Edén: El Reinicio

Capitulo 1: La anunciación

La anunciación

Miren, viene entre nubes.

lo verán todos, incluso los que lo traspasaron.

y llorarán por su muerte todas las naciones de la tierra.

Si, así será.

Apocalipsis 1:7

Somos seres creados por Dios.

Somos primates.

Somos... ¿Qué somos?

¿Cómo aparecimos una de las especies más inteligentes del planeta?

¿Ciencia? ¿Biblia?, no tengo un lado ni un bando.

Pero esta misión va a ser la única en donde todo se vuelve hilos de seda, que pronto se romperán, por no saber encajar un orden entre el bien y el mal, iré donde todo empezó, iré a lo prohibido.

17 de abril del presente año 3000

Los árboles de metros de altura, las casas que parecen haber desaparecido, el viento silbaba entre las ruinas, una melodía fúnebre que seguro resonaba en las calles vacías.

Las personas abandonaron todo, ya sin esperanzas de retomar su vida en el mismo lugar. No los culpo por eso, yo estoy haciendo exactamente lo mismo, solo que de una manera muy diferente.

No se manifiestan señales de vida más allá de mi presencia en el Jeth y la de mi amiga, Julieth, y si contamos un poco más, a las otras ocho personas abordo, con el mismo destino que nosotras.

La aeronave comenzó su trayecto desde altas horas de la mañana, con frecuentes paradas en diversos pueblos cercanos a la capital de Estados Unidos, Washington, o bueno lo que queda de él, a partir de ese momento recorrimos gran parte de América y Europa por casi toda su extensión.

El recorrido fue extremadamente agotador, perdí la cuenta de cuando salí de casa y cuanto tiempo he pasado aquí.

...

El reloj marcaba las 2:40, un momento suspendido en el tiempo, donde los primeros rayos de sol hasta ahora no se revelan, sentí una vibración grave, insistente, seguida de una voz robótica anunciando un nuevo mensaje subido a la nube.

Observe de reojo quien era, estaba en línea, mi cómplice, mi amiga que no conoce de horarios, <<siempre me llama cuando estoy apunto de dormir>>, desplegue el mensaje, alzándose sobre mi reloj la pantalla táctil casi transparente, utilizada para la intercomunicación, nos lo dieron como medida de seguridad al comienzo del viaje.

Al ver que estaba en línea, no desaprovechó la oportunidad, como casi nunca lo hace.

(En linea)

1 mensaje sin leer

—Wow, tu diario es muy ordenado además de darle un toque misterioso. —Le escribió la joven recostada en el asiento de al fondo— Adaia sabes que tenemos la suficiente confianza para hablar sobre estas cosas, puedes ser más abierta— dijo la chica enviando el mensaje.

—Además de invadir mi privacidad ¿ahora me veo obligada a darte una respuesta? —Respondió la chica de profundos ojos cafés, girando la dirección de su mirada hacia la chica, con una expresión calmada en su rostro.

—Veamos un poco más de cerca tu descontento —la joven sin previo aviso, fue captada por el flash de una cámara, mostrando una expresión de frustración.

—Julieth, para, caray, ¿cómo es que aun sigues siendo mi amiga?, que yo recuerde solo teníamos trabajos grupales y nada más ¿Cómo acabamos así?

—¡Huy!, Que fría, hasta tu hermano puede ser menos témpano de hielo.

(desconectando la conversación por mensaje)

—Nota mental: cambiar de una vez por todas la contraseña y quitar huellas dactilares. —murmure, soltando un bufido de frustración.

Al mirar en la pantalla desplegable se elevaba frente a mi la actualización del estado de los mensajes, arrastre mi dedo observando el: "última vez hoy a las 2:56 am"

Sintiendo mis ojos pesados y los parados caídos, cerré los ojos y respire profundamente para relajarme, mientras pensaba nerviosamente en otra cuestión que me robaba los pensamientos, la BPR, después de todo no solo serían días de las ocurrencias de Julieth, también serian días de intenso trabajo y estudio.

Mis manos sudaban frío, mi pie daba pequeños golpes al piso. Me sentía más nerviosa de lo normal, como si el alma de un muerto me abrazara, mi cuerpo estaba exhausto, la misma sensación a como si hubiera estado corriendo sin parar durante horas.

Ni la luna tuvo tiempo para ocultarse, para cuando me levanté solo recordé los buenos tiempos, donde la ciudad era mi hogar, llena de promesas, sin posibilidades de cumplirlas. Nada más que un sueño.

Recordada la ciudad que parecía un organismo vivo, con calles que se retorcían como venas y edificios que se alzaban entre ellas, tal vez, solo tal vez, una se llega a acostumbrar hacia a ese extraño sentimiento. De nuevo otro sueño.

—HUGG, mis ojos, que pesados se sienten, ¿Qué hora es? —estiré mis brazos y piernas, solté un bostezo de cansancio, ya eran las 5:49 de la mañana— Los horarios son tan distintos en este lugar...bua, ¿Dónde están mis pastillas?

<<hay no, me olvide guardarlas, oh no…bueno no es para tanto, puedo mantenerme sin consumirlas>> concluí, con ligero cansancio al no poder echar el ojo por cierta personita ahora dormida en los asientos traseros.

Mi mirada recorrió el sol que se elevaba sobre el horizonte, pintando el cielo de tonos rosados y anaranjados.

<<digno paisaje para una pintura en óleo>> estudie el amanecer de manera rápida, la mañana traía consigo los rayos que se filtraban suavemente a través de la ventana, como seguro no lo harían en días, después de todo vivimos en un lugar donde el conflicto y la violencia son constantes, y el mundo se desintegra dia con dia.




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