Dos Veces Cabrona

Capitulo 7

Bella 

— Eres muy linda, me gusta tu cabello, tu aroma, la suavidad de tu piel.... me gusta hasta cuando estás de mandona y pareces más machito que mujer, eres perfecta — y seguía diciéndome muchas cosas más, que me hacían ponerme mas roja que Hellboy el de la película del gran demonio con piel roja— No sabes como me siento cada vez que te veo, cuando estas cerca de mi o lo bien que me siento con solo ver tu sonrisa y ¿sabes que es lo mejor?, que eres solo mía— se acerca tanto que estamos muy cerca a poco de juntar nuestros labios. 

“Pipipiiií, pii, piiiii… Pipipiiií, pii, piiiii …” carajo que ese sonido, primera vez que tengo un hermoso sueño y este bendito despertador tenía que sonar ahora, porque no se pudo esperar una hora más, porque no lo puse una hora mas tarde, pues claro Bella no sabias que ibas a tener este magnífico sueño y que justo en la mejor parte el sonido de ese cacharro, si cacharro eres un cacharro, digo señalando a ese insoportable despertador ya que ahora si se le dio de funcionar, pero ashhh, tendré que alistarme ya que tengo que ir a la cervecería y no es que no quiera ir, pero me hubiera gustado seguir con ese escurpulento hombre, guapo, sexi, que si tuviera la certeza que volviéndome a dormir seguiría en lo que estaba, lo haría, pero no todo es bueno en esta vida.  

En fin, veamos que me pondré ahora, reviso entre mis cosas en el armario, bueno ya que mi adorada nani quiera que me vista como "señorita" me vestiré como "señorita" y wuaalaa, miro un vestido casual estilo camisa de manga larga en color verde olivo, que me tenga que poner vestidos hasta para estar acá, cuando se supone, que es en el encierro con los señores Müller Hernández que los uso, no significa que pierda mi personalidad y mi estilo, lo combino con unas botas largas en café y un pequeño bolso típico, tejido para meter mi celular y otras cosas básicas. 

Me dirijo al baño, ya teniendo el conjunto que me pondré hoy, claramente antes haber apartado mi sexi ropa interior, porque bueno la verdad no me gusta mucho eso de los calzones flojos que parecen de abuelita, pero hagamos como que no dije eso porque si me escucha mi nani o mi nana, o hasta doña sofi me dan un sermón que mejor, ni me lo imagino, así que ya bañada, me aplico mi deliciosa crema de vainilla en todo mi cuerpo y termino de alistarme, me maquilló sencillo, natural más que todo para terminar con mi look, mi cabello lo dejo suelto y ya estoy lista.  

Me dirijo a la cocina colocándome el bolso ya que ahí desayunó con mi nani, en la sala hay un comedor pero solo lo usamos cuando hay varias personas queridas, y casi siempre solo estamos ella y yo.  

— Naniii buenos días, ya estoy lista para ir con Adrián, ese condenado estoy segura está esperando con muchas ansias mi presencia, sabe que sin mi no puede vivir— le digo dándole un beso enorme en su mejía, como todos los días lo hago 

— Buenos días mi niña, deberías llevar un abrigo, o algo para la lluvia, porque estoy segura que hoy o llueve o cae nieve, ¿tu de vestido y todo arreglada?, no pareciera que vas donde Adriancito, además que ese vestido como que muy chico no crees más bien parece una de las camisas que se ponía mi viejito, mi adorado Sebastián que en paz descanse.... y si así es mi hermosa nani siempre, no es la primera vez que ella me dice estas cosas pero siempre lo hace porque me quiere y me cuida, debe extrañar tanto a mi viejito amargado pero que al igual que ella siempre se preocupaba por los demás, aunque el lo negaba. 

