Capítulo Cuatro

—Baekhyun... Baekhyunnnnnnn —la voz de Chan se fue alargando en un lío de sílabas dentro de la cabeza de Baekhyun. Las luces giraban detrás de sus ojos y se agarró a la cosa más cercana que pudo. La sensación de cuero y materiales en sus manos y la fuerza de Chan eran las únicas cosas que le impedían ceder y desmayarse como una niña en el piso del club.

«¿Me ha matado? ¿Es veneno? ¿Chan?»

—Baekhyun —temblaba como un muñeco de trapo y las náuseas llegaron a Baekhyun, amenazando con añadir una decoración a la camisa del vampiro.

—Pa... Para, sal de mí —Baekhyun logró forzar la salida. Chan lo hizo. Luego hizo algo peor, apretó a Baekhyun tan fuerte que no podía respirar. La enfermedad dio paso al pánico ya que su claustrofobia le golpeó con fuerza y comenzó a ver puntos detrás de sus ojos. Con cada gramo de su fuerza, empujó a Chan y se tambaleó hacia atrás y hacia fuera hasta que el bar estaba a sus espaldas.

—¿Baekhyun? Baekhyun. Baekhyun... ¡Baekhyun!

—Shhhh —Baekhyun escuchaba por ahí como la cacofonía de BaekhyunBaekhyunBaekhyun y estaba haciéndole daño a la cabeza. Lo que había en esa bebida se sentía como hielo goteando a través de sus venas. Experimentalmente flexionó su puño y trató de concentrarse en los dedos, ya que se apretaron juntos. Mirando de cerca, juró que podía ver la plata a través de su piel, pero cuando parpadeó para enfocarse, se había ido.

— ¿Estás bien? —dijo Chan preocupado. Tenía una mano firme sobre el brazo de Baekhyun, claramente preocupado de que iba a desplomarse en cualquier momento. Tiró de su brazo de las manos de Chan.

—Necesito un trago —dijo con firmeza. Las palabras sonaban bien en su cabeza y él esperaba que tuvieran sentido. —No el whisky. Agua.

—Agua —Chan ordenó imperiosamente. Baekhyun miró por encima del hombro al tipo bajito que estaba mirándolo y a Chan como si él nunca hubiera visto a un vampiro y un humano envenenado antes —dije agua— demandó Chan. El hombre, una especie de derivado de un clan enano por el aspecto del mismo, se escabulló a las botellas de agua y llenó un vaso. En cuestión de segundos estaba de vuelta y deslizó el vaso de vidrio a través de la superficie de madera de la barra. Chan se lo arrebató antes de que Baekhyun pudiera alcanzarlo. Tragó dos tragos y esperó.

—Está bien —dijo Chan, simplemente, se lo entregó a Baekhyun.

—¿No tienes una química diferente, siendo...? —Baekhyun agitó una mano temblorosa para indicar lo que quería decir, lo que sin lugar a dudas era que Chan estaba muerto de todos modos.

Chan resopló pero no discutió el punto. —Bebe el agua.

Así que Baekhyun lo hizo. Fresca y húmeda, se deslizó por su garganta como un bálsamo helado. Negando con la cabeza de la borrosidad residual, miró hacia abajo a su mano de nuevo. Realmente podría haber jurado que vio hebras de plata debajo de su piel. Abrió la boca para decirle a Chan, pero su arquero vampiro no estaba allí.

Curiosamente, examinó los grupos de personas en el área inmediata, ninguno de los cuales parecía haberse dado cuenta de que alguien había tratado de matar a Baekhyun. Matarlo o envenenarlo, o... mierda, nada.

—Hola, precioso —la voz era baja y estaba muy cerca del oído de Baekhyun. Tan cerca que le tomó por sorpresa y gritó en shock. Por Dios, sus nervios estaban colgando de un hilo. Girando sobre sus talones, que no fue tan inteligente teniendo en cuenta que su cabeza era un caos de mareos, se volvió hacia el dueño de la voz.

Impresionante. Esa fue la primera palabra que le vino a la mente. Un metro ochenta de perfección etérea estaban a centímetros de él.

—Hola —dijo Baekhyun cortésmente. Durante todo el tiempo que estaba intentando mantenerse en pie, junto con la barra en la espalda a una pulgada, fue detenido por la sensación de un cuerpo duro detrás de él y se relajó un poco, Chan había regresado. No estaba seguro de lo que este chico con el pelo largo y oscuro y el cuerpo para morirse quería de él, pero ahora que Chan estaba allí podía manejarlo.

—Tienen habitaciones en la parte de atrás —esa voz era nueva. Le pertenecía al cuerpo fuerte en el que estaba apoyado. Que claramente no era Chan.

Con otro grito viril, Baekhyun giró para enfrentar al nuevo chico y por sus pecados, tuvo al primer chico presionándose contra su culo.

—Creo que lo amo —dijo el dueño del pene duro en su espalda. La cabeza de Baekhyun giraba.

—Lo amo también. Es todo lo que quiero...

—Es todo lo que necesito...

—Es tan hermoso...

—Huele tan bueno...

—Lo quiero para siempre.

—Moriría por él.

—Chicos —Baekhyun interrumpió la rivalidad y se retorció para liberarse de los hombres.

¿Dónde estaba Chan? Baekhyun estaba empezando a sentirse acorralado. Unas manos vagaron por su cuerpo y en todo el frente de él. Pero sentía que este no era un club informal. Esto era algo muy diferente. Trató de empujarse lejos, pero lo que estaba en la bebida había dejado sus extremidades como la gelatina y se negaron a cooperar.

—Ven conmigo —cantó el segundo tipo. —Te quiero. Podríamos estar tan felices.