Drac ©

13

DRAC©
Capítulo 13

AMBER SULLIVAN

Mi respiración era irregular, mi corazón latía a la velocidad de un vértigo, mi cuerpo estaba empapado en sudor. Me detuve apoyando mis manos sobre mis rodillas para recuperar el aire. Observé como el resto de la clase corría a mi alrededor.

-¿Por qué mierda tomé gimnasia como extracurricular?-bufé para mi misma, con la lengua afuera.

Cuando la hora acabó, caminé hasta las duchas, me cambié de ropa mientras recuperaba la postura. Escuché a Maddison acercarse junto a sus amigas.

-Es una perra...-dejó de hablar al verme y un astibo de sonrisa apareció en su rostro-Amber Sullivan-exclamó mordiéndose una de sus uñas postizas con una mirada extraña-Te advierto algo, solo porque me caes bien-sus amigas soltaron unas carcajadas hipócritas.

Coloqué mis zapatos ignorando su presencia pero ella continuaba hablando.

-Aléjate de Drac-me amenazó.

Mis cejas se juntaron. Esto debía ser una jodida broma.

-No se de que hablas-pasé por su lado para irme pero su mano me detuvo.

-No eres para el-me observó a través de sus largas pestañas postizas-El es mucho para ti, no podrías soportar todo lo que hay detrás de su nombre-se dió media vuelta mientras observaba el lugar como si jamás lo hubiese visto-El necesita a una chica fuerte, no a una pobre chica casi huérfana.

No logró terminar cuando golpeé su nariz con fuerza. Maddison me observó indignada y se abalanzó sobre mi, pero fui mas rápida y la logré esquivarla. Sus manos halaron de mi cabello hacia a ella. La mordí en el brazo y ella me soltó, iba a continuar cuando alguien me sostuvo de la cintura impidiéndome seguir arrancando sus falsas extensiones.

-¡Amber!-observé a Thomas detrás de mi hombro.

-¡Maldita zorra!-gritó Maddison observando sus extensiones en el suelo-No sabes con quién te has metido-negó con su cabeza.

-Fue un placer, princesa-sonreí con burla.

Su naríz estaba roja y un líquido rojo, sangre, salía de sus fosas nasales, su ceja estaba partida al igual que su boca y sus extensiones se habían esparcido por el suelo. Thomas me cargó hasta que nos alejamos lo suficiente de Maddison y sus perras. Sinceramente no la había golpeado porque estuviera amenazandome con alejarme de Drac. La golpeé porque había insinuado que era casí huérfana. Un dolor se instaló en mi pecho y de un momento a otro quería llorar.

-¿Qué diablos pasó allá adentro?-indagó Thomas, dejándome en el suelo.

-Me sacó se quicio y la golpeé-dije cabizbaja, mientras aislaba a las lágrimas.

Thomas me observó preocupado, sin embargo, no dijo absolutamente nada al respecto. Sus brazos envolvieron mi cuerpo y besó mi cabello. Cuando nos separamos, ya me sentía mejor.

-Gracias-una sonrisa se formó en mis labios.

-De nada, pequeña-besó mi mejilla con ternura-estoy para tí, siempre.

Después de eso me llevó a mi casa, subí las malditas escaleras con desgano. Tan pronto abrí la puerta, me encontré a Hachi sentando en el sofá viendo una película. Me preguntaba si el entendía lo que estaba viendo.

Dejé mis cosas sobre el mesón y tomé un vaso de agua. Estaba cansada tanto físicamente como emocionalmente. Observé a mamá salir de la ducha en sólo una toalla alrededor de su cuerpo.

-¡Haz llegado!-exclamó rodando los ojos-Se me hace tarde.

Junté mis cejas mientras caminaba detrás de ella.

-¿Tarde para qué?-le pregunté sentandome en el borde de mi cama.

-Estoy moviendo algunas teclas para que se abra el caso sobre la muerte de Robert-se colocó los zapatos-Tenemos que hundir a ese desgraciado-escupió con rabia.

Habían pasado tres días desde la fiesta en la que Drac me amenazó, no hallaba la forma para decirle a mi madre que debía mantenerse alejada del tema, ella estaba enfocada en hundir a Drac. El se lo merecía y yo también quería verlo detrás de las rejas, pero no podía permitir que asesinara a mi madre. Había asesinado a mi padre, quién me decía que no sería capaz de asesinar a mi madre solo para seguir en libertad.

-Mamá...creo que deberías dejar de presionar el asunto.

Mi madre se giró rápidamente y me lanzó una mirada asesina.

-¿Estas defendiendo a ese criminal?

Negué con mi cabeza y mordí mis labios.

-No pero...¿qué pasa si se entera de que lo quieres llevar a prisión y decide sacarte del mapa?-mi voz se cortó-No soportaría perderte a ti también.

Mamá dejó salir un suspiro y su mirada se suavizó, una sonrisa se formó en sus labios y se sentó a mi lado.

-No te preocupes, pequeña-colocó su brazo sobre mi hombro-Todo estará bien, tengo que hacer esto-me observó directo a los ojos-No puedo dejar que ese criminal te haga daño.

Un astibo de sonrisa se formó en mis labios, se me había arrugado el corazón. Sabía que cuando mi madre se concentraba en algo no se detenía hasta conseguirlo. Eso me asustaba, porque también sabía de lo que Drac era capáz.




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