Capítulo 1: Oscuridad

Oscuridad

Abrí los ojos lentamente tratando de controlar las náuseas que amenazaban con hacerme vomitar, mire a mi alrededor, no podía recordar en donde estaba o como había llegado a ese lugar, todo estaba sumido en una oscuridad tan intensa y sofocante que lo único que podía hacer era encogerme y preocuparme aún más.

Moví las manos a mis costados para palpar el lugar en el que yacía, para darme cuenta de que no era nada más que un frío y mal oliente piso, por alguna razón, este hecho me desconcertó aún más que el encontrarme en un lugar extraño, sin memoria de lo que había pasado.

Tomé una bocanada profunda, buscando calmar a mi agitado corazón, pero estaba tan débil, que con ese leve esfuerzo lo único que trajo consigo fue llevarme de nuevo a los brazos de las sombras.

La siguiente vez que abrí los ojos, procuré moverme lentamente, tratando de incorporarme, dándome cuenta de que, no solo tenía un intenso dolor de cabeza, sino que también, me dolían horriblemente los brazos y las rodillas. El miedo me embargaba y me consumía lentamente, ambos volviéndome aun más torpe de lo que generalmente era.

Con los ojos fuertemente apretados, intente contener el dolor, buscando levantarme, pero antes de que pudiera erguirme por completo, mis piernas cedieron y caí de bruces sobre mis rodillas y las palmas de mis manos. Únicamente pude esbozar una mueca de dolor mientras dejaba correr libremente las gruesas lagrimas que se habían agolpado en mis ojos. Manchado mi cara, aun mas de lo que probablemente ya estaría, exteriorice mi vergüenza, por la debilidad que siempre había intentado ocultar en lo mas hondo de mi alma.

Estaba por intentarlo de nuevo cuando un recuerdo volvío a mi mente, de forma tan repentina que me cortó la respiración.

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—No importa lo que pase- susurro frenéticamente mientras tomaba mi rostro entre sus manos- Te amo— su voz sonaba tan desesperada que me partía el alma.

Se acercó a mí y deposito un cálido beso en mi frente antes de dar media vuelta y marcharse sin mirar atrás.

No intente detenerlo.

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Parpadee rápidamente buscando darle sentido al recuerdo pero, por más que me esforzaba la cara del chico que me hablaba desesperado, carecía de tanta nitidez que me era imposible reconocerle; como si estuviera cubierta por un grueso velo que no dejaba ver a través. A pesar de eso, su voz lograba aflorar sentimientos desconocidos y hermosos dentro de mí, acelerando mi corazón y robándome el aliento.

Suspiré profundamente tratando de pensar que haría, cuando el sonido de una pesada puerta abriéndose llego a mis oídos. Me volví rápidamente para mirar al lugar del cual provenía el ruido, encontrándome, sorpresivamente, con una tenue luz que inundaba la habitación en la que me encontraba. Justo en ese lugar se podía distinguir una silueta macabra que parecía parte de la penumbra.

—El amo quiere verte— su voz era siniestra y carente de emoción, por un momento no pude procesar adecuadamente sus palabras, por ello me quede estática, conteniendo la respiración. ¿El AMO? A pesar de mi curiosidad no me atreví a preguntar. La presencia de aquella criatura me estremecía desde lo más hondo. Era una sensación tan perturbadora que no había manera de que pudiera describirla de una forma eficaz.

Su horrible y dificultosa risa retumbo por todo el lugar, antes de preguntar:

—¿Tienes miedo?

¿Qué si tenía miedo? No. Es taba aterrada, pero no iba a reconocerlo ante ese ser tan horrible. Por el tono en el que había hablado, estaba segura de que mas que una pregunta, era una afirmación burlona y satisfecha.

Respire profundo, antes de ponerme en pie lentamente ignorando el dolor de mi cuerpo, que gritaba por que me detuviera. Pero mi necesidad de respuestas me indagaba a continuar, ignorando todo, menos la curiosidad que me carcomía profundamente. Por esos pocos segundos de valor, logré encaminarme al encuentro con, El Amo.

Camine lentamente hacia la puerta mientras secaba mis lágrimas y eleve una oración al cielo, rogando a Dios que me ayudara.

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No sabía durante cuánto tiempo habíamos caminado por la penumbra, el cuerpo me dolía de una manera horrible, apenas y podía seguir le el paso al ser frente a mi, estaba segura de que me desmallaría antes de que pudiera llegar a mi destino, pero no estaba dispuesta a pedirle ayuda a mi acompañante, no sabía cómo lo tomaría y no quería hacer algo que me provocara más dolor, era consiente de que mi cuerpo no lo soportaría.

Clavando las uñas en mis palmas, comencé a tararear por lo bajo, intentando que mi voz pasara desapercibida para el ser que me guiaba silenciosamente.

I don't wanna take your precious time,

'Cuz you're such a pretty, pretty, pretty, pretty, face,

But you turned into a pretty big waste of my time.

I don't wanna take up all your time,

'Cuz you're such a pretty, pretty, pretty, pretty, face,