Efdlcdladd 05 - El caso de la perla púrpura [sulay]

Capítulo Dieciocho

—Tu corazón está sufriendo —le dijo Chen.

Suho levantó los ojos de su plato de comida y directamente a la expresión preocupada del rey dragón. Demasiadas historias de dragones comiendo a faes hacían que se retorciera en su silla, su mano aferrada con fuerza a la de Lay. A este no parecía preocuparle que un cambiaformas dragón estuviera mirándolos, pero por supuesto, Lay también era un rey. Después de que el rey vampiro se desvaneciera, regresaron al palacio dragón rápidamente, para que Chan se recuperara. No se habían ido muy lejos, en caso de que necesitaran regresar con los vampiros.

Habían vuelto a entrar, y Baekhyun y Chan se habían desvanecido con Minseok y Smudge en la antesala. Chan estaba muy perturbado, Baekhyun estaba pálido, y el gato parecía nervioso y malhumorado. Eso lo dejó a Lay y a él en medio de un montón dedragones.

—¿A qué te refieres? —dijo.

Chen frunció el ceño y ladeó su cabeza. —Solitario —dijo, luego se agachó frente a él, haciendo que lo mirara hacia abajo. Chen extendió una mano y presionó la palma plana contra el pecho.

—Tu corazón se siente como una piedra.

—¿Ah, sí? —Al parecer, había perdido toda su inteligencia. Su corazón estaba palpitando en su pecho, así que ¿a qué se refería Chen con que estaba hecho de piedra?

La perla y el repique de la campana lo habían arreglado; ahora ya no se iba convertir en una gárgola. Estaba a salvo, con Lay.

—Creo que necesitas venir conmigo —dijo Chen. Su tono no permitía discusión. Se puso de pie y extendió una mano, pero la rechazo. —Ambos.

Lay prestó atención cuando se puso de pie. Él había estado hablando con uno de los cambiaformas dragón, que había ido con ellos esta mañana, pero al parecer no iba a soltarle la mano.

—¿Qué pasa? —preguntó Lay.

—Necesito mostrarles algo —dijo Chen.

Siguieron a Chen por un largo pasillo, y realmente esperaba que este no fuera el lugar en donde los dragones llevaban a los fae ingenuos para comérselos, Chen abrió una puerta e hizo un gesto para que entraran, y él jadeó. Altos techos que no eran otra cosa que el techo de una cueva salpicado con puntos debido a la luz de los diamantes. Las paredes brillaban con rubíes, esmeraldas, y zafiros, y había oro amontonado. Al centro de todo esto había un estanque, una pequeña caída de agua que se ampliaba en un espacio lo suficientemente grande para diez hombres.

—El estanque de sanación —dijo Chen con orgullo. Agitó su mano, abarcando.

—Hasta que sea hora de que se vayan, te sugiero que uses el estanque para mejorarte por completo. Es un espacio únicamente para parejas.

Miró hacia el borde del profundo estanque y frunció el ceño. —¿Va a quemarnos vivos o algo? —masculló.

Chen también se asomó, y se veía confundido. —Es agua —dijo.

—Sí, de acuerdo —añadió. —Agua con ácido de dragón en ella.

Chen chasqueó la lengua, y luego con un suave movimiento lo arrastro y lo empujó en el agua, y con otro empujón hizo que Lay lo siguiera.

—Mis disculpas, Rey de los Fae, pero tu amante es un idiota.

Entonces con una sonrisa dentuda, se fue y cerró la puerta tras él.

Chapoteó hacia el lado en donde Lay se sujetaba a la roca.

—Así que, no es ácido —Lay sonrió socarronamente.

Le sonrió a su amante, luego se puso serio. —Es mi culpa que Jeno se haya ido.

Lay suspiró. —Sabía que dirías eso. No fue tu culpa que hayas sido maldecido, o que Baekhyun y Chan sean dos de las personas más valientes que hayamos llegado a conocer. O que Jeno quisiera salvar a su hermano. Todo esto fue el destino.

—¿Crees que ellos estarán bien? ¿Baekhyun y Chan?

Lay soltó la orilla y presionó la punta de sus pies en el fondo del estanque, antes de acercársele.

—Si su amor es la mitad de profundo que el nuestro, entonces superarán esto. Tal vez encuentren una forma de traer a Jeno de regreso de Aset Ka.

Abrazó a Lay. El rey dragón tenía razón, el estanque estaba haciendo que su corazón se sintiera menos pesado. Se alejó y flotó en el agua cálida, se quitó su ropa empapada luego frotó un poco más. Poco a poco, el dolor en su pecho se alivió y cuando Lay flotó junto a él, supo que finalmente estaba sanando.

—Te amo —susurró.

Lay liberó su mano y se reunió con él en un acalorado beso. —También te amo.

Aset Ka se encorvó para tocar a su alma recién adquirida. El vampiro se arrodilló ante él, pero no se sentía intimidado por el hecho de estar condenado. De hecho, levantó los ojos hacia él y le sonrió con una suave y firme sonrisa.

—¿Por qué? —Quería saber.

Y el vampiro sonrió, a pesar del hecho de que su vida había terminado, aun cuando siempre sería parte de este infierno.



#4348 en Fantasía
#911 en Magia
#1579 en Fanfic

En el texto hay: gargolas, magia

Editado: 02.09.2023

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.