Sucederá que en los últimos días —dice Dios—,
derramaré mi Espíritu sobre todo ser humano.
Los hijos y las hijas de ustedes profetizarán,
tendrán visiones los jóvenes
y sueños los ancianos.
Hechos 2:17
ADAIA
El aire era asfixiante.
Iba a morir.
Como si una mano invisible me estrujara, la luz era casi imperceptible, mis sentidos se sentian adormecidos, como si estuvieran expuestos a la tortura, por más que quisiera expulsarlos, de mis labios no salian sonidos. Estuve en esta situación agonizante durante demasiado tiempo, no sabría decir cuanto, todo era un negro vacio.
Sin embargo cuando sentía que desfallecía por completo, en mi campo de visión apareci yo, pero me observaba, como si fuera un reflejo, su mirada me estremecía, no podía moverme, estaba obligada a quedarme quieta. La escena cambió, ahora estaba en una ciudad, percibí el olor a humo y metal, pronto sentí los efectos de estar expuesta a ello, solo que cuando pensé que moriría, simplemente cambió.
Comencé a sollozar, no entendía.
Analize el vacío en mis pies, escaleras boca abajo llevándome a la nada, mi cuerpo tomó el control sobre mí, obligándome a ir a lo profundo como si el inframundo me obligara a ver más allá de sus demonios, tengo miedo, no quiero seguir pero mis ojos no parpadean, basta, no entiendo, hay bastantes cruces, ¿porque? ¿porque con cruces? no quiero hallar lo que me encuentre ahí abajo, el aire se va, no, no, para, deja de moverte, no quiero morir, no de nuevo.
Las imágenes que se apreciaban eran aterradoras, todas representaban el fin del mundo. Observe a personas perder la vida, muertes incontables, y personas agonizando, vi la muerte pasar frente a mi ojos.
Apareci en un campo, muy iluminado, diferente a los demás en los que había estado, no había sensación de muerte, solo había paz, no sabría como describirlo, a lo lejos logre captar algo, una cruz, pero esta no me influye temor o miedo, sino salvación y paz. Sentimientos que eran familiares, pero no recuerdo de donde.
…
Abrí los ojos, casi quedándome ciega por el agua, mi cuerpo reacciono, moviéndose por desesperación, tosiendo con cada bocanada de aire que luchaba por alcanzar, pero era inutil, yo misma estaba haciendo que entrara el agua de donde lo cubría, sentí una cuerda invisible en mi garganta, raspaba y ardía en la zona, me quede estática, cuidadosamente me enderecé, duele horrible.
Observe mi mano, parecía un esqueleto,<<O Dios, que me han hecho>>, el agua fue bajando de a poco, analize mejor la escena, mi cuerpo estaba pálido y por la falta de ingesta de alimentos se mantenía desnutrido, me detuve abruptamente, y me senté lentamente.
Más arriba sobresalía una nota de letra conocida, gire mi vista a los alrededores pero cesó al ver a una persona recostada en una cama, parecía dormido, intenté levantarme, pero mi cuerpo se paralizo por instinto propio, pero las fuerzas se me acabaron, estaba en una cápsula, no pensé estar encerrada de esta manera, pero solo observando mi cuerpo desnudo, me siento avergonzada, mi cuerpo, seguramente lo notó, mire de nuevo la nota y lo pensé, <<no hay más salidas>>.
<<Seré razonable, ¿solo así se abrirá la cápsula?, tengo que salir de este lugar, no hay más tiempo que perder>> Me levanté con dificultad, temblando grité con todas mis fuerzas, hasta sentir que salía de lo profundo de mi estómago.
—¡C-Cápsula ÁBRETE! —grité hasta que sentí un gran ardor en mi garganta.
Me paralice y asombre cuando más tarde la cápsula boto un extraño gas que me envolvió, me estremecí al instante, esto no era normal para mi. Mire mi cuerpo detenidamente y poco a poco mi piel volvió a ser la misma, suspire de alivio sin intención de bajar la guardia.
La cápsula se abrió lentamente, deslice suavemente mis dedos sobre la cápsula con un pequeño rastro de vapor del momento, mi piel aun seguía pálida y fría a pesar del vapor saliendo por detras, me abracé intentando cubrir mi desnudes, <<tengo miedo, siento la vergüenza en mis orejas>>, mire a los lados consiguiendo finalmente una bata colgada en una silla, mientras me preguntaba quien seria la persona recostada en la cama, me cubrí de manera rápida, mientras me abotonaba, y luego suspire pesadamente.
De pronto me desestabilice, temble hasta tropezar con una de las mesas redondas del lugar, mire a mi alrededor, cada pequeño detalle se asemejaba al de un laboratorio, aunque no lo era, no tenía las condiciones necesarias, no cuando no había ningún médico encargado.
Me mareaba con facilidad, cerré los ojos tratando de controlar las náuseas que se hacían presentes, no se detuvo, siguió. Comencé a buscar a tientas, la vista se me puso borrosa, cuando observe una pequeña planicie delgada aumente la velocidad de mis pasos, choque con varios artefactos haciendo un ruido para nada disimulado.
Lo distinguiría aunque fuera el fin del mundo, cuando se comenzó a hacer muy utilizado se valorizó por mucho, hoy todos lo utilizan, especialmente los que trabajaban para la ciencia. No éramos la excepción, de hecho somos preferidos para el uso de las nuevas tendencias y evolución tecnológica.
Deslice mi dedo con fuerza, apreté los finos bordes plateados, mi mirada divago a aquella extraña silueta, mi índice se trasladó con rapidez, en un movimiento habitual sin embargo mucho más rápido, cuando se desplegó la opción “N.A” no dude en presionar, la persona soltó un leve suspiro, me aleje a cuestas, recoste mi cabeza en la fría pared.