Creo que Maggie es feliz sin mi, tal vez sea hora de acompañar a Megan. Pero se que es la salida más cobarde...
- Bien, primero corro yo y después tu - Megan quería hacer trampa.
- Eso es trampa, amor - ella entre cerro los ojos indignada.
- ¿Me estás diciendo tramposa? - mi novia si que le gustaba jugar.
- Algo así - sonreí de lado - Te amo así de tramposilla - bese su mejilla.
- Y yo te amo así de listo - me abrazo.
Esos recuerdos cada vez aparecían más seguidos y eso me dolía bastante.
Quería arrancarlos de mi pero a la vez los quería ahí.
- Oh, tu no has dicho eso - la señale.
- Ups.. - una risita escapó de sus labios.
- Claro que soy sexy - murmuré - Soy muy caliente mujer.
- Ya... - rió mi novia - ¿Quién te ha dicho esa mentira? - la miré indignado.
- Tu - la señale.
- Ups - su tan típica frase volvía a sonar.
La extraño tanto vuelve Megan, por favor.
- Yo no digo que no te quiero, solo digo que no... - mi novia estaba de chistosa.
- ¿Qué no... Qué?
- Bien si te quiero - Oh no, siempre trataba de evadir los temas.
- Megan.
- Dije que no me gusta este tatuaje de aquí - Señaló uno de mi tan reconocidos tatuajes. Ella odiaba la tinta en la piel. - Ni este - señalo otro - Bueno ninguno.
- Pero me veo sexy - le guiñó un ojo
- Tu siempre serás sexy sin importar que lleves o no tatuajes - Ella era tan cariñosa cuando no se burlaba de mi.
- Y tu eres mi perfecta tramposilla - besé su mejilla - Te amo - ella besó mis labios.
- Y yo a tí listillo - ella me abrazo.
Megan ¡¿por qué lo hiciste?! Te amaba tanto. Me causabas tanta felicidad y ahora solo me causas tristeza. ¡Te extraño!
No quiero que vuelvas, quiero ir contigo. Y eso haré...
Hoy es 23 de diciembre, ha pasado ya bastante tiempo desde que Megan murió y esta navidad solo pido estar con ella...