Un año después.
Jamás pensé que sería el hombre más feliz del planeta teniendo a mi lado a la mujer más maravillosa del mundo.
Aunque en su momento no podía parar de estar preocupado por ella, enfrentamos juntos la prueba más grande de amor, y la que titulé la espera.
Sí, la espera.
Esperar que el cuerpo de Letty asimilara bien el trasplante de médula ósea, esperar la aceptación al darle la noticia de que Lucy resultó ser su hermana paterna, pues nos hubiéramos ahorrado todo el suspenso si le hubiéramos preguntado a Lucy al menos el nombre de sus padres y ahí nos hubiéramos enterado de todo. Esperar el crecimiento lento de su cabello, cejas y pestañas, todo ha sido un largo proceso y que hoy podemos decir; lo logramos.
Fue un choque de emociones fuertes para mi amada esposa, me complace verla cada día más viva, plena, segura de sí misma. Letty es una hermosa chica, además me quito el sombrero ante ella y sus ganas de seguir adelante, ella es toda una guerrera que pudo surgir de las cenizas y levantarse fuerte.
Letty, ahora luce un cabello con un corte diferente que le da un aspecto jovial, demasiado diría yo y será por eso que todos me ven como si yo me aprovechara de ella.
Hace mucho tiempo que dejaron de importarnos los comentarios de los demás y vivimos a plenitud un día a la vez. La vida es demasiado corta para comernos la cabeza con pequeñeces que no suman nada a nuestra vida y mi esposa y yo no tenemos tiempo que perder.
Justo ahora me encuentro afuera de la universidad esperando por ella, cuando la veo salir por la puerta principal bajo del auto y me apresuro en ayudarla con sus cosas.
—Amor yo puedo.
—Sé que puedes, pero soy un caballero, mi vida. Además no quiero que mi mujer haga nada más que dedicarse a estudiar y en su tiempo libre me espere en la cama complaciente y lista para recibir mucho placer.
—Calma tus ganas macho alfa. Tu mujer va a estudiar y prepararse, en su tiempo libre va a cocinar y todo lo que quiera hacer. Además te dedicaré una que otra noche.
—¡Qué!
Puse cara de indignación fingida, amaba la espontaneidad de Letty, que me dijera las cosas sin miedo a lo que yo pudiera pensar. Ella no debía estar dispuesta para mi todas las noches si estaba cansada o no quería.
No me molestaría con ella por cosas que podemos controlar.
—Es mentira amor, sabes que no puedo negarme, pero esta noche no habrá nada, tengo dos exámenes mañana, quiero poder estudiar y descansar para aprobar.
—Está bien cariño, lo que tu digas, mi reina.
—Quiero que mañana en la noche me acompañes a una convención importante de doctores, mi familia estará ahí.
—¿Estás seguro de lo que me pides?, aun no me recupero del todo, mi cabello esta con forma de hongo—nos reímos—, y aún se me nota que estuve enferma. No quiero que te critiquen.
—¿De cuándo acá eso nos importa? Eres perfecta para mí, mi cielo. Si tu aspecto te preocupa te llevo a una peluquería y listo, mi cielo. Déjame lucir a mi maravillosa mujer.
—Bueno si es así, entonces saca tu visa y respira profundo porque la dejaré en cero, señor Collins.
—Por mí déjame en bancarrota, mi vida, pero quédate siempre a mi lado.
**
Letty optó por arreglarse en casa así que contraté una estilista que vino a casa de mis padres para arreglarla, ella reían y hablaban de cosas sin sentido, lo mejor era dejarlas solas.
Salí de la habitación y caminé en dirección al bar, me serví un vaso de whisky y no paraba de pensar en que nuestra vida debía dar un giro radical, ya hemos pasado por mucho y estoy convencido de que Letty es la mujer de mi vida.
Con una sonrisa en mis labios saco la pequeña cajita color granate del bolsillo de mi pantalón y observo el anillo que descansa en ella, sonrío como un idiota y me pongo nervioso tan solo de pensar en la locura que haré esta noche delante de tanta gente.
Mi padre llega y nota el anillo en mis manos.
—Dime que es para Letty.
—Por supuesto papá, sabes que soy hombre de una sola mujer.
—Me alegra escuchar eso hijo, no sabes lo orgulloso que estoy de ti y tus logros. Me encanta verte realizado al lado de una mujer que te ama de verdad y lo que vas a hacer me deja más que complacido, ya que una unión por civil un papel los separa rápidamente, pero la unión por la iglesia esa nunca se deshace y ante Dios es eterna.
—Es lo que quiero papá, después de todo lo que hemos vivido quiero sellar mi amor con Letty ante Dios. La amo, es la mujer de mi vida.
—Lo sé, hijo. Ahora sírveme un trago y brindemos.
Me entretuve con mi padre un rato, mis hermanas estaban de compras con mi madre y agradecí que no estuvieran en casa, porque de haber estado se enteran de que le propondré matrimonio a Letty y capaz mi mujer se entera antes de tiempo y ya no sería una sorpresa.