Efdlcdladd 05 - El caso de la perla púrpura [sulay]

Capítulo Seis

Baekhyun se estiró en la celda, el catre en el que descansaba, era demasiado duro y estaba muy alejado de la cómoda cama que compartía con Chan. Su amante se había retirado al lado más lejano de la celda y parecía haber caído en alguna especie de depresión, culpándose por la situación de ambos. Cómo podía ser culpa de Chan cuando toda la situación había sido su idea, no lo sabía.

—¿Chan?

—¿Sí, cariño?

—¿Por qué crees que esto es culpa tuya?

—Porque si yo no hubiera ido a verte, te habrías centrado en sólo tomar casos humanos. Es porque te arrastré a nuestro mundo, que te vas a pudrir en la mazmorra de la reina.

—No es propio de ti, ser tan melodramático. ¿No es ese mi trabajo?

—Lo siento tanto —repitió Chan.

Suspiró. —Este va a ser un largo encarcelamiento, si no puedes pensar en nada más que decir.

—No va a ser tan largo. Normalmente, los prisioneros de la Corte de la reina, mueren por abandono.

—Realmente, necesitas mejorar tu charla de prisión —le dijo.

—¿Listo para irte, Baekhyun?

La voz de Smudge hizo eco en su cabeza, segundos antes de notar el par de ojos brillantes de gato.

—Hey, Smudge. No lo sé. Quiero decir, este es un hotel tan increíble —se tragó el gemido de alivio que subía por su garganta. El comportamiento depresivo de Chan, lo había deprimido más de lo que había esperado. Su amante vampiro, normalmente, tenía más espíritu optimista.

—¿Cómo vas a sacarnos de aquí, Smudge? —preguntó Chan, su tono sin cambios.

—Soy el familiar de Baekhyun. Puedo manipular su lugar en el universo —contestó Smudge, como si fuera la cosa más normal del mundo. Después de todo, ¿no podían todos hacer eso?

—¿A mí? ¿Sólo a mí? —miró directamente a Chan, quien no se encontraba con sus ojos. —Demonios, no. No voy a dejar a Chan.

—Sólo puedo llevarte a ti, por el hechizo que bloquea la magia. No estoy vinculado a tu compañero.

—¿No deberías estarlo a través de mí? —no le gustaba el escurridizo mundo paranormal, en el que la gente a menudo era sacrificada por otro sin ton ni son.

—Los familiares no funcionan de esa forma. Sólo nos vinculamos de verdad con uno.

Tú eres ese uno para mí.

Se volvió a sentar en la cama. —No voy.

Chan se levantó y se inclinó sobre él. —Vas a ir, dijo. Su tono estaba muerto, era definitivo, y él hizo una mueca. No había expresión en los ojos de Chan, nada de nada.

—No puedes obligarme a dejarte, le contestó.

Chan retrocedió y dio un puñetazo a la pared de piedra, dónde había estado apoyado. Un trozo se rompió. Lo tomó y se lo mostró. El fragmento era afilado y parecía peligroso. Sostuvo el trozo en su pecho.

—Puedo —dijo.

—Chan.

—Si no vas con Smudge, me mataré aquí y ahora.

Dio un paso adelante. —No es madera, dijo. Sonaba estúpido incluso para sus propios oídos. Debería estar agarrando la piedra afilada, no pensando que todo iba a ir bien, basado en historias sobrenaturales que había leído de niño.

—Cualquier objeto afilado… —dijo Chan.

Dio otro paso, acercándose más, pero Chan retrocedió hasta que estuvo contra la pared. —Chan, no, tiene que haber otra manera.

—Ve con Smudge.

Negó con la cabeza. —No —Chan alzó una mano y cerró sus ojos. Lo embistió. Elfragmento resbaló, deslizándose a través de la chaqueta de Chan, pero por suerte no a través de su pecho. Luchó por un momento, apretando la mano de Chan e intentando obligarlo a soltar el arma. La piedra le cortó la mano. Su agarre empezó a escurrirse por la sangre en su palma. Los colmillos de Chan se extendieron y pareció quebrarse delante de su rostro, cayendo de rodillas.

—¡Paren! —gritó Smudge, y una fuerza invisible los separó, lanzándolos a lados opuestos de la celda.

Se quedó ahí por un momento, mirando su mano y la sangre que se acumulaba en su palma. Mientras observaba, el corte se curó rápidamente hasta que todo lo que quedó fue la sangre. Se la limpió en los pantalones y luego alzó sus rodillas, envolviéndolas con sus brazos.

—No me dejes —imploró. —Nunca.

Pensar en una vida sin Chan, ¿por un solo momento sin su otra mitad? No podía ni empezar a imaginar un lugar así de frío.

—Lo siento —dijo Chan. —Quiero que te vayas. Quiero que estés a salvo. —Estaba llorando de nuevo. —Tienes que estar a salvo.

Smudge se movió entre ellos. —Ambos permanezcan en silencio. Me llevaré a Baekhyun a casa, y entonces, encontraremos una forma de sacarte de aquí, Chan.

Gateó hacia Chan y se sentó a su lado, agarrando su brazo.

—No voy a dejarte —desafiar a su familiar estaba bien, ¿verdad? Smudge no era su dueño. ¿Qué pasaba si volvían a la agencia y no podían encontrar una forma de sacar a Chan? ¿Qué pasaría entonces?



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En el texto hay: gargolas, magia

Editado: 02.09.2023

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