Dulce Equivocación

PRÒLOGO

 

—¡Max! —me llaman.

Me giro, ya con la puerta del auto abierta, y enfoco la mirada en torno a aquella chica que viene caminando en mi dirección.

—Hey… ¿Cómo estás? —Intenta sonar relajada, pero luce tensa y su respiración entrecortada—. Vaya, sí que te ves diferente con traje… Todo un empresario, ¿no? —suelta con una risita, incomoda.

Su rostro se me hace familiar, pero no sè de dónde.

—Disculpa… ¿Tú eres…?

Ella entre abre los labios, mostrándose ofendida.

—¿No me recuerdas?

Esta vez soy yo quien suelta una risita, incomoda.

—Tengo mala memoria —le miento.

Ella asiente y hace una mueca, torciendo la boca, como diciendo: ¿sabes qué? si no me recuerdas te puedes ir a la mierda.

 A continuación, se gira, dándome la espalda. Da un paso y duda. Da otro pasó y vuelve a dudar.

Finalmente, me vuelve a mirar, y agrega:

—Salma. Soy Salma.

—Salma, claro —repito, sonriendo, como si de súbito la hubiera recordado—. Así que Salma.

Ella respira hondo. No me cree ni una palabra.

—Esto es increíble. Te olvidaste de mí.

—Lo lamento, es que…

—La chica del tatuaje en el pubis —suelta—. Ya sabes, el que dice: “Bienvenido al paraíso” —Hace las comillas con sus dedos.

Abro los ojos de más y se me escapa una sonrisita, picara, recordando aquel encuentro.

—Claro… Uff… Como olvidarte.

—Ya. Se nota —ironiza

—Disculpa por irme así sin despedirme. No te pagué, ¿verdad? —Palpo mi billetera en el bolsillo, pero recuerdo que no traigo efectivo—. ¿Aceptas un cheque?

Salma está colorada.

—¿¡Piensas que soy una puta!?

Alzo las cejas.

—¿No? —Ahora aprieta los puños—. Disculpa, estaba muy tomado.

—Mira, maldito desgraciado, solo vine a decirte que tras aquella noche, que para ti, claramente, fue una más de tantas, hubo una consecuencia.

—¿Consecuencias? ¿De qué hablas?

—¿También tengo que explicarte las consecuencias del sexo sin protección? Joder, ¿eres un niño o qué?

—Es que no entiendo.

—¡Que estoy embarazada,  idiota!

—¿Qué? —Estallo en una carcajada.

—¿Te parece muy gracioso?

—Lo siento. —Intento contener la risa—. Es que no pudiste tener peor idea.

—¿Cómo que peor idea?... ¿Crees que estoy mintiendo, imbécil?

—Por supuesto que sí. ¡Soy estéril!

Salma frunce el entrecejo, guardando silencio por algunos segundos, e intentando mantener controlada su ira.

 —¿Estéril?... Eso es imposible.

 —No es imposible. Es la verdad. Así que si lo que buscabas era sacarme dinero, te tocará meterle tu hijo a otro.

Cuando pienso que por fin esa mujer desistirá, le da por echárseme encima y golpearme repetidas veces en el pecho, mientras dice:

—¡No quiero tu maldito dinero!... ¡Quiero que te hagas responsable!... ¡Responsable!

Formo una barrera con mis brazos, intentando defenderme. 

—¡Largo de aquí, maldita loca!

 Se detiene.

—¿Loca?... ¡¿Te parece que estoy loca?! —Agarra una piedra y le da un rayón a mi auto.

—¡No! ¿Qué hiciste?

—¡Allí está tu loca! —Aunque intenta mantenerse altanera, finalmente, se echa a llorar, para después darme la espalda e irse. Me le quedo viendo y a mitad de camino, se gira, y añade a todo pulmón—. Y sabes ¿qué?... ¡Lo tienes pequeño!

—¡Ah, pero bien que te lo gozaste, ¿no?! —Extiende el dedo del medio y, acto seguido, me da la espalda, nuevamente—. Mujer del demonio, todo esto es culpa de Luca… es que cuando lo vea… —Vuelvo la vista al rayón—. Joder, ¿cómo te hacen esto, y recién pintado?

Mi teléfono suena y bufo; lo que me faltaba; una llamada de mamá. Lo último que quiero es contestar, pero si no lo hago, será peor.

—Sí, ya voy a buscar los resultados. No me agobies.

—¡Max! —exclama—. ¿A qué no adivinas?

—¿Qué?... ¿Chanel sacó un nuevo perfume?

—Pero que sentido del humor, la verdad no sé cómo hacía Natalie para soportarte.

—Mamá.

—Sí, ya sé que no te gusta que te la recuerde. Pero con esta noticia, no te la sacarás de la mente.

—¿Ella…? —Hay cierto temor de pronunciar aquellas palabras; no me quiero ilusionar—. ¿No me digas que regresó?

—No, cariño, no se trata de eso. Pero después que escuches lo que tengo que decir, puede ser que sí regrese.

—A ver, explícate.



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En el texto hay: amor embarazo

Editado: 08.01.2023

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