Eclipse de Medianoche

Capitulo 13

––Vlad, liberame.*––Vlad, liberame.*Nota de aurora:

Siempre suelo ponerla hasta el último pero bueee solo quería desearles un feliz día de San Valentín, y como regalo hoy les traigo una mini-maraton de 3 capitulos ❤️

Espero ver un comentario suyo acerca de está historia, espero la estén disfrutando tanto como yo ❤️

Sin más que decir, prosigan a leer ❤️

 

                           Mini-maraton 1/3

 

––Marie, antes que todo debes saber que somos tú mejor opción.–– habló Nate.
 

La desesperación de querer saber la verdad me estaba invadiendo ¿Qué pueden decirme para que se demoren tanto?
 

––Si, ahora hablen.–– repliqué.
 

––¿Qué fue lo último que recuerdas?–– preguntó.
 

––Recuerdo haber subido a la segunda planta buscando el baño...
 

––¿Y qué hacías en la estantería?–– interrumpió escéptico Vlad.
 

––Bueno, había varias puertas y me equivoqué.–– mentí ganándome una mirada de Sam que no pude descifrar ¿Acaso ya saben la verdad? ––Y no pude evitar entrar a observar los distintos títulos.
 

––No te creo.–– insistió Vlad.
 

––No lo hagas.–– me encogí de hombros. ––Esa es la verdad.
 

¡Agh! Podía sentir como las mentiras me quemaban.
 

––Sigue por favor.–– dijo Nate.
 

––Después de eso estaba por leer un libro, "El libro de las revelaciones" pero el gruñón presente–– señalé a Vlad.–– entró y empezamos a discutir, después sentí mi cuerpo caer y perdí memoria.
 

Omití el último detalle, estaba en la ligera línea entre el deber y el querer, podía seguir y hablar de lo que viví en la oscuridad aunque no sabía si fue real. La profunda mirada de Vlad producía escalofríos en mi cuerpo e incluso me sentía pequeña y vulnerable ante él, pero no le daría el gusto de verme en tal modo, jamás. 
 

––¿Segura que es todo lo que recuerdas?–– insistió el pelinegro.
 

Asentí. 
 

Todos compartimos una mirada a excepción de Sam quien tenía la suya perdida, nunca lo había visto de tal modo. Quise acercarme a preguntarle si pasaba algo o le había hecho daño, pero antes de poder avanzar Nate hablo:
 

––Abriste un portal, Marie.
 

Un escalofrío recorrió mi cuerpo al oírlo y me paralice tratando de procesar lo que había dicho. ¿Cómo pueden ser tan ignorantes? Eso no existe, nada de eso existe. La decepción abundó de mí, ellos no me habían traído más que para decir mentiras. 
 

––¿Me estás jodiendo?–– reí amargamente. 
 

––No debiste haberla llevado, Nate.–– hablo insípida mente Vlad.–– Te lo advertí.
 

––De cualquier forma tenía que suceder.–– respondió severo Nate.
 

––¡Pero no sería nuestra obligación!–– gritó Vlad provocando que saltará ante su tono furioso.
 

––Lo sería de cualquier modo.–– habló Nate aún con la misma tranquilidad de hace un momento.
 

Vlad miro despectivamente mientras negaba, su mandíbula tensa y su ceño extremadamente fruncido solo dejaba expuesto su furia para después darse vuelta e irse del lugar perdiéndose en la oscuridad.
 

¿Qué acaba de pasar?
 

––Discúlpalo, Marie.––: habló Nate. 
 

––¿Pueden dejar de darle tantas vueltas al asunto?–– dije aún asimilando la escena anterior.–– ¿Porqué no recuerdo cómo salí de tu casa, ni porqué discute con Sam, porqué su comportamiento y porqué me trajeron hasta acá? Solo necesito respuestas.
 

––Marie necesito que tengas la mente abierta y escuches lo que te tengo que decir ¿Está bien?–– dijo Nate angustiado y asentí de nuevo. Esto me estaba desesperando. ––El libro que tomaste es una reliquia que es solo expuesta para los elegidos y por ende tienen un propósito que cumplir en él. Yo no sabía que eras tú, ni siquiera lo intuí por lo cual también es algo inusual.
 

Las palabras de Nate cada vez más me confundían más ¿Todo esto es por un libro? ¡Es patético! Mentiras, mentiras y más mentiras. 
 

»Todo debe parecer extraño y te entiendo.
 

––Vaya, y hasta ahora lo dices.–– dije irónicamente.
 

––Marie,––por fin Sam se había dignado a hablar. ––escúchalo por favor.
 

––¿Qué tengo que escuchar? Es estúpido todo esto, traerme hasta acá y decirme todo este teatro acerca de un estúpido libro.–– exclamé harta de oírlos.

––Eres una bruja.––hablo Sam finalmente, como si eso fuera lo más normal del mundo.
 

Una pequeña sonrisa brotó de mis labios.
 

––Que no me peine es distinto...
 

––Marie no estoy jugando, tu nombre está en ese libro y debes saber que estás ahora en peligro.–– la angustia de Sam destilaba en cada una de sus palabras. Se veía nervioso e incluso parecía paranoico mirando a todos lados con sus ojos exaltados. 
 

––¿Y entonces donde está mi vara de madera, eh? La necesito ¿O mi escoba para volar por los aires? ¡Es más! ¿Dónde está mi sombrero mágico? Aquel dónde puedo guardar un sinfín de cosas así como los magos en sus circos.–– me burlaba tratando de controlar mi enojo que estaba a punto de estallar. ––¡Yo solo quiero saber que fue lo que pasó ayer! No estás estúpidas mentiras.
 

––No lo son. –· hablo Nate acercándose a mi. ––Y lo sabes perfectamente, siempre lo haz hecho. 
 

––No se de qué jodido me hablas, toda esta mierda no existe. ––lo encaré. ––Son mitos para asustar a niños.
 

––Y es por eso que frecuentan tus pesadillas ¿No es así?
 

Mi cuerpo quedó estático al oírlo, una helada recorrió todo el mientras trataba de no doblegarme. La rabia empezaba a invadirme aún sabiendo que todo eso es mentira, porque aún cuando la duda arraigaba en mi me convencía que solo eran eso. Unas horribles pesadillas.
 

––Todo esto va a cambiar quieras o no.–– agregó frívolamente Nate. ––Lamento que tenga que ser de esta manera pero son cosas que tienen que pasar.
 



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En el texto hay: destino, romance fantasia magia, secretos drama

Editado: 24.08.2022

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