— Ya mi nani, estoy bien, no va a llover sabes que no es la primera vez que uso un vestido, aunque si de la pocas veces, quizás la primera que lo uso en el pueblo, pero no es para tanto, además tu fuiste la que me dijo ayer que me debía vestir como "señorita" y solo te tome el consejo, aunque te dejo claro que si no me siento cómoda hoy, prefiero vestirme a como el ultimo espantapájaros que puso don Fede en el Maíz — le digo recordando a la ropa que tenía ese muñeco feo, pero que la ropa no estaba tan mal, hasta yo me la podría poner para espantar los hombres descarados — Cambiando de tema, te cuento que ayer, bueno hoy soñé con un guapo griego, adonis, sexi con un cuerpo bien trabajado, me decía puras cosas lindas, todo estaba perfecto, estaba a punto de recibir un beso, hasta que sonó el cacharro ese que tengo como despertador, pero ahora que veo lo que tienes preparado para comer como que se me antoja más esto y al diablo con ese sueño — le digo lo último para que calme su risa, ya que así como ella yo también me pongo a hablar sin parar y tengo que ir a la Cervecería. 

— Niña pero que es esa boca tuya, pero bueno no puedo hacer nada contigo, hasta que te cases o quien sabe cuando encuentres un hombre que te sepa aguantar toda y tu personalidad — dice lo último estallando en una carcajada al ver mi gesto de desagrado con eso, aunque... 

— Bueno si fuera como el de mi sueño no tendría problemas, pero vamos nani solo en mis sueños existe ese hombre, todos los reales son unos idiotas insoportables, ridículos y un montón de cosas que ya sabes— le digo ya lo último terminando ese tema porque ya hemos hablando chorronadas de veces de lo mismo. 

— Eso es porque no te has tomado el tiempo de conocerlos a los que se han atrevido a cortejarte, Adiancito no es así y tu lo sabes, aunque a el es diferente porque lo ves como un hermano, sabes que si llegara alguien que te soporte, esta casa tiene que tener críos corriendo por todos lados poniéndonos más viejos a los que ya estamos. Pero bueno ahora termina de comer, que se te hace tarde, te mandaré el almuerzo con Juan, para que también lo compartas con Adrián. 

— Ves porque te quiero tanto, siempre tan atenta con nosotros, aunque me voy a poner celosa tu consintiendo también a Adrián, ayer me dijiste que le llevara el pastelito y ahora hasta comida le mandarás — le digo haciendo un puchero y ella se ríe a carcajadas  

— Vamos apúrate, shu, shu — me dice haciéndome de seña con sus manos para que me vaya. 

— Me voy, hasta de donde vivo me corren ya — digo con dramatismo mientras estoy saliendo tomando las llaves de mi harley y el famoso pastelito de Adrián que ya lo tenía listo ella  

— Adiós malcriada, loca, cuídate — me dice lo último siempre riendo. 


(...)


— Buenos días don Matías, ¿cómo amaneció hoy?— Digo cuando lo veo lavando una de las dos camionetas que tenemos aquí, ¿qué raro?, eso le toca a Juan, pero cuando venga o mañana vere eso. 

— Muy bien niña ¿y usted?.. me dijo volteándome a ver y se quedó sorprendido, de seguro por como voy vestida hoy. 

—Me alegra don Matías, yo aquí amanecí bien gracias a Dios, saliendo para la cervecería y usted no debería estar en eso, es deber de Juan, pero mañana me va a escuchar, si no es cuando regrese a casa. 

— Niña no se moleste con eso, usted sabe que a mi no me gusta estar de holgazán, hoy Federico de levantó temprano a hacer la mayor parte de deberes y al muchacho solo se le hizo tarde, además que ya había dejado la camioneta limpia, pero la saqué solo para que un pájaro pasara cegándola— no pude evitar y me reí a carcajadas, pobre de don Matías, estoy segura que de averlo sabido, ni abre la cochera. 

— Bueno esta bien, y que mal lo del pájaro — le digo tratando de no volver a reír —Que tenga buen día.. le digo saliendo ya montada en mi harley y con mis casco puesto. 

Pienso en ir a la cafetería para saludar a doña Sofi y llevar un latte macchiato y unos croissant para mi, ya que aunque el desayuno de mi nani estuvo riquísimo, aún quede con hambre, cualquiera que me ve de seguro piensa que soy de las que se mide con la comida, pero no, simplemente es mi naturaleza y disfruto comiendo la mayor parte del tiempo de todo, me gustaría tener rollitos pero ni a eso llego. 

