Capítulo Diez

—Hyerim necesita reposo —Baekhyun anunció. Baekhyun había instalado a la Princesa en su cama mientras Xiumin, Chan y Chen habían anunciado la noticia de la muerte del Rey. Todavía tenían que anunciar a Chen como el nuevo Rey. Esperaban poder mantenerlo en secreto por un tiempo más largo. Los dragones comenzarían a rondar para asegurarse de que Chen sería un buen gobernante, y Chen todavía no estaba listo para tomar las riendas del liderazgo.

—Bueno. Ella necesita su sueño —dijo Chen—. Necesita sanar y ha tenido una gran impresión por lo de su padre.

Chen se aseguraría de que la Princesa tuviera todo lo que necesitaba. En lugar de estar aislada en un grupo de dragones solitarios, le encontraría algunos amigos.

—¿Crees que le gustaría la escuela a la que han enviado a su niña? —preguntó Chen. Por la descripción de Chan sonaba como un lugar agradable.

Baekhyun frunció el ceño. —Acaba de perder a su padre, ¿y ya estás enviandola lejos?

Chen negó con la cabeza. —No lo entiendes. Los hijos de un Dragón son más raros que las piedras preciosas de color púrpura. El clan puede juzgarla por no ser la siguiente en la línea de sucesión al trono. Ellos buscaran defectos porque los dioses no la eligieron a ella. Alguien ya le ha hecho daño. Quiero que esté a salvo. Habrá menos presión si está en algún lugar lejos de la montaña donde pueda hacer algunos amigos no—dragones. Cuantas más conexiones pueda hacer dentro y fuera de la montaña, mejor se va a ajustar en la edad adulta. Nos aislamos y no quiero que eso le pase a Hyerim.

—Esa es una buena idea —dijo Chan, ignorando la mirada de su compañero—. Yo estaría encantado de hablar con el director de la escuela. No creo que tendría ningún problema con un cambia—formas Dragón mientras Hyerim firme el código de conducta que establece que no puede utilizar sus poderes contra otros estudiantes. Es motivo de expulsión inmediata.

—Muy bien —Chen podía ver cómo una escuela llena de paranormales mixtos podría ser un problema si todos estaban usando sus poderes contra otros. No tenía duda alguna, así que probablemente lo hacían a escondidas, pero Hyerim podía sostener su posición.

—¿Podrían darnos unos minutos? —preguntó Xiumin.

—Claro —Baekhyun agarró el brazo de su vampiro y lo arrastró por el pasillo—. Encuentranos cuando estés listo para ir a cazar a Tae.

Chen pasó de un pie a otro. Sabía que Xiumin se iba a enojar con él. La postergación de esta confrontación no sería su mejor interés. La ansiedad que se derramaba de Xiumin picaba en él como un sarpullido.

—No creo que te puedas escapar de esta conversación —dijo Xiumin—. No puedes ser Rey. No me puedo acoplar a un Rey.

Un borde de histeria llenó la voz de Xiumin.

—Tranquilo, amor —Chen tomó las manos de Xiumin en la suya—. Vas a estar bien.

—No, no lo haré —Xiumin sacudió la cabeza frenéticamente—. Me he librado de ello antes. No funcionará.

Chen tomó el rostro de Xiumin. —Yo no soy como tu padre y no soy una sirena. Te quiero, Xiumin. Si pudiera renunciar a la corona, lo haría. La única manera de renunciar a ella ahora es a través de la muerte.

El pánico en los ojos de Xiumin desgarró el corazón de Chen.

—No sé si puedo pasar por eso otra vez —dijo Xiumin—. Quiero decir, sé que no puedes dejar de ser Rey, pero no sé si puedo ser tu pareja.

Chen envolvió a Xiumin en sus brazos y lo abrazó. —No puedo vivir sin ti. Estamos obligados, unidos.

Xiumin se acurrucó en los brazos de Chen. A pesar de sus reservas, era obvio que todavía quería a Chen.

—No sé qué hacer —confesó Xiumin.

—Quédate conmigo. Te necesito —Chen no tenía palabras para expresar lo mucho que tenía que tener a Xiumin en su vida. Xiumin y el aire eran las dos necesidades de las que no podría prescindir en la vida.

Xiumin agarró la camisa de Chen. —Tengo miedo.

—Danos una oportunidad. No puedo prometer ser una pareja perfecta, pero nadie va a trabajar más duro para hacerte feliz.

Después de un largo momento, Xiumin asintió. —Nos daré una oportunidad.

Chen sonrió. —Bien.

Baekhyun corrió hacia ellos con Chan a sus talones. —Siento interrumpir. Tenemos que irnos. Smudge me acaba de decir que el nigromante está en el cementerio. Esta podría ser nuestra única oportunidad para atraparlo.

Chen miró a su alrededor, pero no vio al familiar. —¿Dónde está Smudge?

—Se fue a su casa. Dijo que él no puede hacer nada para ayudar contra un nigromante —dijo Baekhyun—. Algo acerca de que la magia era incompatible.

Chen deseaba poder volver a casa cuando las cosas llegarán a ser demasiado difíciles. Agarrar a Xiumin y sostenerlo firmemente sonaba mucho mejor que tratar con un nigromante psicótico tratando de destruir a los dragones.

—¿Qué podemos hacer? —Xiumin hizo la pregunta que Chen se había preguntado. Si una poderosa corriente no podía o no quería pelear, ¿cómo iban a derrotar a uno?

Chan dio un paso adelante. —Vamos a ver. Tenemos que detenerlo a toda costa. No vamos a saber qué podemos hacer hasta que echemos un vistazo a este tipo nosotros mismos. Parece que trabaja detrás de bastidores hasta el momento, y tiene a sus secuaces haciendo todo el trabajo.