Drac ©

15

DRAC©
Capítulo 15

AMBER SULLIVAN

Su voz era fría como un témpano de hielo, sus ojos celestes, profundos e hipnotizantes, infinidades de tatuajes cubrían su cuerpo, entonces caminó hasta a mi, traía una pistola entre sus manos, las palabras no salían de mi boca, mi cuerpo temblaba y mi respiración era agitada y profunda, sus manos apretaron el arma contra mi frente, lágrimas rodaban a través de mis ojos.

—¡Te dije que te destruiría!—entonces disparó.

Abrí los ojos rápidamente, mi respiración era irregular y mi corazón latía a la velocidad de un vértigo, mi cuerpo estaba empapado en sudor, pasé mis manos por mi rostro mientras intentaba calmarme. Solo había sido una pesadilla. Observé a mi alrededor, estaba en mi cama y Hachi dormía junto a mi, sentía que un calor infernal se apoderaba de mi cuerpo hasta empezar a resultar sofocante.

Me levanté de mi cama y caminé hasta la sala, no había rastros de mamá por ningún lado, me dolía el cuerpo, específicamente el rostro, observé mi rostro en el espejo. Mi labio partido, ceja rota, pómulo hinchado, moretones verdosos por doquier. Entonces lo recordé, club, Theo, alcohol y unos tipos que intentaron abusar de mi, pero solo eso. Mis recuerdos se acaban cuando una figura borrosa aparece frente a mis ojos.

Tomé un vaso de agua lentamente, volví a la recámara y junté mis párpados pero aún así, no logré dormir.

...

—¡Amber Sullivan!

Escuché los gritos de mi madre resonando por todo el apartamento. Me levanté enseguida y corrí hasta la cocina.

—¿Mamá?—ella se giró y sus ojos se abrieron al verme—¿Qué pasa?

Caminó lentamente hasta mí, tomó mi rostro entre sus manos y me observó con detenimiento.

—¿Qué diablos sucedió contigo  Amber Mariette Sullivan?

Mordí mis labios.

—Me asaltaron—mentí.

—¿Cuándo?—achicó sus ojos—¿Fue el, cierto?—junté mis cejas sin entender a que se estaba refiriendo—¿Fue Drac?

—¡No, mamá!—me alejé de ella negando con mi cabeza—Me han asaltado, créeme.

—Esto fue parte de su amenaza—se dijo para si misma.

¿Amenaza?

—Espera—la observé—¿De cuál amenaza me estás hablando?—le reclamé, mamá se giró mientras observaba a cualquier lado menos a mi—¿Fuiste a ver a Drac?—sus ojos volaron a los míos y mordió sus labios—¡Demonios!—bufé molesta.

—Amber yo...

—¡Te dije que te alejaras de ese tema, mamá!—grité sintiendo un nudo en mi garganta—¿O es que quieres que te asesine a ti también?

—Amber, no se trata de eso—se acercó tomando mis manos entre las suyas—Se trata de que él, ese chico al que tanto le temes nos ha hecho mucho daño, merece ir a prisión o en todo caso morir—sus ojos me observaron detenidamente—¿Sabes que pasa con los criminales, Amber?

—No.

—Pagán por sus actos, los hacemos pagar por sus actos—soltó mis manos y me abrazó—Y el, hija mía, está muy pronto a pagar.

No respondí.

Ella tenía razón, pero tampoco quería que eso pasara. Quizás debía darle una segunda oportunidad.

...

El instituto quedaba relativamente cerca de mi apartamento, quizás a unas cuantas cuadras, salí temprano del apartamento, dejando todo ordenado junto con el alimento de Hachi listo. El viento invernal rozó contra mi rostro provocando que un escalofrío se hiciera presente. Cuando llegué, casi diez minutos tarde, caminé hasta el salón de clases y sin pensarlo dos veces toqué la puerta. El rostro de Maddison con una sonrisa en su rostro fue lo primero que ví.

—¡Amber!—exclamó fingiendo estar emocionada—¿llegando tarde?

Iba a contestar cuando la cabeza del profesor se asomó por detrás de su melena rojiza.

—Adelante, señorita Sullivan.

Entré rápidamente y me senté en el primer puesto que encontré, coloqué mi bolso en el suelo y saqué mis cuadernos. La clase para mi desgracia pasó mas lento que un caracol, sentía que en cualquier momento me quedaría dormida. Cuando el timbre sonó, todos salieron a excepción de Maddison y sus amigas.

—¡Déjame pasar!—dije intentando pasar a través del muro que habían formado las amigas de Maddison a sus espaldas.

—Veo que no tuviste una gran semana—murmuró irónica mientras pasaba por mi lado—En cambio yo pasé todo el fin de semana con Drac.

Junté mis cejas mientras una sensación extraña se formaba en mi estómago.

—¡Te felicito!—le aplaudí—ahora déjame ir.

Maddison soltó una risa falsa mientras se paseaba por todo el salón.




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