Capítulo Quince

Chan se movió para pararse entre Hongki y Baekhyun. Él tenía una historia con la corte fae, y sabía cuán peligroso podían ser Hongki y su gente. No peligroso del tipo “fae normal”, sino peligroso del tipo “constructor de imperios”. Pensó que el Concilio Vampírico había lidiado con todos esos fae rebeldes hace mucho tiempo atrás, pero claramente se habían perdido uno. Hongki había dado la impresión de que apoyaba al nuevo rey, ¿pero al estar aquí parado amenazando a Baekhyun? Ciertamente no era un buen tipo.

—Chan —Hongki lo saludó con un tono tenso.

—Hongki.

Baekhyun lo pinchó en la espalda. —¿Lo conoces? —No sabía cómo responder. Sus secretos se remontaban hace mucho, mucho tiempo atrás y no tenía tiempo para explicárselos a Baekhyun. Este no era el momento, ni el lugar para dárselas.

—Déjame esto a mí —respondió.

—No vine aquí a morir —dijo Baekhyun desde atrás suyo.

—Tu pequeño humano, es un luchador —dijo Hongki enroscando sus labios.

Archivó esa descripción. Hongki había visto lo que había pasado en el salón del trono, había visto el poder que recorría a Baekhyun, pero ahora, aparentaba no estar preocupado por las habilidades de este. Tal vez, el demonio estaba dándole un falso sentido de poder.

—Danos la corona y te dejaremos —dijo, en términos simples y claros que no estaban abiertos a discusión.

Hongki sonrió con satisfacción. —No creo que pueda hacer eso —examinó sus uñas, luego las limó en su chaqueta. —Necesito mantener ese objeto, hasta que sea demasiado tarde para salvar a Junmyeon.

Baekhyun lo pasó de un empujón. —¿Por qué?

Levantó una mano, para evitar que Baekhyun se acercara demasiado al umbral del fae.

Hongki se rió.

—No me digas que todavía no lo han averiguado.

—Ilumínanos —espetó Baekhyun.

—Sin la corona, Suho muere, el Rey Lay queda solo, y me convierto en consorte. Y todos sabemos el poder que yace en el consorte del rey.

—¿Qué te hace pensar, que te convertirás en fae automáticamente? —Baekhyun hizo la pregunta por la que estaba rezando en su cabeza.

—Porque dejaré que mi demonio mate a los faes, hasta que Lay ceda.

—Le advertiremos, y será capaz de contrarrestar a tu demonio —dijo Baekhyun.

Hongki levantó una única ceja. —No si no pueden irse de aquí.

No reveló su reacción. No estaban dentro de la casa de Hongki y dudaba que la magia pudiera extenderse desde adentro hacia afuera, hasta donde estaban parados. No estaban atrapados.

—¿Qué significa eso? —preguntó Baekhyun.

Entonces se volvió demasiado obvio a qué se había referido Hongki. Se agachó. La corriente de aire sobre su cabeza le hizo saber cuán cerca habían estado de capturarlo. Se giró para enfrentar a su atacante.

Mierda.

Ante él estaba parado un demonio segador de almas. El aire se tornó frio como un cementerio en invierno, con el olor de la suciedad y podredumbre rodeándolos. Luchó contra los recuerdos de ser enterrado vivo por un amo sádico, cuando era muy joven.

—¡Chan!

La voz de Baekhyun lo sacó de su trance. Una de las formas en las que los segadores de almas atrapaban a su presa, era arrastrando a sus víctimas hacia sus peores recuerdos y encerrándolos en el pasado. La magia debió haber escondido al demonio.

Se maldijo por hablar con Hongki cuando debería haber estado alerta a la presencia del demonio.

Esquivó las garras lacerantes del segador, a punto de tropezar con Baekhyun cuando retrocedía. El demonio gruñó y saltó. Los ojos rojos del segador, con sus dientes afilados hicieron que sus incisivos descendieran a modo de defensa. El instinto había hecho que Baekhyun retrocediera y se quitara del alcance del demonio. Sin pensarlo, se lanzó sobre el demonio.

Nadie iba a quitarle a Baekhyun. Las garras del demonio se hundieron en su hombro y arañaron el hueso, pero se negó a gritar, simplemente usó el agarre como ventaja.

Agachándose, hizo que el demonio perdiera el equilibrio, con las garras del demonio aún enterradas en su carne. Apretó sus dientes contra un grito de agonía, cuando el demonio se liberó. Un rápido movimiento de su antebrazo bloqueó el siguiente estallido. El demonio gritó. Vil sangre negra se derramó de su boca y ardió como ácido en su piel. Se torció sobre sus talones, luego agarró al demonio antes de que pudiera atacar de nuevo. El demonio trastabilló y antes de que pudiera soltarse, le hundió sus propios dientes profundamente en su garganta. Desgarró, mordió y chupó la fétida sangre, hasta que el demonio fuera sólo una cascara en el suelo.

Colapsó. La malvada sangre del demonio abrasó sus venas, fuego líquido ardía a través de él. Tomó lentas y medidas respiraciones; la sangre y bilis de demonio era venenosa para los vampiros, y sabía que lo que había hecho, era una sentencia de muerte. Solamente tenía una hora o dos para recuperar la corona, salvar a Suho, y luego poner a Baekhyun bajo la protección de Xiumin.

Un jadeo sofocado, hizo que se torciera para ver a Baekhyun. Hongki había aprovechado el momento de distracción para arrastrar a Baekhyun hasta la casa. El poderoso fae había bloqueado los pensamientos de Baekhyun y evitado que este advirtiera. Ni siquiera podía pensar en abandonar a Baekhyun, o lo que le haría a él.