Efdlcdladd 05 - El caso de la perla púrpura [sulay]

Capítulo Doce

Baekhyun se sentó en la lujosa oficina de la reina muerta y observó a todos caminar a su alrededor con pasos rápidos y prudentes, como si pensaran que atacaría sin provocación.

—¿Qué crees que harían si gritara “boo”? —preguntó.

Chan resopló. —Se mearían encima. Nunca he visto un grupo de esas fae en mi vida.

Miran como si tuvieran miedo de sus sombras.

—Temen el poder de Baekhyun. Como fae podemos sentirlo —dijo uno de los trillizos.

No podría distinguirlos, ya que hablaban a la misma vez e iban juntos a todos sitios, no parecían tener una gran necesidad separarse. Siempre fueron “los trillizos” en su cabeza.

—Todavía estoy enojado con ustedes tres. Me encarcelaron. La reina podría haber matado a Chan. Él no se preocupa mucho por su seguridad, y su amante podría haber resultado herido. Y si lo fuera, no podría perdonarlos fácilmente.

El trío negó con la cabeza. —Para nosotros, brillas más que el sol. Tu poder hace que a veces sea difícil mirarte.

—Pero solo estoy… —no se molestó en terminar la frase. Él no iba a mentirle a nadie durante unos días. —Tal vez sean los dones del brazalete.

—La reina temía tu poder. Cualquiera con más magia que ella, era considero una amenaza. Tu magia es una de las razones por las que el rey de las sirenas está tratando de matarte. Te quiere muerto, porque él no confía en ti. No dejará ningún enemigo tras él.

Chan le envolvió su brazo alrededor, como silencioso apoyo. Por una vez, se apoyó contra el vampiro y aceptó su consuelo.

—Tal vez, puedas hablar con él antes de pedir la perla —sugirió Chan.

—Tendrás que tener algo que quiera a cambio —dijeron los trillizos.

—¿Cómo qué? —se enderezó y le dio al fae toda su atención. Tenía la sensación, de que se había perdido un hecho, Suho podría convertirse en una gárgola para siempre.

—Tendrás que preguntárselo —dijo uno de los trillizos.

Chan gruñó. —Si vamos y le preguntamos, nos matará antes de que nos acerquemos siquiera a la perla.

—No, puedes hablar con él a través del canal mágico. Mamá solía hablar de esa manera, todo el tiempo, dijo Lay entrando en la habitación.

Suho entró al lado del príncipe fae, agarrándose a su brazo.

—¿Qué le pasa a tu brazo?

—Me estoy volviendo a convertir en una gárgola —respondió Suho.

—Déjame ver —dio un paso adelante. Levantó la manga de Suho. Grandes trozos de su piel estaban comenzando a ponerse gris. Estaba volviendo a ser una gárgola.

—¿Te duele? —preguntó Chan, mirando por encima de su hombro.

—Realmente no. Pellizca como si mi piel se estuviera juntando, pero no duele —dijo Suho, pero pudo ver el miedo en sus ojos.

—¿Cómo podemos detenerlo? —preguntó. Por un segundo, el pánico lo abrumó.

¿Qué pasaría si el no pudiera salvar a la gárgola? Demonios, no estaba seguro de poder salir de la habitación. Los duendes estaban un poco demasiado fascinados con él.

—Basta —dijo Chan. —Puedes hacerlo.

Su fría mirada corto de raíz su pánico.

Respiró profundamente y luego lo dejó salir. —¿Qué debo hacer?

—Vas al grupo de comunicación de la reina y hablas con el rey de las sirenas.

—Lo haces sonar fácil. Nada es sencillo. —Cuanto más profundamente escarbaba en el mundo paranormal; sus poderes se hacían más fuertes y las cosas se complicaban aún más.

—No dije que fuera fácil. Dije que tenías que hacerlo —Chan le envolvió las manos alrededor de los hombros y le dio un pequeño apretón. —Baekhyun, no te vuelvas negativo ahora. Tienes que creer que podemos vencer en esto.

—¿Podemos?

Su confianza había sufrido un duro revés, con la rápida regresión de Suho a su forma de gárgola. Si era tan poderoso, ¿por qué no podía evitar que esto sucediera?

Debería ser capaz de poder controlar la transformación de Suho, pero no sabía ni por donde comenzar. No podía contrarrestar las maldiciones de las reinas muertas, demonios, no sabía cómo detener nada.

Chan lo sacudió nuevamente. No de un modo doloroso, pero como si estuviera tratando de disciplinar a un cachorro recalcitrante.

—Detente —espetó. Si Chan lo seguía sacudiendo así, su cerebro se revolvería.

—Entonces deja de dudar de ti mismo.

Suspiró. —Lo estoy intentando. A veces me pregunto, por qué alguna vez dejé el mundo normal. Debería haber hecho una carrera diferente. Una que no me hiciera lidiar con lo paranormal.

—Realmente no quieres eso, porque entonces no me habrías conocido. —La lenta sonrisa de colmillos de Chan, disipo su pánico.

—Buen punto —podrían tener problemas, pero amaba a Chan. No importaba cuánto pudiera discutir con su compañero, no se desharía de Chan por nada del mundo.



#4382 en Fantasía
#913 en Magia
#1556 en Fanfic

En el texto hay: gargolas, magia

Editado: 02.09.2023

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.