Martes: seis am
¡Ring!
---¡Buenos días queridos alumnos, se solicita vuestra presencia en el comedor principal para desayunar en una hora, atentamente la directora!.
Al escuchar el horrible pitido de ese maldito timbre me desperté de golpe pero sin ningún resultado eficaz porque dos segundos más tarde mis ojos volvieron a cerrarse. Habia pasado media noche en vela pensado en cómo seria la nueva familia, si veían todos juntos una película por las noches, si la madre les daba un beso de buenas noches o si el padre los lleva al instituto después de desayunar tostadas recién echas. Después de apagar el despertador tres veces para dormir quince minutos más al final me oblige a mi misma a levantarme dispuesta a empezar un nuevo día con toda la alegría del mundo y el cansancio acumulado de la noche, coji mi neceser y mi toalla para dirigirme a las duchas. Mientras me duchaba me puse a pensar en lo de hoy, en unas horas estaré sentada justo delante de las personas que podrían ser mi familia, ¿Y si algo no sale bien? ¿O la cago y dejo de gustarles? Dios los nervios me estaban matando, puede que tengan más hijos, ¿O seré hija única? Ojalá tenga hermanos, me encantaría poder tener una relación tan especial con alguien, decido dejar de darle vueltas para acabar de ducharme, me lave los dientes, me seque el pelo, me vestí, hice la cama, cuando acabe me senté en la mesita que había justo delante de mi cama, o bueno más bien litera, todo estaba en orden, todo ordenado, yo duchada, vestida y preparada, mis libros en su sitio, mis apuntes pulidos y los tres posibles conjuntos para luego estaban bien puestos encima de la cama.
-Buenos días -refunfuño Judith, ahí estaba mi chica llena de pecas con el pelo revuelto y los ojos pegados.
-Buenos días- sonreí mientras contemplaba cómo cogia su neceser.
-¿Nerviosa por lo de hoy? -dirigió su mirada a mi cara mientras mi sonrisa iba desapareciendo hasta convertirse en mi típica cara de asco.
-¿Nerviosa? Parezco un flan, no paro de temblar, ¿Porque?¿Tanto se nota? -suspire nerviosa mientras esta me miraba con los ojos muy abiertos, supongo que hacer tantas preguntas es señal de que estaba al borde de un ataque de nervios.
- Vale, no hace falta que lo jures. Has decidido ya que ponerte? ---Me señalo los conjuntos que habían encima de mi cama para después seguir hablándome mientras se empezaba a retocar frente a nuestro espejo.
- Pues esos son los tres modelitos pensados pero aún no me he decidido por ninguno, después de comer me los probaré y decidiré -afirmé, se que si no intento aparentar tenerlo todo bajo control como de costumbre, ella me ayudaría a elegir más tarde.
-Yo te ayudo si quieres -sugirió ella tan sonriente como siempre y mientras le daba de nuevo paso a la loca que llevaba dentro.
-Quiero causar buena impresión no que salgan corriendo --- me reí mientras hacia una mueca para que mi amiga me viera, sabiendo lo mucho que le iba a provocar ese comentario a mi amiga salí corriendo por la habitación antes de que intentara matarme.
Me miro con su cara de bruja y hizo ciertos movimientos con las manos para hacerme entender que estaba muerta y acto seguido empezó a correr por toda la habitación intentando cogerme, me burle de ella y ambas nos reímos a carcajadas, sin duda estas son las cosas que iba a echar de menos de aquí, los momentos con ella, el reírnos juntas y sus consejos, nuestras tonterías, iba a echarle de menos a ella.
Fuimos a desayunar y allí nos encontremos con Toni y nos sentemos todos juntos.
-¿Como has dormido hoy preciosa? -dijo Toni mirando a mi amiga con un intento de dulce sonrisa que resultaba más patética aún.
-Muy bien guapo- Contesto Judith dándole un beso que a mí casi me hace vomitar, aunque para ser sinceros estaba acostumbrada, era demasiado tiempo ya supongo.
Me cruce de brazos mientras me metía en mi pequeña burbuja a pensar, creo que mi rincón favorito siempre será mi cabeza.
Mientras estos dos tontean en medio de la mesa y yo desviaba mi mente a mi burbuja la pregunta que había hecho Judith antes me empezaba a dar vueltas ¿Qué me iba a poner? Necesitaba gustarles, tenia que estar increíble, quizá la falda mejor o una blusa, o un vestido, ¿O mejor unos tejanos?.
-¿Nena en que piensas? - Judith exploto de golpe mi burbuja preguntandome, cuando la escuche vi como se pasaba su pelo por la boca jugueteando con el.
Me quedo embobada mirando su pelo mientras pensaba si debería arreglarme mucho o ir natural y entonces volví a escuchar la voz de Judith.
-¡Nicolett! -me insistió esta y entonces desperte como si fuera la bella durmiente.
-Dime, Dime -conteste al fin mientras empezaba a ser consciente de que estaba completamente fuera de mi.
-Nada anda vamos que ya se puede empezar a comer ¡Empanada! -me grito mientras nos reíamos.
-Estaba pensando en un trabajo de física -mentí desviando el tema y olvidándome un rato de él.
-Aahhhh guay -me contestó antes de irnos.
Nos levantemos, recojimos las bandejas y fuimos a clase, normalmente solia prestar atención a clase, no era la típica alumna que hablaba como una cotorra, ni tampoco era la que compartía opiniones del temario con la clase o el profesorado, era más de las que escuchaban pero callaban, sin embargo hoy no era mi día, no habia escuchado nada de nada, ni si quiera la clase de historia que era mi favorita, cuando porfín las clases acababan recogi mis cosas y fui a la habitación, lo dejo todo allí y me dirigí al comedor, me pase como quince minutos dándole vueltas al plato hasta que decidí ir a tirarlo, no tenia hambre, era más que evidente que no viba a comer por lo menos ahora, cuando iba a salir una voz femenina que conozco a la perfección me hizo parar.
-Nicolett, ¿Porqué no has comido nada? Escuche como alguien me decia a mis espaldas.
-Lo siento no tengo hambre-me sincere sin darme la vuelta con la esperanza de que me dejara ir pero no fue así, esa no era mi suerte.
-Nicolett debes comer ---volvio a decirme aquella voz.
Cuando me gire decidida a decir no rotundamente vi a Roth y entonces me relaje.