu clase, era más de tu tipo, fino con unos rasgos que yo nunca podría tener en esta vida, quise acercarme, pero y si me dices que no me conoces que hare preferí arriesgarme y comprobar y no hacerme ideas en mi mente.

_Hola, disculpé señorita al parecer esto se le cayó en unas calles atrás – con una mano temblorosa le entregué la carta esperando a que la aceptara –no la abrí por privacidad a usted señorita.

_Creo que se confundió joven yo no he recibido ninguna carta el día de hoy tal vez es de alguien más – su voz era mucha más suave que su risa –porque no checa el nombre que tiene y así sabemos a quién va dirigida le parece.

_ Es que no tiene nombre, porque no la abre usted seguro así sabemos, pero le guro que yo mire que se cayó de su bolso –la forma en la que me miraba era rara, como si me tuviera pena, esa no era la misma mirada que tenía cuando tocaba el pino –ábrala por favor.

Al parecer su acompañante se estaba desesperando por mi insistencia.

_Mmm está bien si dices que se me callo es porque se me callo – al parecer su acompañante se enojó aún más por haber aceptado mi carta, su ceño se fruncia cada vez más – si no te importa yo me retiro – dicho eso ella se fue

._ Por tu culpa he perdido una oportunidad, puto indigente ¡largo! – cómo es que ella se figara en alguien como él o como yo, un pobre

_Yo solo estaba regresando la carta a su dueña – antes de irse me miro de pies a cabeza y se marchó todo indignado por a ver interrumpido su “cita” con la chica del piano.

Tal vez fue amor u obsesión por mi parte, pero lo único que sé es que no me rendiría no le dejare el camino tan fácil a ese tipejo.

elizabeth.

Al regresar a casa miré la carta que aquel chico me dio, creí que solo era mi imaginación de a ver sentido que alguien me seguía.

No solo fue una sorpresa al verlo de nuevo, nunca imagine que lo vería otra vez aquel chico tímido y frágil, cuando lo ayude a escapar de los oficiales el menciono que nos veríamos otra vez, pero no le creí hasta este momento en el que nos volvimos a encontrar.

Los segundos pasaban y no era capaz de leer la carta, y si era solo un agradecimiento o talvez solo quería ser mi amigo y yo siendo paranoica, me atreví a leer la carta y tal como suponía, no solo quería ser mi amigo quería algo más como valentino, valentino era alto, pelo castaño, una sonrisa que cautiva a comparación de aquel chico que si lo admito era alto más al que valentino, su pelo era ondulado, cuerpo firme a pesar de ser un campesino, ojos negros como la noche a comparación de valentino que sus ojos son marrones, y el no sus ojos sus ojos brillaban como la luna iluminando la oscuridad, y su sonrisa cuadrada era tan hermosa, piel clara pero un poco bronceada y nada que ver con valentino, valentino era de cuerpo firme un poco musculoso y era un poco arrogante y su ego ni hablar, si me dieran a elegir me iría con aquel chico misterioso, pero la sociedad no lo permitiría, era mejor dejar lo ir y decirle la verdad antes de que esto se vuelva complicado, eso era mejor que vivir en un fantasía.

No quiero pasar por lo mismo que mi tía Amber que no pudo ser feliz, solo porque él era un granjero, no quiero vivir una vida a lado del hombre que mis padres elijan a vivir siendo juzgada por elegir a un hombre que no es de mi altura, prefiero dejar mi amor y ser alguien en esta vida a cosa de ser feliz.



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En el texto hay: amor, muerte, desgracia

Editado: 01.03.2025

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