Odette
Pase el día entero encerrada en mi habitación pero tuve que salir porque el hambre me estaba matando. Salí de la habitación tratando de hacer el mínimo ruido posible. Baje a la cocina y para mi sorpresa estaba Maria. Ella es como una madre para mi, me cuida, me escucha y me da consejos. Me da el amor que nunca pude tener de una madre.
-Señorita Odette- Dijo con sorpresa -Me enteré de lo que paso ayer por la mañana... lo lamento tanto...- Corrí a sus brazos y empecé a llorar desconsoladamente y ella me acariciaba el cabello en forma de tranquilizarme.
-No quiero estar con alguien que no amo ni conozco Maria.- Pude pronunciar apenas me tranquilicé
-Lo sé señorita pero... no hay nada que podamos hacer
-Pero lo que más me dolió fue que... mi padre no dudo ni un segundo si aceptar o no. No creí que fuera capaz de hacer algo tan cruel... ¿Acaso me odia tanto? ¿Qué le hice para que me odiara tanto?.
Empezaba a tener miles de preguntas en mi cabeza y Maria me hizo un té para que pudiera calmarme y después me hizo una comida ya que me estaba muriendo de hambre.
Un rato después mi padre me llamo y fui a su oficina, la verdad no quería verlo pero debía contener mis ganas de gritarle cosas sino me podía ir mal.
-¿Me hablaste padre?- Entre a la oficina y cerré la puerta detrás de mi
-Odette... prepara todas tus cosas que te vas a mudar con el joven Morreti- Dijo en un tono frío y sin mirarme. Sentí muchas ganas de llorar pero no de tristeza sino de rabia, verlo me hacia tener mucho enojo y rabia hacia el pero prefería no decirle nada y solo asentir. -Niña estúpida ¿que no te enseñaron qué debes responder?
-El que me debía enseñar eso creo que esta muy ocupado en ver si le sueltan dinero y no por su hija.- Solté secamente... debí quedarme callada porque recibí una cachetada qué me dejó roja la mejilla, sabía que al día siguiente iba a estar un poco morado por la fuerza que puso.
-Retirate niña insolente... no quiero volver a verte.- Las lagrimas se apoderaron de mis ojos y me fui antes de que empezará a llorar. No iba a llorar por el golpe total, ya estaba acostumbrada a sus golpes físicos y más a los emocionales.
Prepare mis cosas en varias maletas y me sente en un sillon color cafe que tenia en mi habitacion y empece a verme en un espejo el golpe.
Crhistian
Estaba en mi casa, no, no era una casa, es una puta mansion. Lo mejor para el mejor. Estaba organizando la habitación para la niña Rouse, quería que estuviera cómoda... después de toso esta iba a ser su nueva casa por un largo tiempo así que debía sentirse muy cómoda. Les pedí a mis ayudantes que fueran hoy por la niña, mientras antes esté aquí, mejor. Ellos se fueron y yo me dirigí a mi oficina donde estaba viendo papeles y más papeles.
Escuché el ruido del portón eléctrico abrirse y volte por mi ventana ya que desde ahí se veía la entrada y vi que la camioneta donde venían mis hombres y la niña ya había llegado así que fui a mi habitación y me arregle un poco, me puse perfume... ¿Porqué carajo me puse perfume?. Solo quería dar una buena impresión o al menos eso me dije para convencerme de que solo era eso. Baje las escaleras lentamente y vi que ella estaba en la sala de estar viendo todo a su alrededor y los inútiles de mis hombres bajaban sus maletas.
-Bienvenida- Solté con una sonrisa y al parecer la tome por sorpresa porque se sobre saltó. Ella solo me miró seria pero su mirada no sabía que reflejaba, si tristeza, enojo, miedo, no lo sabía. -Este va ser tu nuevo hogar... espero y te sientas cómoda.
-Gracias- Vi que traía los mechones de su cabello cubriendo su mejilla y esta se veía algo roja y entre morada por lo que me acerque más a ella y esta retrocedió, es raro. Levante la mano para quitar los mechones qué cubrían su cara y ella levantó las manos para cubrirse, tenía miedo.
-No te voy a golpear... no estas aquí para eso- Ella bajo las manos lentamente y yo la vi a los ojos intentado pedir permiso para que me dejara tocarla, ella accedió y yo le aparte los mechones de su cara y... -Quien carajo te hizo esto.- Exigí con voz fuerte
-Nadie, me caí y me golpeé
-Si y yo soy pobre... dime quien te lo hizo- Volví a exigir.
-Mi padre...- Dijo en voz baja pero alcance a escucharla. -Por favor no le hagas nada
-¿El te golpeaba?- Ella se quedó en silenció y con eso comprobé todo. Di un suspiro y me pase las mano por la cara... no sé porque pero me encabrona que ese hijo de puta la haya golpeado... tal vez porque así fue infancia.
-No le hagas daño por favor- Ella suplico y yo me quedé confundido, ¿después de lo que le hizo no quiere que le den su merecido? -El será un monstruo pero yo no soy así...
-Pues yo sí- Vi que ella me miraba con mala cara -Solo le daré un susto niña... no voy a matarlo o al menos no todavía.
Después de eso mande a mis hombres a que le dieran "un susto" y yo le presente a todos los trabajadores de mi casa y después subí para enseñarle su nueva habitación.
-Es bonita pero...- Dejo de hablar y la miré para que siguiera pero ella no pensaba en seguir
-Habla
-No es mi estilo