De camino voy escuchando la radio con los auriculares y el teléfono claro está y sale unas de esas músicas antiguas como dicen las estiradas que van a las fiestas de beneficencia y eso, lo bueno es que aquí no las tengo que soportar, aunque ya estaba terminando la que salió luego me encantó, yo aún soy joven pero la letra de esta canción es realmente hermosa y me la se... 

🎶Señora de las cuatro décadas 
Y pisadas de fuego al andar 
Su figura ya no es la de los quince 
Pero el tiempo no sabe marchitar 
Ese toque sensual 
Y esa fuerza volcánica de su mirar 
Señora de las cuatro décadas 
Permítame descubrir 

Que hay detrás de esos hilos de plata 
Y esa grasa abdominal 
Que los aeróbicos no saben quitar 
Señora, no le quite años a su vida 
Póngale vida a los años que es mejor 
Señora, no le quite años a su vida 
Póngale vida a los años que es mejor 
Porque nótelo usted 🎶 

Y siguió pero ya estaba llegando a la cafetería así que tuve que apagar la radio. 

Aparco mi harley, me quitó el casco y entró. Cuando lo estoy haciendo veo que varios se me quedan viendo raro, otros me piropean vulgarmente claro, y otros me comen con la mirada hay Dios, hasta algunas mujeres están cuchicheando, voy directo donde doña Sofi 

— Buenos días doña Sofi, ¿como amaneció hoy?,  

—Isa ¿eres tú mi niña?—, me dice con una sonrisa  

— Pues quien más si no yo doña Sofi, no se me quede viendo raro que me va a hacer ir a ponerme la ropa del espantapájaros que está en el rancho — le digo lo último recordando lo que le dije a mi nani. 

Estalla en carcajada — Pero que ocurrencias las tuyas, veo que hoy amaneciste más de buen humor que nunca ah y por como andas vestida y arreglada, claro que varios aquí ni te reconocieron, están acostumbrada a verte de otra forma, pero te lo digo de buena manera te ves linda hasta pareces mujer — me dice escapándosele una risita de ultimo 

— Vamos doña Sofi, no me avergüence más, por lo que veo usted también amaneció bien y de humor. Pero bueno me va a disculpar pero vine rápido porque voy a la cervecería y quería pasar llevando un latte macchiato, unos croissant y un capuchino para Adrián, lo demás es para mi, pero igual todo lo llevaré yo. 

— Bueno, bueno, pero que costumbre la tuya de estar explicando todo solo es necesario decirme que quieres llevar y ya, y no lo digo porque me aburra escucharte, si no sabes que la gente acá es chismosa cuando quieren son sordas y cuando les conviene tienen mejor oído que un perro. 

— Eso si doña sofi, pura gente chismosa como que si no tuviera nada que hacer y aunque es bueno para el local se la pasan aquí como si no tuvieran casa — le digo ya lo último elevando un poquito la voz, mientras ella empaca lo que le pedí. 

— Aquí está todo niña y luego me cuentas quién es él — ¿él?, a que se referirá doña Sofi, cuando le iba a preguntar, me interrumpen unos murmullos en el local, iba voltear a ver cuando escucho — Vete con cuidado y dile a Adrián que venga mañana. 

— Ehmmmmm, bueno doña Sofi, cuídese usted también y no trabaje mucho que para eso esta Claudia también, nos vemos luego— digo tomando la bolsa con las delicias de acá. 

Pero justo cuando me estoy levantando y dándome la vuelta para irme, mi vestido se me pega al banco que está cerca del taburete para pedidos, gracias a un intruso infeliz que estaba detrás de mi y que aunque huele muy bien, no hizo ningún movimiento o comentario que me hiciera saber de su presencia. 

Me recompongo, o eso pensé yo, gracias a Dios no me caí, pero mis ricos croissant estuvieron a punto y eso si me molesto. 

Subo mi rostro y mi furia aumenta cuando me doy cuenta de quien tengo enfrente de mi, si, ese mero, para que decirlo, si es más que obvio, el idiota que ayer me dijo niño, pero me va a escuchar. Cuando estoy apunto de hablar, escucho los mismo piropos vulgares de la mañana, no se porque, si no está entrando nadie. 

