Después de la felicitación de la profesora por el hermoso retrato de Alessandro. Y que claramente me lo robara con la excusa que lo llevaría a exhibir.
Falacias si me lo preguntan.
Las dos siguientes horas fueron oscuras, y no lo digo porque algo malo hubiera pasado, sino porque hablando literalmente y siendo honesta, me fui a dormir en la camilla de enfermería.
-Sabes, creo que hay algo que no me estas contando. - dice antes de meterse una papa frita a la boca.
Y era cierto clara no había dejado de preguntarme del retrato de Alessandro, y necesitaba contárselo, quería su opinión.
-bueno, en resumen, tal vez me estoy haciendo amiga de Alessandro. El chico nuevo.
- que. Oh no, no, no. Como que, en resumen. cuéntamelo todo. A lujo de detalle.
Y después de gritos y empujones de clara al fin suena el timbre Cuando se emocione se llega a poner un tanto brusca.
-heavy traes loco a Alessandro.
-no es cierto.
-que no es cierto. – una tercera voz se escucha. Y Alessandro se dispone a abrazarme por detrás de mí.
Clara está muy graciosa y lo hace notar con su enorme sonrisa. Me quito a Alessandro de atrás.
-nada, de hecho, tengo clase, y clara también, ya nos vamos.
-yo tengo entrenamiento. -señala su uniforme.
Mierda.
-Si, justo eso, bueno nos vemos. – y claramente nada sospechoso se va corriendo, riéndose.
Volteo a ver a Alessandro y muy gustoso me dice- tenemos clase juntos, ¿vamos? - camino lo más rápido q puedo en silencio a lo que el ríe. - no huyas de mi bonita.
En clase todo fue silencioso hasta que llego el profesor, no dibuje, no leí, no me dormí, simplemente espere en silencio. Alessandro me acariciaba la mano de vez en cuando y me hablaba en voz baja. Y por más que preguntara que, que era lo que tenía, o si me sentía bien. A todo dije q no.
-Bien dejen sus trabajos en el escritorio.
Tome el mío, y lo deje en frente de él, para regresar a mi asiento. – perdón. - volteo a ver a Alessandro quien me mira aun sonriente.
- ¿por no darme tu dirección? ¿por salir corriendo cuando fui a preguntarte tu dirección? Sabes, conseguí tu dirección dos horas después de que salieras corriendo.
-ou, y se te ocurrió ir en madrugada, Valla.
-si. – y reímos los dos.
-heaven, ¿con quién hiciste tu trabajo? - pregunta el profesor con el ceño fruncido. – ¿él lo checo? ¿Antes de imprimirlo?
-con Alessandro.
-no profesor, no lo cheque, los detalles los hizo sola.
-Pues no la dejes sola. Vengan por su trabajo.
Alessandro ahora va por él y me mira enojado. Pero que hice. Aparte de todo el trabajo. Pero sin duda no esperaba que me equivocara, pero justificándome, era madrugada y tenía sueño.
- ¿quién mierda es “Alexander”?
Ups. Repito, era de madrugada, tenía sueño.
…
-no quiero que te distraigas, tienes que prestar atención y no distraerte en clases y menos por leer, te la pasas leyendo todo el día y parte de la noche, como para que en clase también lo hagas, yo sé que te encanta leer, pero primero está la escuela y los estudios, deberías de usarlo como motivación. Si tanto te gusta leer, has tus tareas y estudia rápido para que tengas más tiempo de leer.
Yo solo asentía cabizbaja, ya lo sabía. Pero aun así se me olvidaba. Nana había ido por mi libro, y la maestra se aseguró de exagerar unas cuantas cosas. Nana nunca me regañaba siempre hablaba conmigo no importa que me lo tuviera que recordar mil veces ella estaba siempre dispuesta a recordármelo mil veces más.
-sí, lo sé, lo siento nana.
-si nana. ella lo sabe, pero a la mera hora se le alborota un tornillo. - volteo a ver a clara ofendida. Para estas amigas para que quiero enemigas.
-ahora vallan a hacer tarea.
Dicho eso nos fuimos a la habitación tirándonos en la cama al llegar, ya era tarde.
-y si ¿te metes al equipo?
- ¿yo?,¿animadora? - me rio, imposible. - no, no creo que sea buena idea
- ¿Por qué no? Te gusta y eres buena.
-sí, me gusta, pero no lo se. Le daría un infarto a lucia, ya no hago eso.
-sabes, no deberías de dejar las cosas que te gustan porque las demás personas no se sientan mal. No debiste dejar lo que te gusta.
-lo se. - sonrió al recordar la adrenalina de cada competencia, de cada nuevo truco, al dar las piruetas, al estar bailando en el escenario y automáticamente volteo a la esquina de mi habitación. Por cada medalla, trofeo y reconocimiento había hecho que mi padre hiciera un estante para estos. Amo la gimnasia, me encanta bailar, y los nervios cada que participaba en los bailes.
-aun puedes entrar. - me abraza- por el momento me tendré que ir, tendré visita y mama quiere recibirlos con pasteles, y me toca ayudarle.
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Editado: 07.10.2024