Capítulo Tres

¿Dónde se había metido el Dragón lleno de energía? En su lugar Chen se puso delante de Xiumin mirándolo incierto. Xiumin no era estúpido. Había sentido la chispa entre ellos cuando se acercaron, pero estaba dispuesto a esperar hasta que todo volviera a la normalidad antes de que siquiera pensara en tener una noche de diversión con el Dragón sexy. Estaba ignorando el hecho de que había oído la palabra “compañero” y todas las cuestiones derivadas que venían con ella. Eso era un concepto tan anticuado y no se aplicaba a él. Él sólo quería sexo.

No perdería ni un minuto en creer que un mestizo como él tenía una pareja predestinada, o un vínculo instantáneo ni nada como Baekhyun y Chan tenían. Pero creía que no había duda del calor entre él y Chen. Se centró en el hecho de que una parte de él necesitaba el toque del Dragón. Ahora.

—Sí —dijo rápidamente.

En un instante, Chen se metió en su espacio y ridículamente el fuerte Dragón lo levantó del suelo. Chen le colocó en una de las mesas con mapas y empujó sus rodillas hasta que Xiumin abrió el espacio entre las piernas y Chen podía caber entre ellas. Sosteniendo su rostro, Chen le besó suavemente y luego profundizó el beso. La lujuria se desató dentro de Xiumin y entrelazó sus manos detrás de la espalda de Chen para mantenerlo cerca de su ingle. La sensación del Dragón contra él era embriagadora y quería tocar piel. ¿Qué hacían los dragones durante el sexo? Xiumin lo soltó y pasó una mano entre ellos, deslizándola dentro de los pantalones de Chen. Cerró los dedos alrededor del pene de Chen y allí... eso era un pene muy impresionante, pero nada que no pudiera manejar.

Chen gimió bajo en su garganta bajo el toque y Xiumin se sintió fuerte con el poder que tenía sobre el Dragón. Chen comenzó mostrando a Xiumin cuidadosa consideración, pero ahora estaba desesperado por la necesidad. Firmemente Xiumin levantó su mano un par de veces y torció el pulgar sobre la punta deslizándola a través del pre−semen que recogió allí. Al igual que con el dorso de la mano que la movía en contra de su propio pene, al mismo tiempo, era inevitable que pronto llegara a su culminación. Chen maldijo cuando dejó el beso y Xiumin miró a los ojos plateados que brillaban con reflejos de color naranja. El fuego brillaba en lo más profundo de ellos, fascinante.

—Co—compañero —Chen tartamudeó luego se corrió, el semen caliente y húmedo cayó sobre la mano de Xiumin, y Xiumin siguiéndolo de cerca después.

Xiumin no quedó convencido de la cosa de compañero y no hizo caso a la insistente palabra en su cabeza. Sabía que el Dragón sólo lo quería por un par de horas −no debería sentirse como si lo quisiera para siempre. ¿Habría de hacerlo?

Chen dio un paso atrás e hizo un gesto a la ropa de Xiumin. —Lo siento —dijo simplemente.

—Necesitaba una ducha de todos modos —dijo Xiumin. A continuación, la inspiración le golpeó—. Los dos estamos en mal estado.

Chen bajó la mirada hacia sus pantalones con la confusión escrita en su rostro. Entonces el asombro dio paso a una sonrisa tímida y otra capa de protección se rompió alrededor del corazón de Xiumin.

—¿Quieres que tomemos una ducha juntos? —Chen preguntó esperanzado.

Xiumin respondió de la mejor manera que pudo, copiando la forma en que Chen lo había llevado a la sala de archivos. Tiró de Chen para subir un tramo de escaleras y por el apartamento de repuesto en el que estaba usando el otro baño. Chen cerró la puerta con llave.

Xiumin jugueteó con los controles y luego se volvió para animar a Chen a desnudarse, pero él ya estaba muy por delante de Xiumin. Desnudo y orgulloso, era un regalo para la vista. Musculoso, grande y solo... siempre tan sexy, el gran Dragón estaba orgulloso de sí mismo y ya tenía una impresionante erección. Xiumin se desnudó en segundos y tiró al amante Dragón en la ducha. El agua estaba caliente y por un corto tiempo, ambos permitieron que el agua corriera por encima de ellos. Con movimientos rápidos Chen tenía a Xiumin en sus brazos, animándole a envolver sus piernas alrededor de él hasta que no quedó ningún espacio entre ellos.

Xiumin nunca había tenido un amante tan sólido. Se besaron durante mucho tiempo hasta que Xiumin perdió la noción de todo, excepto de la sensación de la boca inteligente de Chen y su necesidad de más.

—Un día quiero estar dentro de ti —Chen rugió contra la garganta de Xiumin.

—¿Un día? —preguntó Xiumin. ¿Por qué estaban esperando? Él debió haber dicho algo en voz alta, o tal vez su expresión delataba que estaba impaciente por más.

—Tradición. Me encantas. Compañeros. Tenemos que hacer esto bien.

—¿Y ahora no estás actuando por lo que ambos sentimos? —Xiumin preguntó con cuidado. Sabía muy poco acerca de la vida sexual del Dragón y menos aún de ser la persona adscrita a la etiqueta de compañero de Chen.

Chen enterró su cara contra el cuello de Xiumin. —Tú vales para mí más que sólo el tomarte ahora. No puedo simplemente joderte así, sin las medidas adecuadas. Hay un ritual.

Xiumin no pudo evitar la expresión enfurruñada que sabía que presentaba. —Suéltame —ordenó. Chen hizo lo que le pidió, pero en vez de quedarse de pie, Xiumin maniobró hasta que estaba de rodillas entre las piernas abiertas de Chen. No pidió permiso antes de cerrar la boca alrededor del pene del Dragón y le mostró exactamente lo que podían hacer mientras esperaban para el evento principal. Pasó mucho tiempo bromeando y explorando con la lengua, saboreando cada centímetro del tamaño impresionante. Chen enterró sus manos en el cabello de Xiumin y le agarró firmemente mientras maldecía entre dientes por encima de él. Se imaginó en lo que Xiumin imaginaba era la lengua del Dragón. Después con un rugido el Dragón hizo erupción en la garganta de Xiumin.