Eclipse de Medianoche

Capitulo 7

––Por favor, Marie.–– suplicó por sexagésima vez Sam.

––No.

––Si que eres dura.

––Y tengo suficiente intelecto como para saber lo que me conviene.

––Pero esto nos conviene a ambos.

––Te conviene a ti, Sam.–– dije.–– Aparte se que me estás omitiendo detalles, si voy a poner en peligro mi trasero ante él me tendrás que decirme porque la insistencia de que sea tu víctima.

––¡Ya te lo expliqué! Es el nuevo y mi reputación como el rey de las bromas no excluye a nadie.–– me crucé de brazos esperando a que siguiera mintiendo, porque eso es lo que hacía el bastardo.

La lealtad a mis amigos siempre está por delante y los apoyo en cualquier situación, cabe aclarar que Sam no es mi amigo pero si el hermano de Nath. El muy cabron acudió a mi para robar la mochila del pelinegro y que esta llegará a sus manos, porque según él, la broma de la harina con huevo en ella había resurgido. Y allí estaba la primera mentira, esa broma la dejo de hacer después de que un alumno de tercer grado casi lo golpeará, tuvimos que interferir para que lo disculpara.

––Vamos Marie.–– volvió a insistir.

––No hasta que me digas la verdad.

––Ya te explique que…

––Mi paciencia se está agotando.–– froté mi cien.

––Pues accede y así no la pierdes.–– dijo entusiasmado obteniendo una mala cara.

––Tienes 10 segundos para decirme la verdadera razón, si no lo haces olvídalo.

––Marie ¿Enserio quieres que te lo repita?

––Diez.

––Te protegeré si es lo que temes.

––Nueve.

––Solo sácala afuera del salón ¿Ok?

––Ocho.

––Jamás te delataría.

––Siete.

––Por nuestra amistad.

––Seis.

––Esto es injusto, Marie.

Bingo.

Sabía que había algo más.

––Cinco.

––Te pago un día de spa.

––Cuatro.

––Te compro dos libros a escoger.

Tentador, pero prefiero la honestidad.

––Tres.–– forcé.

––Te llevo de compras.–– dijo desesperado.

––Dos.

––¡Está bien! Me rindo.–– alzó las manos rendido.–– Pero si te lo digo tienes que jurar que no dirás ni una palabra a nadie más.

Asentí.

––Ayer la tormenta eléctrica dejo sin luz a todo el pueblo, las calles estaban en completa oscuridad y solo las iluminaba la luz de los rayos.–– suspiró.–– Resulta que estaba merodeando las calles cuando la luz se fue, saqué mi celular y encendí la linterna para poder ver. Las calles estaban en un silencio sepulcral, solo éramos las gotas que caían y yo.

––Al punto.

––Bueno, en el camino curiosamente me encontré con Vlad quien iba corriendo y en un torpe movimiento chocó contra mí.

––Alto ¿Quién es Vlad?

Frunció el ceño desconcertado.

––Al que te dirigías hace un momento, el hermano de Nate.

Así que así te llamas engendro del mal.

»El caso es que al momento de impactar contra mi su mochila cayó liberando lo que tenía en su interior. Me agaché para ayudarle y le pedí una disculpa, las cuál ignoro por cierto. No sé podía ver mucho por la oscuridad pero estoy seguro que lo que levanté era similar a un pañuelo, no lo sé. Él me la quitó de inmediato y para no hacerlo tan largo yo ya me retiraba cuando un rayo iluminó y vi las manchas rojas que cubrían todo de él, me exalté al ver un líquido gotear de su mano y entonces corrí pensando que tenía complejos de asesino.

»No pude dormir esta noche porque yo habría podido jurar que era sangre, entonces llegó la luz y como costumbre papá prendió el televisor poniendo el noticiero. La estatua de Vallejo pintada de rojo fue la noticia más emblemática…

Y como su tuviera un foco mi mente se esclareció imaginando a un Vlad estropeando el monumento, seguro tiene que tener un complejo con la historia para hacer tal acto de “vandalismo”.

––Así que me querías usar para obtener evidencia.

––¡Exacto!

––Eres un maldito imbécil.–– dije y frunció el ceño.–– Me querías usar para recibir la recompensa y exponer a Vlad, eres astuto Sam pero también un egoísta.

Sus labios se amoldaron a una sonrisa apenada y rasco su nuca.

––Bien, lo lamento pero…

––Quiero la mitad de la recompensa.

––¿¡Qué!?–– sus ojos se abrieron como platos.–– Estás loca si piensas que te daré tanto.

––Entonces consigue a alguien más.

––Veinte por ciento y trato.

––Sam, yo haré el trabajo sucio.

––Treinta y no más.

––No.

––Vamos Marie, deja de ser tan necia.–– negué. ––¡Bien! Cuarenta por ciento.

––Pensándolo bien, puedo hacer esto sola.

––¿¡Qué!? No, no, eso es traición.

––Muchas gracias por la información, plebeyo.–– giré sobre mi eje para marcharme.

––¡Está bien! Obtendrás la mitad.

––Obtendré el sesenta y cuarenta por ciento será tú paga.

––Me estás jodiendo ¿Verdad? ¡Este es mi plan!–– se posicionó frente a mi.

––Si, bueno, yo soy la que corre el riesgo.

Talló su rostro con las manos y bufó al instante, verlo desesperado era gracioso.

––Esta bien, pero solo seremos nosotros dos ¿Ok?

––Lo prometo.–– alcé mi palma.

Varios pasos se escucharon y ambos volteamos al instante.

––¿Nosotros?

Geniaaaal.

Susan nos miraba a ambos con una expresión horrorizada, paseó sus ojos por las manos de Sam que sostenían mis brazos para después mirarme a mi y luego a él.

Ambos nos separamos de golpe.

––No es lo que estás pensando.–– habló Sam.

––Exacto.–– lo apoyé.

––Creo que está claro lo que vi.–– habló Susan.

––Lo estás malinterpretando, Susan. Es Marie, odia a todo el mundo y entre los destacados estoy yo.

Bueno, a decir verdad ya le estaban quitando el puesto.

––Exacto.–– dije.

––Entonces que significa ese “nosotros”–– dijo Susan mientras hacia comillas con sus dedos.

Ambos nos quedamos callados, intercambiamos miradas y Sam negó con la cabeza para no decir algo más. No tenía sentido ocultarlo, podíamos tener resultados rápidos si agrandábamos el equipo, y conociendo a Susan seguiría insistente hasta que le digamos el último detalle. Era nuestro don.



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En el texto hay: destino, romance fantasia magia, secretos drama

Editado: 24.08.2022

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