·· metamorfosis

Ha pasado una semana desde la desaparición de Mae Sharyn y yo aún no puedo entenderlo. Luego de la fiesta todo es borroso para mí. Recuerdo haber ayudado a Mae a levantarse. Creo haberla cargado sobre mi espalda. Puede ser que yo, Wren Hale, no sea muy fuerte en esas cuestiones pero había tomado, casi como todos, y el alcohol parece darte una extraña fuerza que no sabías que tenías. ¿O es la adrenalina? No lo sé. Todo lo que puedo recordar de esa noche es el frío que sentí cuando la noche me recibió, lo pesada que me resultó Mae y la increíble fuerza de voluntad que pude juntar para no vomitar mientras corría.

Pero luego... todo se ve borroso.

Al día siguiente desperté en mi coche aparcado justo delante de la casa de Fred. Supuse que había vuelto a él luego de correr, pero intentaba recordar qué había sucedido con Mae porque no era capaz de saberlo. ¿La había llevado hasta su casa? ¿En dónde estaba?

Supuse que estaba bien. Por mi cabeza no pasó la idea de que algo malo podía haberle sucedido. Gahnder era el lugar más tranquilo que había conocido en mi vida. Lo más peligroso que podía llegar a pasar y ser noticia era que algún muchacho menor de catorce años entraba a robar a la casa de su vecino—cuando en realidad solo quería buscar la muñeca que su hermana había tirado por accidente del otro lado—o, lo que era más usual, un adolescente era encontrado bebiendo y en situaciones extremas, como Fred, extendiendo más de lo debido su fiesta de cumpleaños.

¿Pero un secuestro? Parecía imposible que algo así ocurriera en un pueblo tan inocente. No era algo que pensaran los vecinos. Nadie tenía toque de queda porque las calles eran seguras si querías estar ahí, solo, a la madrugada. Existía ese mágico ambiente de respeto que las ciudades pierden conforme crecen.

Y, por lejano que pareciera, sucedió.

Mae jamás volvió a su casa.

El lunes no fue a clases.

El martes tampoco.

Y el miércoles ya lo sabían todos.

La fiesta fue el último lugar en el que fue vista, y yo me pregunto si no fui yo también el último que la vio. ¿Y si así fue? ¿Podría haberla ayudado? Mi mente me tortura todas las noches debido a eso. El sentimiento de culpa crece conforme el tiempo avanza. He oído rumores estúpidos, como que ella misma se escapó porque no soportaba estar de vuelta, pero no es posible. Mae había bebido mucho esa noche. Y yo estaba con ella.

¿Eso me hace culpable de algo?

Mientras más intento recordar, más borroso luce todo para mí. Solo me veo corriendo, me veo bajándola luego de darme cuenta de que ella podía correr por su propia cuenta, y luego todo es oscuro... pero hay un sonido que en el fondo sé que oí, y una parte de mí no quiere aceptar. No porque sea difícil de creer que fue eso lo que escuché, sino por lo que puede significar.

El bendito disparo.

No sé en qué momento, pero era todo oscuro y sentía miedo, además de cansancio, y salté cuando reconocí qué era. Además... estaba cerca. Más de lo que, en ese momento, creía.

Puede ser que una parte de mí sepa qué sucedió con Mae y no quiera verlo. Puede que una parte de mí sea culpable porque sé algo que evito para no tener que pensar que quien disparó esa noche pude haber sido yo.

Me siento sobre mi cama para luego doblarme y ver lo que hay debajo: una caja de zapatos normal y corriente. Tras alcanzarla vuelvo a mi anterior posición y la abro. A simple vista nadie vería nada demasiado extraño. Mucho algodón, cierto dinero que ahorramos mi madre y yo antes de su muerte y me traje conmigo, pero hay algo más debajo de todo.

Una pistola.

Pequeña aclaración: las presentaciones de las partes (la primera fue Crisálida, la segunda es esta) son narradas por diferentes personajes. Esta fue narrada por Wren, y luego el resto de la historia es narrada por otro personaje que pronto se pesentará. Cabe aclarar que esto está en futuro, pero en el capítulo 6 volveremos al "presente".

Si no lo entiendes, pronto lo harás.