La chica de la rosa Azul

El señor Right se encontraba en su oficina revisando los archivos sobre la historia de Hope, el misterio sobre aquel lugar no dejaba de intrigarlo, entre las líneas que narraban su descubrimiento y las pocas páginas sobre cómo se desarrolló la enigmática guerra de 1000 almas, el apellido del corregidor era uno de los más antiguos desde el inicio del continente Astra, pero eso no quitaba sus sospechas sobre la razón de sus ancestros por abandonar un continente fértil como Hope por otro completamente desértico, siempre pensó que había algo más en la historia que continuaba oculto, y eso no dejaba de incitarle a que buscara cuanta información dispusiera.

El jefe de corregimiento estaba absorto en sus pensamientos cuando uno de sus subordinados ingresó sin permiso, la razón de su intromisión era la extraña señal de radio que irrumpía en la instalación, misma que había entregado el primer recado por parte de Hope. El mensaje provocó el salto inmediato de Right, quien se dirigió a recibir el mensaje, cuando contesto escuchó con dificultad la voz de un hombre que decía:

• Hola, hola, encargado de Astra, ¿Cómo va el recado?
• No lo sé, talvez si diera más detalles de su NECESIDAD, pudiéramos cumplirlo.
• Tan serio como la primera vez, escuche, si supiera más detalles de la chica se lo diría.
• Y ¿Qué me dice de su asesino?, por lo visto están desesperados para que uno de mis subordinados tenga que ir allá, o acaso ¿me equivoco?
• Muy buena pregunta, pero le sugiero que no se meta en asuntos fuera de su, NIVEL, sin ofender, por ahora quisiera hablar con la chica.
• ¿Qué le hace pensar que tenemos su encargo?
• De lo contrario, no estaría tan confiado como para alardear su colaboración, recuerde, soy el mensajero del supremo, y se cuando alguien quiere salirse de su lugar, lo contactare en 10 minutos.

La advertencia del mensaje enfureció al jefe de corregidores, quien luego de terminar la conversación transformó su rostro al punto de rechinar sus dientes con una mueca llena de amargura. Rápidamente pidió a gritos la presencia del novato y la muchacha mientras se dirigía hacia su oficina, una vez llegó allí desahogó su ira aventando los papeles sobre la mesa lo más lejos que pudo, solo para reclinarse sobre la silla y mirar hacia el vacío.

El joven Líes ingreso acompañado de la fugitiva maniatada, mientras Right se levantaba de su asiento para estirar su mano y presentarse:

• Hasta que al fin conozco a la mujer más buscada en dos continentes, es un placer, soy el señor Right, jefe del corregimiento.
• Un gusto, me temo que no puedo darle la mano, como ve, estoy atada.
• Eso lo pude notar, sin embargo, mi subordinado considera que es lo mejor.
• Puede decirme para que me hizo venir, lo cierto es que el nudo me está lastimando las muñecas.
• Recibimos un comunicado de Hope, al parecer están ansiosos por usted, y desean comunicarse lo más pronto posible.
• Es una pena, ni siquiera los conozco, dudo mucho que quiera hablar con más desconocidos, el primero me cargó a cuestas en contra de mi voluntad. – respondió Sky mientras miraba a su captor.
• Me temo que la persona que la busca, está muy impaciente por usted, de hecho, pidió comunicarse en 10 minutos, y como usted ya accedió a colaborar con el corregimiento…
• No tengo muchas opciones disponibles, ¿eso quiere decir?, de acuerdo, hablaré con ellos, ¿Cuáles son las condiciones?
• Que mi persona estará al mando de la misión y en todo momento necesito un reporte específico de lo que sea que suceda, además de que mi subordinado tendrá acceso libre, y, por último, estaremos los tres presentes en cualquier conversación que involucre la investigación o temas referentes.
• Creo puedo conseguir lo que pides, siempre que trabaje al mismo nivel que tu subordinado, y que me suelten, enserio el nudo me lástima.

 Una vez acordado el trato, soltaron a la prisionera para dirigirse a esperar el comunicado del supuesto mensajero del supremo, por un momento el silencio se apoderó de la habitación, hasta que una voz conocida se escuchó por el parlante:

• Hola, hola, ¿hay alguien allí?, ¿encargado?, conteste.
• Habla Right, tengo a mi lado su encargo.
• Pero que diligencia, sin embargo, hay que confirmar, pásele el comunicador.

A regañadientes el jefe de corregimiento obedeció la orden del desconocido, entregando el mando a Sky quien contestó de inmediato:

• ¿Hola?
• En el nombre de Dios. – dijo la voz misteriosa esperando respuesta.
• Volveré a cumplir tus órdenes cuando él me necesite. – respondió titubeante la joven, mientras observaba la mirada intensa de ambos corregidores a su lado.
• Es bueno encontrarla, mi hermosa flor inalcanzable, ¡bueno, bueno!, ahora detallaré con el corregidor la misión.
• Le pasaré el mando entonces.

Sky devolvió el comunicador al señor Right, quien, aún intrigado por las extrañas palabras antes mencionadas, decidió continuar la conversación:

• Habla Right…
• Escucha encargado —levantó la voz estrepitosamente provocando igera sordera en el corregidor— hace aproximadamente un año desapareció un precandidato a líder, nuestros delegados concluyeron que tuvo que ser alguien de extrema confianza, además de tener excelentes habilidades de combate para lograr atraparlo, por ello requerimos la ayuda de uno de ustedes para que la investigación sea lo más discreta posible, especialmente a un mes de la ceremonia para cambio de líderes de distrito.
• Entiendo la participación de mi subordinado en todo esto, pero— miró por el rabillo del ojo a la joven — ¿Por qué enviaron a buscar a la chica?
• Digamos que necesitaba a un digno representante para que estuviera al tanto de la situación, supongamos que ella es una especie de corregidora entre los líderes de Hope, pero su cargo es un poco más elevado que ustedes. Como sea enviaremos un barco hasta su puerto, mañana a las 3 de la madrugada debería llegar, sin embargo, solo la chica y el corregidor deberán subir, si alguien más aborda todos mueren, si intentan perseguirlos en otros navíos, daré la autorización para atacar, ¿tiene alguna duda?
• De acuerdo, así se hará.