Después de insistirle tanto a Letty que se tomara el té para que se relajara, finalmente lo hizo. Me dejó tranquilo que con mi cariño y mimos se quedó dormida, ahora ella descansaba como un ángel en mi cama.
La decisión estaba tomada y no había vuelta atrás, la llevaré conmigo a Los Ángeles. Sé que allá estará mucho mejor y de hecho confío más en un pronóstico médico de uno de mis colegas.
Además, no quería seguir arriesgando a Letty en Nueva York con su padre suelto, no me perdonaría que Letty tuviera que volver a encontrarse en una situación como la de hoy. No quiero arriesgarla más, quiero poder protegerla, que lleve a cabo su recuperación con tranquilidad y poco estrés.
Aunque Letty me preocupaba demasiado, no sé cómo vaya a reaccionar cuando despierte después de lo que pasó hoy. Maldigo el momento en el que la invité a que viniera conmigo, si supiera lo que iba a ocurrir jamás la hubiera hecho pasar por algo así.
Tengo que hablar muy seriamente con ella, que me haya ocultado cómo está físicamente no me gustó. Quedé impactado al ver tantos hematomas juntos en su pálida piel, sabía que algo no marchaba muy bien porque no me dejaba verla y mucho menos quería estar conmigo intimamente y la entendía, jamás la presionaría para estar intimamente con ella, tan solo quería que ella estuviera perfecta.
Mientras ella dormía marqué el número de Carl en mi celular y esperé a que contestara.
Edward. ¿Ocurre algo? ¿En qué puedo ayudarte?
Quisiera reunirme contigo y hablarlo personalmente.
Me parece perfecto, así te distraes y nos tomamos algo. ¿Qué te parece esta noche?
Está bien. Porque no puede esperar más tiempo.
Letty, ¿cómo está?
Sigue igual. Es por ella que te pido reunirnos.
Entonces nos vemos más tarde y hablamos mejor.
Perfecto.
Cuelgo la llamada y me quedo pensativo. Tengo que hablar con mis padres de lo que está pasando para que estén al tanto, no sé cómo van a tomar la noticia de que estoy en una relación amorosa con una chica que está enferma. Sin hacerme ideas y pensar en nada más llamo a mi padre, necesito un consejo, algo que me ayude, me ilumine.
Hijo, ¿Cómo estás?
Hola papá, bien y… ¿tú?
Muy bien, aquí esperando a tu madre en el auto, está comprando cosas de mujeres. Ya sabes cómo es.
Me lo imagino papá…
Me quedé en silencio y divagué en mi pensamiento. No sabía por dónde comenzar hasta que escuché la voz de mi papá nuevamente.
Edward. ¿Qué pasa? Estás extraño hijo.
Padre, necesito un consejo… un apoyo y no sé por dónde empezar. Me siento perdido.
Expresé cabizbajo, está situación con Letty me consume, me aterra, no me deja estar tranquilo.
¿Qué te agobia hijo?, aquí estoy y estaré siempre para ti.
Tengo una novia…
Wow, eso sí es una sorpresa. ¿Cuándo la conoceremos? Espera… dime qué lo que te tiene así es porque la embarazaste, porque si es así; estaré muy feliz.
No, papá. Nada de eso, es… delicado.
Entonces...
Está enferma y necesito llevarla a Los Ángeles lo más pronto posible.
Tu tono de voz no me gusta. ¿Qué enfermedad tiene la chica?
Leucemia linfocítica crónica, necesita un nuevo diagnóstico médico, cuidados y…
¿Estás seguro de amar a esa chica?
La amo con mi vida, padre.
Al decir esas palabras sentí como si me taladraran el corazón aún más, amar a Letty era intenso, pero también dolía en lo más profundo de mi alma.
Entonces, ¿qué haces allá?, ¡tráela! No pierdas más tiempo hijo, aquí siempre estaremos para tí, para lo que necesites y lo sabes. Si ella es tu felicidad, no nos queda más que apoyarlos. Te espero pronto.
Iremos cuanto antes, padre. Gracias.
Te amo hijo. Cuídate mucho.
Al colgar la llamada enseguida llamé a mi madre, un repique, dos y…
¡Mi bebé hermoso! Me tenías abandonada.
Mamá solo fueron un par de días los que no hablamos.
Lo sé, pero te extraño.
Mamá… escucha, viajaré de nuevo a Los Ángeles.