Efdlcdladd 05 - El caso de la perla púrpura [sulay]

Capítulo Tres

Chan siguió a Baekhyun a la oficina y lo observó cómo le daba golpecitos con sus llaves a la gárgola en el escritorio.

—No le gusta que le den golpecitos, dijo útilmente. Había visto la expresión de Baekhyun cuando había mirado la foto, y no era una que entendiera.

—Cómo puede una criatura de piedra, ser el alma gemela de algún incubo chupa emociones —dijo Baekhyun, mientras volvía a darle un golpecito a la gárgola. —A veces no entiendo este mundo. —Sonaba tan confundido, que su naturaleza protectora surgió.

Se movió tras Baekhyun y le envolvió sus brazos alrededor de la cintura y lo acercó más.

—No entiendo nada de esto, más que tú —empezó con cuidado.

—Son tonterías —estalló Baekhyun y se apartó del abrazo. —Todo lo que quería, era dinero, para que este edificio no se nos caiga encima. Pensé que un caso humano sería seguro, pero todo lo que conseguí, fue un lío de algo en lo que no sé si quiero involucrarme.

—Cariño…

—No hagas eso —interrumpió Baekhyun, soltando las llaves. —No me digas que no hay nada de lo que preocuparse o que todo está bien.

—No iba…

—Y no me digas que una cámara del alma, juntando al rubio y a la gárgola, es un buen caso para nosotros. —Baekhyun tomó un boli y golpeó a la gárgola en la cabeza.

—Despierta —ordenó fuertemente. —Malditos paranormales y sus problemas.

Siempre arruinando las vidas de los humanos.

Las crudas palabras crudas de Baekhyun, lo hirieron profundamente. Sabía que este tenía problemas con el mundo al que había sido lanzado, pero no sabía que Baekhyun todavía tenía tanta ira dentro. Lo vio girarse hacia él, con culpa en sus ojos.

—Lo siento —dijo. —No me refería a ti.

Quería reír, alzar a Baekhyun y llevarlo a la cama, pero el dolor y la autocompasión lo agobiaron. —Está bien, sé cómo te sientes sobre los paranormales —sus pantorrillas golpearon el sofá, cuando dio un paso atrás. Se sentó en una maraña de miembros, justo encima de Smudge, qué había estado vagueando en los cojines. Este aulló, y él consideró el momento completo, cuando Smudge subió por encima de él usando sus garras y siseándole en el rostro, antes de salir de la sala.

—Chan, lo siento —Baekhyun se agachó para estar a su nivel. —Deseo que un caso sea sencillo. Sólo una vez.

Miró a Baekhyun, a los ojos marrones, y el amor lo inundó. No lo incluía en su condenación a la población general paranormal, ni a Sehun, ni a Luhan, y pensando en ello, tampoco a un ángel ni a algunos dragones; a ninguna de las personas con las que se habían encontrado y conocido.

Conseguiré un trabajo y traeré algo de dinero, si necesitamos más de lo que hay en mi cuenta bancaria, pensó.

Baekhyun lo miró directamente, y entonces vio las esquinas de la boca de este, moverse, y antes de darse cuenta, Baekhyun estuvo riendo. —¿Cómo qué? —dijo riendo. —Servicios de sustos autónomos.

Le gustaba cuando Baekhyun reía con normalidad, pero esta risa tenía un borde de histeria. Baekhyun no podía saber que él había tenido varios trabajos de alto nivel en su vida. Había sido el intermediario para el aquelarre del que ya no era miembro, y que había sido un senador en el mismo parlamento vampiro, durante más de cincuenta años. Nunca había compartido esas partes antiguas de su vida con Baekhyun. No podía.

Había demasiados secretos que escudaba en sus pensamientos, para que Baekhyun no los supiera nunca.

—No lo sé —dijo finalmente, incapaz de evitar el dolor en su voz. —Algo que pueda hacer, mientras estoy contigo —añadió. No podía aceptar un trabajo que lo alejara de Baekhyun.

Este paró de reír, tan repentinamente, como empezó. Subió al sofá y se sentó en su regazo. Su expresión era seria, mientras hablaba. —Lo siento, Chan. Creo que los últimos meses me han afectado. —Se acurrucó contra él, en ese instante, el balance se restauró. Por un segundo, todo había sido demasiado serio para su gusto. Había estado demasiado cerca de hablar de su pasado y poner a Baekhyun en peligro sin razón.

—También lo siento, ofreció. No estaba del todo seguro de qué era lo que sentía, pero cuando discutían siempre ambos se disculpaban. Cualquier cosa que hiciera feliz a Baekhyun, valía unas palabras para restaurar la paz entre ellos.

Este suspiró contra él. —No hay nada por lo que debas disculparte. —Se acercaron e intercambiaron besos y sólo pararon cuando hubo un golpe en la puerta de la oficina, seguido por alguien entrando. Miró por encima del hombro de Baekhyun.

Yongguk Bang estaba en la entrada, esperando a ser notado. Lo miró y Baekhyun al techo, luego al suelo, como avergonzado por haberlos atrapado mientras se estaban besando.

—Recibí tu mensaje —dijo Yongguk.

Baekhyun se levantó de su regazo.

—Tus sospechas eran correctas. —Baekhyun le mostró a Yongguk la foto de la cámara que mostraba el encuentro ilícito. La gárgola era una imagen borrosa detrás de la pareja.

—¿Qué es eso? —Yongguk apuntó a la gárgola.

Baekhyun se encogió. —Una instalación artística (2) temporal.



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En el texto hay: gargolas, magia

Editado: 02.09.2023

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