Pasado un largo tiempo cada uno volvió a sus casas, dando por concluida la reunión familiar preestablecida cada mes para quejarnos de nuestra vida en general, y aunque —como siempre— se quejaran del aspecto romántico más que otros, también la pasamos muy bonito jugando juegos de mesa y planeando ir a algún centro temático de terror. Después de todo somos una familia unida y feliz.
—¿Qué tal te fue? — preguntó mi compañera de cuarto cuando me escuchó abrir la puerta—
—Biennnn, lo de siempre —le contesté—. ¿Estas estudiando aún?
—Si.. ehm.. es que.. —balbuceó un poco— ¿Me ayudas? No entiendo esto sobre biotecnología —señalo algo en su cuaderno—.
—Espérame un momento y te ayudo.
Fui a dejar mis cosas a mi habitación y a cambiarme, para luego ir a la sala y sentarme al lado de mi compañera de cuarto y de estudios.
—Te dije que pusieras atención, Camila —la regañe al sentarme— ¿Qué es lo que no entiendes?
—Esto— señalo.
Transcurrido un tiempo en donde le explique sobre el tema de epigenética y repasamos otros temas generales de ese curso, nos dimos un descanso.
—Oye —me dice— ¿Te leo las cartas?
Fruncí el ceño al escucharla decir eso.
—¿De verdad estudias ciencias naturales?
Ella ignoró por completo mi pregunta.
—Andaaaa, déjame practicar contigo —rogó— Como la estudiante de biología que soy, debo tener mi conejillo de indias, así que déjame que practique las cartas contigo.
Negué con la cabeza.
—¡Solo serán con los arcanos mayores y sin invertirlos!
—¿Qué significa eso? —la mire confundida.
—Da igual, solo acepta. ¡Solo hoy! Por favorrrr —Puso ojos de cachorro y acabe cediendo—.
Nos sentamos en el suelo, ella colocó una mantita con signos de astronomía y me pasó un conjunto de cartas para que baraje, luego ella empezó a sacar cartas y armar una figura sobre la tela.
—¡Oh Santo Cielo! — exclamó cuando terminó de colocar las cartas— ¡Dios mío! ¡Esto es una locura, Sam!
—¿Qué? ¿Qué pasa? —le pregunté intrigada al verla tan sorprendida y emocionada—
—¡¡Te vas a enamorar!! —gritó en un chillido de emoción.