Drac ©

5

DRAC©
Capítulo 5

Cuando llegué a la cafetería observé a Bárbara hablando con Thomas, así que decidí acercarme, estaba un poco nerviosa aún, ese chico lograba asustarme demasiado. Ellos dejaron de hablar cuando me vieron.

-¿Estás bien? Parece como si hubieses visto un fantasma.

Me esforcé por calmarme y negué con mi cabeza, me senté en la silla con torpeza y ellos lo notaron.

-Estoy bien-los miré-Todo bien, ¿ok?

Thomas asintió, quizás había logrado convencerlo a el pero obviamente no sucedió lo mismo con Bárbara.

-Bueno chicas, voy a la práctica de lacrosse, nos vemos.

Besó mi mejilla, luego la de Bárbara y se fué sin mirar atrás, con una sonrisa en su rostro.

-Bien, a Thomas lo puedes engañar-me miró-Pero a mi no, así que cuenta.

Finalmente decidí que lo mejor sería contarle la verdad, pues ella llevaba bastante tiempo aquí como para conocer la situación y decirme que hacer, así que le empecé a contar con lujo de detalles lo que paso el viernes por la noche hasta esta mañana en el salón de clases.

-¡No puedo creerlo!-parecía asombrada por todo lo que le acababa de decir.

Ahora sentía un peso menos de encima, eso me hacía sentir un poco aliviada, pero igual sentía una sensación extraña en mi estómago.

-No lose, Barb-la observé por unos segundos, antes de decir lo siguiente-Creo que he visto esa mirada antes.

-Quizás lo viste en algún lado cuando venías de visita-me miró a través de sus largas pestañas bañadas en rímel-Pero creo que debes hacerle caso, las personas como el no amenazan en vano-suspiró-Aléjate de el antes de que algo realmente malo pueda ocurrir, se que no quieres mas tragedias en tu vida, Am.

Fruncí el ceño.

-¿A qué te refieres con personas como el?

Ella torció la boca sin estar segura de lo que diría-Malas, Am, personas realmente malas, yo se que los rumores son una mierda y todo eso pero dicen que el asesinó a su hermana y a sus padres a los nueve años, fué a prisión 12 años y finalmente cuando salió se inscribió aquí para disimular, no tengo ni idea de como lo admitieron, pero logró hacer lo que personas con calificaciones altas y mucho dinero no pudieron-le dió un sorbo a su jugo-No quiero que nada malo te pase, Am.

-Es obvio que no lo conocen, por eso hablan tonterías, no porque tenga mil tatuajes y no tenga vida social significa que es un psicópata que estuvo 10 años en prisión por matar a su familia, eso es cliché.

-En realidad, fueron 12 años.

-¿A quién le importa cuántos años de mierda fueron?-bufé- es una persona.

-No te confíes, Amber.

Me encogi de hombros sentía como mi pulso había aumentado no se porque lo estaba defendiendo.

-Prométeme que te alejaras de el, Amber.

La miré por unos segundos, lucía realmente preocupada.

-Lo haré.

El timbre sonó indicandonos que teníamos que ir a clases pero yo tenía aun media hora libre, suspire resignada mientras iba por un café, pagué mi café y salí afuera para tomar algo de aire fresco. Ví un banco y me senté, cerré los ojos casi quedándome dormida cuando una persona se sentó a mi lado.

Gael.

-¡Hola, Amber!-saludó y besó mi mejilla, lo cual fue extraño porque no lo conocía muy bien.

-Ah, hola Gael.

El sonrió mostrando sus dientes.

-¿Cómo te fuiste la otra noche en Drag Racing?

-Con Bárbara-mentí.

-¡Que bien!

No le respondí, asi que nos quedamos un rato en silencio, no sabíamos de que hablar, entonces se me ocurrió preguntarle sobre su carrera.

-¿Cómo te preparas para la final?-le pregunté

-Oh, bien-sonrió-Tengo que entrenar muy duro si quiero ganarle a Drac.

-¿Te da miedo competir con Drac?

Sus ojos aceitunados me observaron durante unos segundos.

-Honestamente, sí-confesó ladeando su cabeza-Pero se que le ganaré a ese imbécil.

Asentí con mi cabeza recordando que tenía que ir a clases.

-Suerte, nos vemos-besé su mejilla y me fui.

El resto de la semana estuve tan ocupada con las clases que no tenía tiempo de hacer nada más, mas que todo era llegar, comer algo, estudiar y quedarme dormida en el sillón con los libros encima. Pero por fín era viernes, acababa de llegar al edificio, saludé a Max como solía hacer y entré, dejé mis cosas sobre el mesón y agarré un vaso para tomar un poco de agua. Ví un sobre en el mesón, parecía bien elaborado y sellado con una etiqueta roja. Dejé el vaso en el mesón y tomé el sobre entre mis manos, lo abrí lentamente y con las manos temblorosas esperando a ver de que se trataba. Pero nó había nada adentro, me resultó muy extraño, asi que me asomé a la puerta y le pregunté a Max.

-¿Ha venido alguien a mi departamento?




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