Efdlcdladd 05 - El caso de la perla púrpura [sulay]

Capítulo Diecisiete

No podían teletransportarse al castillo en sí. Aparentemente, ni siquiera Smudge tenía esa habilidad.

—El antiguo castillo vampiro, es el centro de la magia vampírica. Las barreras presionan al exterior desde el centro de éste. No puedo llevarnos cerca.

—¿Entonces a donde deberíamos ir? ¿Qué deberíamos hacer? —preguntó desesperadamente.

—Dragones —dijo Smudge.

—Dragones —repitió —de acuerdo, iremos a ver a los dragones.

—Voy contigo —dijo Lay.

—Yo también —añadió Suho.

Miró a los dos hombres. Debería odiarlos por esto. Si ellos no hubiesen aparecido en su vida, entonces Chan no yacería aquí, sin vida. Pero en su corazón, no había odio hacia el rey por querer salvar a su amante, ambos hombres podían ser útiles. Si recordaba correctamente según las explicaciones de Chan sobre el mundo, los fae ydragones habían separado sus caminos hace mucho tiempo; un malentendido sobreuna horda perdida o algo así.

Aun así, Lay era rey; su presencia no perjudicaría. Así que asintió, y con el tirón de la magia en la boca de su estómago, Smudge los transportó con los dragones, y muy al centro de la montaña dragón.

Se transportaron en medio de algún tipo de fiesta. Sorprendidos cambiaformas dragón pulularon hacia ellos, sólo siendo separados cuando dos hombres caminaron entre ellos. Un cambiaformas dragón desnudo hasta la cintura y con hermosos tatuajes sobre su piel dorada, el otro era un vampiro que se paró muy cerca.

—¡Baekhyun! —gritó el vampiro por encima de los gruñidos y bufidos defensivos de los dragones.

—Suficiente —rugió el cambiaformas dragón.

Nunca había estado más feliz de ver a Minseok, el mejor amigo de Chan, y su amante, el rey de los dragones, Jongdae. —Necesitamos su ayuda —balbuceó. —Tenemos que llegar al castillo vampiro. —En su cabeza, no había tiempo para discusiones.

—¿Qué pasa? —preguntó Minseok, mientras miraba de izquierda a derecha.

—¿Dónde está Chan?

Miró enmudecido a Minseok, entonces, como si le hubiesen cortado sus cuerdas, literalmente cayó en sus brazos. —Minseok, se está muriendo.

—¿Qué? —Minseok miró a Suho, a Lay, y luego lo alejó un poco. —Cuéntame.

—Hubo una batalla, y fue infectado con la sangre de un segador de almas —explicó Lay cuando no pudo encontrar las palabras. —No hay nada que podamos hacer por él, así que estamos llevándolo con su gente.

—Estamos llevándolo al castillo vampiro, pero no podemos llegar allí, por nuestra propia cuenta —espetó, energizado por la firme declaración. ¿Por qué todos se estaban rindiendo con Chan? ¿Por qué él era el único que se negaba a que Chan realmente muriera? —Ellos lo sanarán.

—¿Está muerto? —preguntó Minseok. —No puede estar muerto.

Su gato se enrolló ida y vuelta por las patas de la mesa más cercana a ellos, la comida y las cosas puestas encima se desvanecieron. Ondeó franjas de magia dorada, hasta que el cuerpo de Chan se materializó en la superficie de la mesa, un sudario blando cubría todo menos su cara. Estaba tan quieto y con la piel tan fría como en el muelle. Líneas de veneno negro estropeaban las facciones de Chan antes de desaparecer debajo de la sábana. Minseok dejó salir un sonido de horror, trastabillando al alejarse de él, y yendo directo al lado de Chan.

Minseok tocó la mejilla de Chan.

No está muerto, no está muerto, sólo inconsciente. Baekhyun repitió ese mantra en su cabeza una y otra vez.

—¿Qué podemos hacer? —espetó Minseok. Miró por encima de su hombro y Chen apareció ahí inmediatamente. —¿Qué pueden hacer los dragones?

—Nada —dijo Chen suavemente. —Su alma se ha ido de aquí.

El alivió fluyó por él ante las palabras. —¿Su alma? Pero podemos recuperar eso, Smudge, tú puedes traer su alma devuelta.

Smudge saltó en la mesa y se sentó entre Chan y él. La punta de su cola se retorció.

—Esto me sobrepasa —dijo Smudge. —Su alma se ha desvanecido.

—¿Se desvaneció a dónde? —espetó. —¿Cómo puede desvanecerse un alma? ¿Es un fantasma? —levantó los ojos con esperanza en su corazón. Teddy era un fantasma, y podía hablar y moverse y si ellos podían hacer que Chan regresara de esa forma, al menos sería capaz de verlo y hablar con él de nuevo.

—Necesitamos llegar al castillo vampiro —dijo Smudge. Volteó su cabeza y muy deliberadamente miró a Chen.

¿Estaban hablando? Los dragones podían hablar con familiares.

—¿Qué? —preguntó. —Qué se están diciéndose entre ustedes.

Chen le asintió a Smudge, luego regresó a él. —Puedo llevar a Baekhyun, Chan, y Minseok, necesitaré voluntarios para llevar a los otros y a unos cuantos guardias para acompañarnos —dijo esto suavemente, y tan sólo reconoció a uno de aquellos quienes dieron un paso al frente. Jaemin hizo una reverencia ante Chen, luego ante él. Otros cuatro se les unieron. No conocía sus nombres, pero apreciaba su lealtad hacia el rey dragón.

—Nos vamos ahora —dijo Chen.

En poco tiempo, surcaron los cielos. Se aferró a Chan con toda su vida, su estómago daba saltitos, su cabeza dolía. El movimiento de las alas del dragón a medida que volaba por las altas cimas de las montañas, hacía que terminara sintiéndose como si estuviera en un bote sobre tumultuosas mareas. Cuando cruzaron el bosque, no podía mirar hacia abajo por miedo a vomitar. Este viaje por el alto cielo, era una tortura para alguien a quien no le gustaban las alturas, pero por Chan él haría cualquier cosa.



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En el texto hay: gargolas, magia

Editado: 02.09.2023

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