Luego de la fiesta Oliver no paro de llamarme. No se atrevió a venir porque Henry lo amenazó.
Esthefany y Sarah se habían quedado ayer por la noche, pero hoy ya es lunes y tengo que volver al instituto, la verdad no quiero ir, se burlaran de mí y no quería enfrentar a Oliver.
No quería verlo, no estaba preparada. No me dolió como debería, pero aun así no podría enfrentarlo. No cuando aún sabia como sentirme, sé que debería estar enojada. Lo estoy, pero lo estoy porque me humilló, no porque me traiciono.
—¿Quieres que te acompañe a tu clase? —Pregunta Henry.
Sonreí.
Él siempre ha sido un hermano cariñoso, a veces deseamos matarnos, pero aun así nos
amamos.
—Tranquilo, H.
El asintió y yo me mordí la lengua para contener la pregunta que he tenido desde la fiesta.
—¿Dónde estabas en la fiesta?
Él se pone nervioso y evita mirarme a los ojos.
Va a mentir.
—Con los chicos.
—¿Solo con los chicos?
—Si.
Le pellizco el brazo para que me vea a la cara.
—Hey, eso duele.
—¿Con quién estabas, Henry William Foster?
—Con nadie, Madisson Miley Foster.
Sin pensarlo mucho lo tome de la oreja y tire de ella.
—No me mientas.
—Okey, okey. Intente invitar a salir a una chica— Levanta las manos como si lo hubiera detenido la policía.
¿Intente?
Wow...si lo dijo así significa que lo rechazaron, Henry nunca fue rechazado. No desde que llegamos aquí.
Las chicas tienen la tendencia de lanzarse sobre él.
—¿Quién fue tu primer rechazo?
El suspira y veo como su cara se pone roja cual tomate.
—Jessica Jones.
—¡¿QUE?!
—No grites— Dice asustado.
—¡Invitaste a salir a Jessica Jones!
Me reí, no fue con maldad, pero era algo de esperarse. Varios chicos la invitaron a salir, pero siempre ha dicho que no. Hace un año, Charlie Wells la invito al baile y ella lo rechazo. Nadie podía creerlo ni yo, Charlie es todo un dios griego y es muy agradable, las chicas se mueren por él, pero Jess solo lo rechazó.
Jessica es una chica muy guapa, Cabello castaño oscuro, ojos azules, piel de porcelana con unos pocos lunares en la cara, una linda nariz que tiene un pequeño puente, pero queda perfecto con su cara redonda y su gran manera de vestir. Siempre se ve genial incluso son una camisa blanca y Jeans, sabe jugar con los accesorios para que un atuendo básico se vea genial.
Si, adoro la manera en la que se viste. Todas las chicas del Instituto lo hacemos.
—No te burles. Ella realmente me gusta.
—Apenas la conoces.
—Eso crees tu.
—¿Eso creo?
—He hablado con ella un parde veces y siempre me deja totalmente cautivado con cada palabra que sale de su boca, es dulce cuando se lo propone.
—Perece que la conoces mucho.
—¿Recuerdas el club de arte?
—El que vas cada día.
—Ella siempre esta ahí.
Tiene sentido, las charlas secretas con papa, lo mucho que tarda para vestirse antes de irse y lo distraído que esta últimamente.
Henry no iría cada día si no le gustara de vedad. La primera vez que se enamoró no salió muy bien, la chica le dijo que nunca lo amo, a pesar de eso Henry sueña con encontrar el amor, mi hermano es un romántico empedernido.
—Eres un acosador.
—¡Lo descubrí por accidente, Lo juro!
—Y vas todas las tardes por accidente también. — Me burlé.
Él se sonrojo aún más.
—No mentiré, si voy solo para verla. Al principio era cortante conmigo, pero luego comenzamos a hablar y creí que aceptaría salir conmigo.
—Pues invítala de nuevo, ¿que puedes perder? —Henry tiene sus encantos, sé que lo lograra. —Tu eres el que cree en el amor, ve por ella, Cupido.
El asintió y baje de auto aun sorprendida. Quien diría que a mi hermano le gusta Jones.
Ya los imaginó teniendo cinco hijos y una linda casita.
No te hagas ideas, quizás ella lo rechazo de nuevo. Es lo mas probable.
Mientras más cerca estaba de mi clase, más nerviosa me sentía. No quiera encontrarme a Oliver.
—Maddie.
Hablando del diablo.
Pensando en el diablo, mejor dicho.
Quise comenzar a correr hacia mi clase, pero él fue más rápido y se interpuso en mi caminó.
—Amor...
—No me llames así.
Entonces lo vi. Tenía un ojo morado y el labio inferior herido también tenía ojeras bajo los ojos, pero me concentre en su mirada que parecía arrepentida.
—Por favor hablemos.
—No.
El peino su cabello, nervioso y yo por mi parte me moría de ansiedad.
Ahora que lo veía si estaba comenzando a doler, no podía evitarlo. Una parte de mi creyó que Oliver era el indicado por eso dejé todo fuera muy rápido, creí que era EL chico.
—Vamos...por favor. Lo arruine, lo sé—Intenta tomar mis manos, pero las aleje.—. Podemos resolverlo.
—Lo siento, pero no puedo.
No podía perdonarle. No estaba enojada, no ahora sino decepcionada.
Veo sus ojos contener las lágrimas. Intenta decir algo, pero nada salió. Todo se volvió un silenció incomodo, ninguno hablo. Intente buscar una excusa hasta que para mi suerte una voz lo interrumpe.