— Se pueden callar ya, no son más que gente vulgar, respeten que estoy segura que la mayoría aquí no vino de lobo a aullar y que solo el veinticinco por ciento son hombres solteros, además de ¿que se les perdió viendo para acá?, regresen en lo que estaban — digo ya con mal humor 

— Bueno señorita, si no estuviera usando ese "vestido" que más bien parece una de mis camisas, que aparte si no se a dado cuenta, cuando trató de arreglarse en nuestro encuentro, no lo hizo completamente y parte de su "vestido" quedó arriba, mostrando más de lo debido entonces no se pusiera así de histérica y estaría arreglando eso— cuando me dijo eso me puse furiosa y avergonzada a la vez por no darme cuenta de ese detalle y deseguro ahorita estoy mega roja por ambas cosas, pero quien es para hablarme así  

— Mire... SEÑOR, pues gracias a nuestro desagradable encuentro debido a su culpa que parece Pito — y veo su seño fruncirse y es cuando me doy cuenta de lo que dije al final así que me apuró a aclarar —y me refiero a ese insecto que provoca la Chagas, ya que no hace ningún ruido cuando va a atacar, bueno lo que le quiero decir es que debido a su gran silencio que no me permitió saber de su presencia, porque si no sabia, no es correcto hacerse atrás de una persona con demasiada cercanía, o acercarse de esa forma, que sabe usted si yo padezco del corazón. Gracias a su presencia, en definitiva por su culpa casi se me caen mis croissant y eso es sagrado para mi, lo que se coma es sagrado para mi — le digo todo sin hacer pausa ni nada y parece muy molesto, pero cuando va a hablar recuerdo que me dijo lo de mi vestido y no lo dejo 

—Además por si no se dio cuenta, ya que estaba muy de fisgón y miron, traigo short debajo — porque si me los puse ya de último por lo que venía en mi harley — Y que todos ellos hayan actuado de esa forma tan vulgar, no es causa el como ande vestida o no, porque si no lo sabía yo puedo andar hasta desnuda y esa no es razón para que me falten al respeto, a mi ni a ninguna mujer, parece hombre de los de hace siglos, si hasta en la cara se le ve que ya es un viejo y amargado además que seguro está más solo que un perro abandonado por su mal humor — oh, oh, no debí decir eso o bueno si que más me da lo que este vejeque diga, cuando veo que quiere hablar tomo una de las sillas que están cerca y es más baja que los bancos y me subo 

— Les voy a decir algo a todos ustedes, tienen que cambiar ese pensar que tienen, es la primera vez que me ven así con esta actitud y como ando vestida, pero lo último no es justificación para que a mi o alguien que venga a acá vestida igual o similar o incluso si viene desnuda, y actúan de la forma que hoy lo han hecho, que sea la primera vez que pasa esto, ponerse en plan de hombres de las cavernas, por Dios que les está pasando, a ninguna mujer se le debe juzgar, criticar — digo estas dos cosas por Gian y lo que me dijo y lo quedo viendo — y vulgariar, o es que a ustedes por caminar con el pantalón casi enseñando el trasero o con el zipper bajo, se les dice algo,  estoy casi segura que no, y si alguien se los dice es personalmente a ustedes, es normal que nosotras nos visitamos así, es normal nos maquillemos y queramos vernos y sentirnos bonitas pero para nosotras, no para algún hombre — digo ya lo último calmándome un poco ya que doña sofi me puso la mano en el hombro apoyándome como siempre para calmarme — espero no volver a tener esta conversación o discurso como lo quieran llamar, con ustedes. Les gustaría que en ves de a mi, hubiera sido a su hermana, a su prima, a su madre, o su hija o alguien querido para ustedes a los que se les hiciera este tipo de comentario, piénsenlo y reflexiónenlo, no soy la primera y estoy segura en no ser la ultima en vestirme así, pero es algo que hay que poner fin ya, por lo menos en esta cafetería no se permite este comportamiento, pasen buen día— regreso a ver a doña Sofi —Disculpe por todo esto doña Sofi y dígale a Aura que me disculpe también y a los muchachos, ahora si me voy. 

Y eso hice, sin importarme si el idiota de Gian quería decirme algo salí, cogí mi moto y tomé dirección a la cervecería...
 



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En el texto hay: secretos, humor romance y problemas

Editado: 06.09.2020

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