Efímero

LA TIPICA PATOSA

Apenas escuché la vibración de mi nuevo móvil, me había quedado totalmente dormida leyendo el libro que había empezado hacia apenas una hora y en cuanto fui consciente de donde estaba y porque, me levanté del sillón de un bote, miré el móvil lo más rápido posible y entonces me di cuenta que simplemente había sido Lucas, me había mandado una foto suya sacando la lengua conjunto con un "Holaaaaa", y yo ya creía que me habían llamado para cenar cuarenta veces y yo no me había dado cuenta. Volví a mirar el móvil pero esta vez para saber que hora era, las ocho y media, en breves cenaríamos así que contesté a Lucas con otra foto mía y un "Holiiiiii" y  salí a la terraza a tomar aire. Mientras miraba la enorme piscina me puse a pensar en lo intenso que había sido el día de hoy, la pelea en el restaurante, el miedo de mi pasado, conocer la casa... Y entonces caí en que apenas la había visto, Amanda y Lucas me habían enseñado cada parte pero muy rápido para que pudiera instalarme correctamente en mi habitación antes de cenar así que decidí salir a mirarla de nuevo pero estaba vez quería detenerme a mirar cada rincón. Puedo parecer desconfiada pero me gusta tener bien estudiado el lugar en el que paso más tiempo, me miré por ultima vez en el espejo del lavabo y agradecí tener un pelo que no diera problemas y seguidamente salí de la habitación y entonces me llegó otro mensaje de Lucas que decía así:  "Que tal vas?, ¿Aún no me necesitas para que te saque de ningún apuro?", sonreí mirando el móvil y decidí contestarle "Más quisieras caballero andante". Antes de empezar a andar por el pasillo me quedé mirando la puerta que había enfrente de la mía, la de Everett y no pude evitar pensar que estaría haciendo ahora, dijo que no contáramos con él para cenar, ¿Estará arreglandose para salir? ¿A donde ira? En cuanto me di cuenta de que estaba pensando justo en la persona que quería más lejos de mi, esfumé de mi cabeza todos los pensamientos que tuvieran que ver con él y mientras empezaba a andar abrí Instagram para ponerme al día de las noticias actuales y sin saber como empecé a rodar hasta la mitad de la escalera.

--¡Joder! -- Chillé sin ser consciente de que ya no estaba en mi bonita habitación, si no en medio de la escalera.

Me  tapé la boca con las manos para evitar volver a soltar algún chillido por mi ahora, dolorido tobillo ¿Joder como puedo ser tan torpe? Y joder ¡Como duele! Me eché hacia atrás ya que la escalera es enorme y hay sitio de sobras mientras me mordía una de las manos intentando no ponerme a llorar como una niña. ¡Rápido, piensa joder! ¿Que hago? ¿Debería llamar a Amanda? No, no debería molestarla, mejor intento levantarme y me voy a mi habitación, eso es. Acto seguido me arrastré hasta la baranda de la escalera para apoyarme en ella y así levantarme más fácilmente pero fue un intento fallido, muy fallido. Me volví a caer y esta vez me di un golpe en la cabeza con la barandilla.

--¡Mierda! --Volví a chillar inconscientemente rezando porque nadie lo hubiera escuchado.

Vale ya se, llamaré a Lucas y él me ayudará a levantarme, me llevará a la habitación, allí me pondré hielo y le convenceré para que no le diga nada a Amanda.

--¿Que coño haces en el suelo? --Escucho como dice esa voz, la voz que menos esperaba escuchar en este preciso momento. Levante la cabeza lo más rápido posible y entonces le vi ahí parado justo enfrente de mi mirándome como si estuviera loca. Oh no, mierda. Iba vestido con unos tejanos negros, rotos a la altura de las rodillas, una camisa blanca con los dos primeros botones desabrochados y  de esa manera se podía ver una parte de su pecho,  no tenía para nada mala pinta ¿Pero que estoy diciendo?.                                                                                                                                                                               --Probando lo cómoda que es la alfombra, ¿Tu que crees? -- Dije entonces sin pararme a pensar apenas en lo borde que estaba siendo pero no me arrepentí, ¿Pensaba quedarse ahí parado?.                                                                                                                                                                                                   --Pues que la disfrutes --Contestó con su tono frío y dando media vuelta dispuesto a largarse ¿Enserio? la verdad es que no me apetecía para nada hablar con el cretino este pero tampoco quería tener que llamar a Amanda porque me había caído como una idiota y dar problemas el primer día, así que dejé el orgullo de lado pensando que era por un bien mayor e intente que me ayudara.                                                                                                                                                                                            --¡No!, espera, ¿No vas a ayudarme? --Pregunté intentando sonar lo mas dura posible. El tobillo empezaba a dolerme muchísimo y tenÍa ganas de llorar. Se quedó quieto, soltó aire y vino hacia mi.                                                                                                                                                                                                        --¿Se puede saber que coño has hecho para caerte? --Dijo aún acercándose a mi hasta que al llegar se agachó y me miró con esos ojos que una nunca sabe si piden perdón o quieren hundirte. Más de cerca pude ver lo bien peinado que iba con su tupe hacia arriba y esa colonia ¡Madre mía! Esa colonia deberÍa estar prohibida, no tengo ni idea de cual es pero combinada con lo guapo que es podría considerarse perfectamente una droga.                                                                                                                                     --¿Como estas tan seguro de que me he caído y no he tropezado con algo? --Fanfarronee. No pienso dejar que haga conmigo lo mismo que con el resto, ya sabéis, eso de hacer como si tuviéramos la culpa de absolutamente todo lo que pasa.                                                                                            --Porque tienes toda la pinta de ser la típica patosa 'Naranjita' --Soltó entonces con una media sonrisa. Dios que ganas tengo de meterle un puñetazo a este imbécil, algún día no me contendré y juro que se lo daré. No se que me gustará más si destrozarle esa cara de niño bonito o ese ego de pijo subnormal que tiene.                                                                                                                                                                         



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En el texto hay: primera vez primer amor

Editado: 29.04.2020

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