Efdlcdladd 04 - El caso del Santa pecador [kaisoo]

Capítulo Cuatro

Soo miró a Kai por un momento. Su boca se secó ante la visión del hombre del bar. Incluso, después de pelear con zombies, el sabor de la boca de Kai seguía persiguiéndolo. Lamió sus labios. Cuando los ojos de este siguieron el movimiento, sabía que estaba condenado.

—¿Qué estás haciendo aquí, Kai?

La boca de este, se abrió de golpe. —¿Que qué estoy haciendo aquí? Noté que olvidaste un pequeño detalle, cuando hablamos más temprano.

Cruzó sus brazos sobre su pecho. Se negaba a ceder. —¿Sí? No recuerdo que tú tampoco mencionaras que peleabas con zombies como hobby, cuando hablamos hace rato.

Kai dio un paso al frente. Levantó una mano y le deslizó un dedo por las alas. —Tampoco recuerdo que dijeras algo sobre ser un ángel. Estoy seguro de que eso se me hubiera quedado en la cabeza, aun cuando eres un increíble besador.

Se acercó un poco más, hasta que sus pechos se rozaron. Inhaló ante el inmediato chisporroteo de atracción, que pasó entre ellos. Maldición, Kai presionaba todos sus botones de atracción sexual. —¿Tienes algún problema con los ángeles?

—Um, no. Tengo un problema con los chicos que desaparecen y me dejan con las ganas.

Ahuecó el rostro de Kai, entre sus manos. —No quería irme. Fui convocado por el familiar de Baekhyun. Le debía un favor y él decidió cobrarlo.

La rabia de Kai flaqueo. —Supongo que no puedo usarlo en contra tuya.

¿Acabaste con todos los zombies?

—No. Quiero decir, acabé con esos, pero puedo sentir otros en las cercanías. No sé qué tipo de nigromante anda suelto, pero es realmente poderoso. Creo que necesitaré quedarme cerca, en caso de que hallan otros. Nunca dijiste por qué estabas aquí.

Kai mordió su labio.

Tomó de los hombros a Kai. —Sin importar lo que sea, cariño, no puede ser tan malo. No es como si estuvieras escondiendo alas.

Kai se rió, tal como lo había estado esperando.

—No. No estoy escondiéndote mis alas. Soy un Klauson.

—¿Un qué?

—Mi tío es Santa Claus. Soy medio elfo.

Abrió su boca para hablar, pero luego volvió a cerrarla. —No estoy seguro de qué decir al respecto.

Kai resopló. —Sí, esa es la respuesta que consigo de un montón de gente, cuando lo descubren. Siempre soy un gran tema de conversación, en las fiestas.

—Entonces la historia de la convención de juguetes es una cubierta.

—No del todo. A veces voy a convenciones de juguetes. Para mantenerme al día con las últimas tendencias, ya sabes.

Se aclaró su garganta y trató de hacer que su cerebro volviera a su carril.

Había esperado un montón de explicaciones —pero no esa.

—Y Santa pelea contra zombies.

Kai suspiró y rodó sus ojos. —Puedo sentir los huecos oscuros en el mundo. Lugares en donde la desesperación ha echado raíces y está oprimiendo a la gente. Mi trabajo es erradicarlos, para que así Santa tenga un viaje tranquilo en Nochebuena.

—¿En serio?

—No crees que él sólo anda pavoneándose por el mundo, en una noche sin meterse en ningún problema, ¿no? No puedo hacer que vaya saltando en una chimenea y que vaya huyendo de un zombie o un nigromante. Si no puedo erradicar la oscuridad, tengo que marcarlo en su mapa, como un lugar que debe evitar. Vine a la escuela porque no podía marcarla toda, sin una buena razón.

—Pensé que ustedes hacían los juguetes y regalaban bastones de caramelo.

—Sí, bueno, no todo se trata de cinceles y galletitas azucaradas. Si ya terminamos, me voy.

—¡Espera! —No sabía por qué, pero no quería que Kai se fuera. Este levantó una ceja. —¿Por qué?

Chan lo interrumpió. —El nigromante todavía no ha sido capturado. Cualquier tipo de ayuda, sería apreciada. Estamos tratando de averiguar dónde se está escondiendo y cuál es su meta final.

Miró al vampiro. Aquí estaba la oportunidad perfecta, para mantener a Kai a su lado. —Eso es cierto. Con todos los niños cerca, será atraído por su inocencia. Lo mejor sería si permanecemos cerca, para mantener un ojo en la escuela. No creo que toda la actividad se haya ido. Un nigromante no sería capaz de resistirse a una escuela entera de niños paranormales, para quitarles sus poderes.

—¿Eso crees? —preguntó Baekhyun, con el rostro pálido.

—No voy a dejar la escuela —declaró Tiff. —Quiero quedarme. Por favor, Baekhyun.

Por la forma en la que el vampiro permaneció en silencio, podía decir que Baekhyun era el que tomaba las decisiones en el grupo.

Cernió un pesado y expectante silencio.

—¿Dónde está la Srita. Lee? —preguntó Baekhyun.

Todos miraron a su alrededor, pero la dama no estaba por ningún lado.

—No creo que simplemente se marchara —dijo Chan.

Cerró sus ojos y trató de enfocarse en encontrar su rastro. Nada.

—Debieron habérsela llevado, en vez de marcharse —dijo Kai, haciéndose eco de su silenciosa conclusión.



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En el texto hay: magia, santa claus

Editado: 01.09.2023

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