1 ¤ Dylan

Ni mil cuchillos atravesándo su cuerpo podrían igualar todo el dolor que llevaba dentro, jamás se había sentido tan dolido y humillado en toda su vida. Simplemente no podía soportar todo lo que le estaba pasando.

Dylan yacía en su cama recostado mirando el techo pensando que hacer, jamás lo habían descubierto en estos 5 meses que llevaba intimando con Chad en el baño, fue sólo un descuido, un pequeño descuido que arruinó su vida por completo.

Iba a mudarse, lo había escuchado. Sus padres habían conseguido una nueva vivienda en menos de una semana, no podían soportar el hecho de que le gustaran los hombres.

No se extrañó. Con la inmensa cantidad de contactos que poseen cada uno no le sorprende en lo absoluto.

"Malditos homofóbicos" susurró.

Una lágrima recorrió su mejilla, realmente no quería dejar esta cuidad, ni mucho menos el Instituto. Había conocido a tantas personas importantes en ese lugar que solo el hecho de pensar que debía abandonarlo le partía el corazón en mil pedazos. Se la secó inmediatamente antes de que alguien lo descubriera lloriqueando.

Su madre entró en su habitación a comentarle la noticia.

"El miércoles vendrán los de la mudanza a llevarse las cosas cariño, te sugiero que empieces a empacar desde ahora" recita su madre parada a un lado de la cama de Dylan.

Al obtener solo una mirada neutra de parte su hijo se acerca lentamente hacia la cama sentándose en el borde de esta.

"Perdónanos hijo" se sincera su madre conteniendo su llanto "Solo queremos lo mejor para ti" murmura suavemente mientras levanta una mano y acaricia su mejilla.

Dylan asqueado gira sobre sí mismo quedándose de perfil, decide pasar por ella. No respondería. No pelearía esta vez. Estaba cansado de hacerlo.

Llevaba días peleando con sus padres tratando de cambiar su opinión, más no logró convencer a ninguno de ellos lo cual lo desesperó por completo.

Al no obtener solución al problema pensó opciones como escaparse e incluso la opción de terminar con su vida se cruzó por su mente, ideas que descartó al instante sabiendo que ambas eran totalmente ridículas.

Sus padres tarde o temprano lo encontrarían ya que digamos que no es lo suficientemente brillante como para sobrevivir solo allá afuera, y con respecto a la segunda.. ¡Oh Vamos! Jamás haría semejante estupidez. ¡El muchacho ama vivir! ... A excepción de estos días claro.

Su madre resignada se levanta lentamente de la cama y sale de la habitación. Enseguida Dylan se levanta y corre hacia el baño en busca de tranquilidad.

Luego tendría tiempo de empacar.