No sé en qué momento nos quedamos dormidos luego de la confesión de Letty, me siento herido por ella, su verdad me desgasta porque me duele el corazón. Ella es una chica tan joven, tan hermosa, tan llena de vida que, en mi cabeza no entra que haya pasado por una violación.
Con razón su timidez, su desconfianza, las ganas de irse y alejarse de mí por pensar que yo la rechazaría o que le haría lo mismo que ese maldito hombre. Tan solo espero que anoche ella pasara la página para permitirse ser feliz conmigo, porque estoy deseoso de poder ayudarla y con amor curar sus heridas, sus cicatrices; porque sé que ella está falta de afecto y de amor.
Ella está plácidamente dormida entre mis brazos, con su rostro descansando en mi pecho, tiene una pierna enredada con la mía y jamás me había sentido tan bien. Ella me complementa y estoy seguro de que es la mujer que quiero que se quede en mi vida.
Con sumo cuidado la acomodo en la cama para que continúe descansando mientras me levanto, voy al baño a cepillarme y hacer mis necesidades. Cuando termino me dirijo a la cocina y coloco a hacer el café, también preparo jugo de naranja y cocino huevos revueltos, pongo pan a tostar, saco mermelada del refrigerador y queso fresco.
Con una sonrisa coloco todo en una bandeja y la llevo a la habitación, quiero desayunar con ella, pero antes tengo que despertarla son las 10:00 am y ya no puede seguir durmiendo más.
Cuando entro en la iluminada habitación la veo dormida en medio de mi cama, dejo la bandeja de comida a un lado y me acerco para despertarla. Alejo el cabello que cae en su rostro y le doy muchos besos hasta que consigo que se remueva.
—Dormilona hermosa, despierta, debes comer algo.
—Cinco minutos más por favor—dice y sonrío.
—No, mi bella durmiente. Ya has dormido lo suficiente.
Entonces ella empieza abrir los ojos poco a poco hasta que los abre por completo y los conecta con los míos.
—Buenos días Ed—me dice.
—Buenos días amor. Ahora levántate y come por favor—me levanto y busco la bandeja de comida.
—Quiero cepillarme primero—Asiento y le hago señas para que entre en el baño.
—Todo tuyo pequeña.
Ella se mueve en mi dirección y deja un beso en la comisura de mis labios, luego baja de la cama y se adentra en el baño. Sale a los minutos con el albornoz cubriendo su cuerpo y una toalla en el cabello, me preocupo porque el clima está muy frío, el invierno ha llegado y no quiero que ella enferme.
—Amor ven aquí—ella camina en mi dirección y abro las cobijas para que entre en ellas—. No debiste lavarte el cabello, el clima cambió y no tengo secador de cabello aquí.
—No te preocupes, lo dejaré envuelto en la toalla un rato y luego él se seca solo.
Me muevo rápidamente hacia el closet y busco un suéter de mangas largas que es bastante calentito y unas medias.
—Colócate esto, no quiero que enfermes.
—Está bien.
Sale de la cama, se adentra en el baño y a los pocos minutos sale vestida con lo que le he dado. Le extiendo mi mano y ella sonriente camina en mi dirección, tomo su mano y hago que se acomode en medio de mis piernas, se sienta en la cama y la abrazo desde atrás.
No puedo estar tranquilo sin preguntar:
—¿Todo está bien?
—Jamás había estado mejor. Quiero dejar todo atrás para ser feliz a tu lado, quiero poder amarte con la misma intensidad que tú lo haces. Supongo que primero debo ir con un psicólogo…
—Tu psicólogo seré yo, sé del tema. Solo quiero que lo dejes atrás, avances y seas feliz conmigo o sin mi, pero necesito saber que lo superaste y que estás tranquila. Me creerías si te dijera que quiero todo contigo y que te protegeré de quién sea.
—Sí, sé que me cuidarás. Ahora… ¿A qué te refieres con todo?
—Todo Letty—rodeo su cintura con mis manos y ella ya no se tensa como antes, apoyo mi barbilla en su hombro y le digo—: Quiero el primer beso de la mañana, quiero el café, el desayuno e incluso el almuerzo acompañado de risas, los paseos por el parque, la calle y cualquier lugar tomados de la mano, contigo quiero infinidad de noches que sean acompañadas del más espectacular de los amaneceres e incluso quiero una vida contigo. Una vida llena de felicidad y plenitud. Quiero poder hacer que te quedes y que no te vayas nunca de mi lado.
—No me iré Ed, porque te quiero y todo eso que me dices quiero vivirlo a tu lado.
—Entonces hagámoslo realidad. Eres mi presente y futuro pequeña, no te soltaré y mucho menos te dejaré escapar, porque estoy jodidamente enamorado de tí.
Desayunamos entre risas y nos quedamos un rato en la habitación viendo una película de comedia, hasta que el teléfono de Letty empezó a sonar.
**
Edward es tan perfecto que siento como si estuviera soñando, haberle contado mi verdad me quitó un gran peso de encima, sentí que me liberé.
Que se lo haya tomado como lo hizo me derritió el corazón, pensé que me dejaría y ese mayormente era mi miedo. Pero todo quedó atrás y despertar como lo hice me encantó, quisiera poder estar así todos los días con él.