Parte 5: Lía
Los vecinos comentan que la casa ahora está más silenciosa. Nadie ha visto a Isela desde hace semanas.
Un joven curioso se acercó una tarde y espió por la ventana.
Dentro, vio un nuevo arreglo en el salón principal.
Las marionetas están limpias. Ordenadas.
Y en el centro, en la silla de honor, está una nueva figura.
Una mujer de madera, con cabello negro suelto.
Ojos de vidrio gris.
Un vestido azul.
En la base de su silla, una nueva placa:
“Isela. No mover.”